A fines de febrero la cuenta de Instagram Viral Hippo publicó un cuadrado negro. En 24 horas cosechó 1.500 'me gusta', entre ellos de un influencer verificado al que siguen 228.000 personas, algunos comercios y páginas de viajes. Un comentario decía "Me encanta esta foto, realmente".
Viral Hippo es una cuenta que BuzzFeed News creó para denunciar cómo se crea falsa interacción y adhesión de usuarios verdaderos en la red social de fotos y videos. Un cuadrado amarillo consiguió casi el doble de likes que el cuadrado negro y un diagrama de los senos nasales humanos logró 1.400.
"Se trata de gente real pero no de likes reales: ninguno de ellos clickeó en el botón 'me gusta' personalmente", explicó el sitio en un artículo. "En cambio, utilizaron un servicio pago que automáticamente da like y comenta por ellos en otras publicaciones. Instagram dice que está en contra de sus términos de servicio, pero sigue funcionando".
El servicio que relevó BuzzFeed se llama Fuelgram. "Por unos pocos dólares por mes y acceso a tus credenciales usará las cuentas de todos los que pagaron eso para dar likes y comentar en tus publicaciones, y usará las tuyas para hacerlo en las de ellos", describió.
Fuelgram, entonces, crea interacción y adhesión falsa de cuentas reales de Instagram. La herramienta "hace que las publicaciones parezcan más populares de lo que son, y engaña al algoritmo de Instagram para que las expanda aun más, a veces directamente hasta la preeminente pestaña Explorar del servicio".
Una bloguera de moda, Eliza Armand, explicó que Fuelgram le da una exposición adicional valiosa. "Puede significar más ingresos publicitarios, o la oportunidad de un contrato para modelar o para una gira, o más consultas de negocios", explicó el artículo. Fuelgram y otras herramientas similares, que también existen en Facebook y Telegram, se imponen entre los que quieren más visibilidad en internet.
Otro entrevistado, Kent Heckel, tiene en su casa una granja de clicks (bot farm) que da likes desde cuentas de Instagram abiertas en los Estados Unidos a sus propias cuentas y a los de cinco clientes. Su bot farm, un pequeño programa, opera 2.900 cuentas de Instagram —cuyos datos compró en un grupo de Telegram— y puede dar hasta tres "me gusta" por segundo. En abril ganó USD 12.000. Heckel cree que Instagram ha establecido las reglas del juego.
"No son sólo los bots y los hackers rusos, son chicos de 22 años en los dormitorios universitarios, influencers de todos los tamaños y colores", dijo a BuzzFeed. "El daño ya está hecho, en un nivel muy amplio porque nada es genuino".
Los servicios más útiles de Fuelgram se llaman Autorounds y Fuelgroups, y para entrar a cada uno hay que revelar nombre de usuario y clave en Instagram. Para participar en Autoround se pagan USD 15 y se publica a determinadas horas del día. "Cada vez que publicas, cientos de tus colegas participantes en Autoround dan like a tu publicación, y tu cuenta les da likes a sus publicaciones a su vez", explicó el texto.
Los propietarios de Fuelgram argumentaron a los periodistas de BuzzFeed que su servicio era legítimo y no violaba la política de Instagram, pues la interacción y adhesión no es totalmente automatizada y sus algoritmos llevan las publicaciones a un océano de miles de cuentas humanas en el mundo. Heckel desconfió: "Mandan 10.000 likes por segundo".
Para participar en Fuelgroups —que además de los 'me gusta' manda comentarios— hace falta tener un mínimo de 1.000 seguidores. Heckel tiene una de más de 100.000, @Photo, que participa de Fuelgroup y gana cientos de dólares semanales, según el dueño, por menciones pagas.
Heckel cree que Fuelgram y otras herramientas similares son clave para su éxito. "@Photo pasó de cero seguidores a 100.000 en menos de seis meses. Los bots tuvieron un papel en ese crecimiento". También el Viral Hippo de los periodistas creció: en los dos primeros días de "ser fortalecida con falsos seguidores, falsos 'me gusta' y falsos comentarios", según BuzzFeed, entró a Fuelgroup. "Pronto siguieron los comentarios, que elogiaban las publicaciones con entusiasmo sin que importase su contenido".
Algunas marcas aparecieron en publicaciones pagas recargadas por Fuelgram, publicó el sitio. Las publicaciones pagas van de USD 500 a USD 3.000 por aparición, agregó.
Gabe Madway, vocero de Instagram, dijo a los periodistas de BuzzFeed que "la actividad fraudulenta es mala para todos" y que la red de fotos "tiene un fuerte incentivo para prevenir esta clase de comportamiento", pero se negó a responder si la compañía —que, como Facebook, pertenece a Mark Zuckerberg— desactivaría Fuelgram.
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