El edificio "más oscuro del mundo" -tal como fue caracterizado- está en Corea del Sur. Se trata del Pabellón que instaló Hyundai en la ciudad de PyeongChang, en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018.
Tiene paredes de 10 metros de alto y 35 metros de largo. El exterior fue recubierto con una pintura en aerosol derivada del Vantablack, que absorbe el 99% de la luz visible, con lo cual genera un efecto de total oscuridad.
Esta pintura, que fue desarrollada por Surrey NanoSystems, está basada en el material Vantablack, presentado en 2016.
Esa versión original del producto está compuesta por millones de nanotubos de carbono alineados de manera vertical. Cada uno de esos tubos tiene un diámetro de 20 nanómetros (unas 3.5oo veces menor que el grosor de un cabello humano) y una longitud de entre 14 y 50 micrones (cada micrón equivale a 0,001 milímetros).
Cuando la luz ingresa en esta red, queda atrapada y rebota hasta que se disipa en forma de calor. Colocar este producto era un proceso bastante complejo, pero esta versión en aerosol es más sencilla de utilizar y también genera un efecto de total oscuridad.
A lo largo de la fachada, hay pequeñas luces que simulan ser estrellas sobre ese manto negro que crea este novedoso material.
"Desde la distancia, la estructura parece una ventana que mira a las profundidades del espacio exterior", explicó Asif Khan, que estuvo a cargo del diseño del edificio, según publicó la revista de Dezeen.
"Al ingresar en el edificio, se siente como si uno fuera absorbido por una nube de oscuridad", añadió el diseñador.
El interior es completamente opuesto: el tono que impera es el blanco brillante. Allí hay una instalación acuática, con 25 mil gotas de agua fluyen a lo largo de las superficie.
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