La situación continúa empeorando para quien sin lugar a dudas debería ser considerado como uno de los mayores visionarios de nuestra generación.
Luego de su más reciente traspié digital, en el que mediante un enigmático, confuso y, según lo que termine dictaminando la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC), probablemente ilegal tuit en el que Elon Musk insinuaba la posibilidad de hacer de Tesla una compañía privada; una de las firmas emergentes más prometedoras de todo EEUU vuelve a recibir un golpe directo al estómago.
El banco de inversiones suizo UBS acaba de publicar el reporte final de su curioso y posiblemente letal experimento en el que se propusieron desmontar un Tesla Model 3, el vehículo "accesible" del constructor de automóviles eléctricos, designado como el salvador de la firma y eventual responsable de que la visión de Musk se convierta en una rentable.
"Nuestros expertos en desmontaje notaron numerosos problemas de calidad, entre los que se incluyen brechas inconsistentes en sus paneles, tornillos faltantes, tolerancias poco precisas, además de soldaduras desalineadas y desparejas" alertaron los especialistas.
El vehículo completamente eléctrico además registró puntuaciones "debajo del promedio" en lo que hace a la calidad de sus acabados y el ensamblado, luego de realizarse una auditoria sobre las medidas de apertura de 1.500 puntos de su carrocería.
"El equipo también halló que los niveles de ruido provocados por el viento son casi inaceptables" compartió Colin Langan de UBS en su reporte. "Los resultados confirman los reportes de los medios en los que se asegura que los problemas de calidad son desalentadores para un auto de USD 49 mil".
Como si esto no fuese suficiente, los expertos destacaron que los arreglos necesarios no serán nada fáciles de implementar a la cadena de montaje, dado que se trata de problemas estructurales intrínsecos.
Luego de analizar sus resultados junto a especialistas en la industria automotriz y ex empleados de Tesla, el banco aseguró que "muchos de los problemas tienen que ver con el ensamblado básico de partes estructurales o su montaje, por lo que será necesaria una inversión significativa en reequipamiento, además del tiempo que tendrán que paralizar la línea de montaje".
Tesla se encuentra en una carrera contrarreloj para llegar a fabricar la suficiente cantidad de vehículos que le permitirá finalmente ser rentable y a la vez satisfacer las expectativas de sus inversores, muchos de los cuales han comenzado a dudar de la verdadera capacidad de Musk de cumplir con al menos una de sus incontables y faraónicas promesas.
Luego de abrir una fábrica improvisada en una carpa adyacente a la ya existente y lograr cumplir a fines de junio y a duras penas con el objetivo de fabricar 5.000 modelos "3" en una semana, se ha hecho público que cerca de 4.300 de esas unidades necesitarán de arreglos significativos para solucionar los numerosos problemas en su ensamblado.
Fiel al estilo contestatario de Musk, representantes de la empresa salieron a desmentir la embestida de UBS. "El nivel de satisfacción de nuestros clientes por el Model 3 promedió el 90 por ciento desde enero, incluso cuando el número de automóviles entregados se ha multiplicado rápidamente" aseguraron.
"Los clientes de Tesla no deben preocuparse, en caso de no estar satisfechos con su auto al recibirlo, pueden tanto devolverlo y obtener un reembolso completo, permitirnos que solucionemos cualquier problema o recibir un Tesla completamente nuevo" concluyeron.