El director de WhatsApp, Jan Koum, planea dejar la compañía luego de enfrentamientos con Facebook, dueña del popular servicio de mensajería, que marcaron su desacuerdo a estrategias para utilizar los datos personales de los usuarios que debilitarían su encriptación, según The Washington Post, que citó a personas familiarizadas con las discusiones internas en la empresa de Mark Zuckerberg.
Aunque no se sabe en qué momento se irá de la empresa, "ha informado a ejecutivos superiores de Facebook y WhatsApp sobre su decisión, y en los últimos meses ha ido con menos frecuencia a las oficinas de WhatsApp en el campus de Facebook en Silicon Valley", observó el periódico.
Koum vendió WhatsApp —la app más popular en su rubro, con 1.500 millones de usuarios en el mundo— a Facebook en 2014, por algo más de USD 19.000 millones. Koum es el único fundador de una empresa comprada por Facebook que integra el directorio y también planea, según las mismas fuentes, dejarlo.
La seguridad de los datos de los usuarios ha sido un distintivo central desde el comienzo de la aplicación de mensajería que Koum creó junto a Brian Acton, quien se fue antes de Facebook y tras el escándalo de Cambridge Analytica, la crisis del abuso de datos de 87 millones de personas, se contó entre los que invitaban a cerrar las cuentas en la red social. WhatsApp fortaleció su compromiso con más encriptación en 2016.
"Facebook se negó a hacer declaraciones", aclaró The Washington Post.
La salida de Koum será muy inusual, ya que durante los dos años que ya lleva la crisis de Facebook —con noticias falsas, errores de mediciones en la publicidad, operaciones de agentes rusos y Cambridge Analytica— el directorio se ha mantenido cerrado y leal.
Según las fuentes de la empresa a las que hace referencia el periódico, la decisión de Koum precede al caso de la consultora electoral que dirigía Alexander Nix y creó perfiles electorales a partir de los datos personales de los usuarios de Facebook, para dirigir mejor los mensajes y polarizar la opinión política.
Koum y Acton, colegas en Yahoo, fundaron WhatsApp en 2009. Cinco años más tarde, con 500 millones de usuarios en el mundo, se convirtieron en multimillonarios de la noche a la mañana con la oferta de Zuckerberg. Su empresa había ganado menos de 19 millones en el momento de la compra.
La diferencia en los puntos de vista se conocía desde el comienzo, ya que dos años antes de la operación Koum y Acton hablaron negativamente de la publicidad, el modelo de negocios de Facebook: "Nadie se levanta entusiasmado por ver más publicidad, nadie se va a dormir pensando en los avisos que verá mañana", escribieron en el blog de la app de mensajería.
"Los cofundadores de WhatsApp también eran grandes creyentes en la privacidad. Se tomaron un gran trabajo para recoger la menor cantidad posible de datos de sus usuarios, solicitando sólo los números de teléfono, lo cual los puso en desacuerdo con Facebook, ávida de datos", según The Washington Post.
Como parte de los términos de la venta, aseguraron que WhatsApp permaneciese como una empresa autónoma y operase de manera independiente. "Y seguirás contando con que ningún aviso interrumpirá tus comunicaciones", escribieron en el blog, en el momento del anuncio.
Pero 18 meses más tarde "Facebook empujó a WhatsApp a que cambiara sus términos de servicio para darle a la red social acceso a los números de teléfono de sus usuarios, junto con datos como qué dispositivos y qué sistemas operativos usaban", explicó la nota.
Acton y Koum aceptaron que Facebook recomendara que los contactos de los usuarios de WhatsApp se convirtieran an amigos de Facebook, y eso permitió que la compañía mayor comenzara a juntar más datos personales. Esos cambios permitieron que los anunciantes llevaran la lista de teléfonos al sistema de publicidad de la red social, para encontrar nuevo público.
"El servicio todavía no tiene avisos, pero WhatsApp se ha embarcado en experimentos para ganar dinero: en enero Facebook presentó una herramienta, WhatsApp Business, para permitir que los negocios creen un perfil y envíen mensajes a sus clientes en WhatsApp. Los fundadores también chocaron con Facebook con respecto a construir un sistema de pagos móviles en la India".
La Comisión Europea multó a Facebook por USD 122 millones debido a que hizo declaraciones "engañosas" al describir el acuerdo con WhatsApp para su aprobación en el territorio de la Unión Europea. Acton se fue —aportó USD 50 millones a otra app de mensajería encriptada, Signal— y Koum, se cree, se desgastó en las discusiones.
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