El inesperado uso de los AirPods que Apple no imaginó

Lo mismo en un viaje compartido de Uber que en una cafetería, los que llevan audífonos están usándolos para mantenerse aislados, e incluso para apagarlos y escuchar algo que les interese a su alrededor sin que los interrumpan, dice The Wall Street Journal

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Además de conversar con las manos libres y escuchar música, los gerentes de Apple no sabían que sus AirPods iban a cumplir funciones para las cuales no fueron concebidos.

Por ejemplo, decirle al otro: "Lo siento, manténgase alejado".

(Getty)
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La costumbre de llevar audífonos ha dado lugar a esta nueva forma de etiqueta, según el diario The Wall Street Journal. Y por los testimonios que cita, resulta tremendamente efectiva.

"Te hace lucir como que estás consumido por tu trabajo", le dijo al periódico Hughston May, empleado de Moxie, una agencia de publicidad de Atlanta.

La etiqueta llega al extremo de que algunos se sorprenden cuando llevan los audífonos puestos y aun así alguien se acerca a preguntar algo.

Los auriculares inalámbricos AirPods fueron lanzados en septiembre de 2016 (AFP)
Los auriculares inalámbricos AirPods fueron lanzados en septiembre de 2016 (AFP)

Por ejemplo, Jasiel Martin-Odoom, de Brooklyn, le confesó al Wall Street Journal que siempre se los pone en los viajes compartidos de Uber para que lo dejen tranquilo.

Además, así puede oír las conversaciones que le interesen mientras parece absorto en otra cosa.

También hay quienes se molestan con el que lleva los audífonos puestos porque está haciendo algo a lo que debería prestar mayor atención, o sea, por lo menos escuchar.

Se da el caso de los dependientes que reciben una orden, lo mismo en una cafetería que en una tienda de ropa, y cuando preguntan detalles, ya sea cuánta azúcar en el café o de qué color prefiere el pantalón, no reciben respuesta o el cliente se confunde porque no está oyendo bien.

Están incluso los que no se acuerdan de quitárselos al iniciar una conversación y hay que pedírselo, indica el diario.

Y hasta el que, de tan acostumbrado a tenerlos puestos, va a rascarse el oído y choca con el audífono.

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