Cuando Facebook anunció, a 13 días del comienzo de 2018, que sus usuarios verían cada vez menos noticias en su muro, las acciones de la compañía cayeron. Desde que se supo que se priorizarán los contenidos que comparten los amigos y los familiares, en detrimento de la información de los medios, las marcas (aun de aquellas cuentas favoritas) y las instituciones, la red social recibió una enorme cantidad de críticas.
Una de las más duras provino de uno de sus inversores más antiguos: Roger McNamee, quien no solo es un conocedor del mercado tecnológico (también fue un inversor temprano en Google), sino que fungió como mentor de Zuckerberg. Y cree que eliminar la información no ayuda a hacer que en Facebook haya menos noticias falsas, ni que el sitio deje de generar adicción.
"Facebook está hecha a medida para que abusen los actores con malas intenciones, y excepto que la empresa tome medidas inmediatas, deberíamos esperar mucho más de lo mismo, incluidas interferencias en las próximas elecciones", escribió McNamee en The Washington Post, uno de los medios internacionales donde le ofreció a su "amigo" —como calificó al fundador de la red social— una hoja de ruta para proteger la democracia.
Porque, advirtió, la falta de crítica deja a los usuarios en peligro, y los anuncios acerca de la de eliminación de las noticias para promover más "interacciones significativas", como intenta la empresa, "sirve muy poco", detalló en The Guardian.
Los cambios llegaron luego de meses de rumores —aunque la empresa los negó— de que eliminaría las noticias porque, aunque actualmente las dos terceras partes de los estadounidenses se informan en las redes sociales, el beneficio económico de ese tráfico tuvo consecuencias indeseables, como la investigación sobre la injerencia de Rusia, mediante cuentas en la red y contenidos falsos, en las elecciones presidenciales que ganó Donald Trump.
Sin embargo, la revista Vanity Fair recordó que el experimento de sacar las noticias del muro de los usuarios y llevarlos a un feed aparte, llamado "Explorar", causó efectos negativos en los seis países donde se hizo, Bolivia, Guatemala, Eslovaquia, Serbia, Sri Lanka y Camboya: "Al mismo tiempo se limitó el público de los medios de noticias legítimas y se aumentó la diseminación de noticias falsas".
En todo caso, eso resolvería uno de los problemas legales que enfrenta Facebook: "Es una forma conveniente de que Facebook pase la culpa de su algoritmo a los amigos y las familias", quienes serán quienes multipliquen las noticias falsas, y ya no el filtro de la plataforma.
Las modificaciones anunciadas no recurren al confinamiento de los contenidos de medios, marcas e instituciones en "Explorar", pero tienen en común que "favorecen las publicaciones de amigos y familiares por encima de los sitios profesionales", señaló The New York Times. Y dio un ejemplo de hasta qué punto salió mal el experimento en uno de los países, Eslovaquia.
“Gracias a la negligencia de Facebook, 126 millones de estadounidenses fueron expuestos a la manipulación rusa, y la mayoría no lo advierte”, dijo el mentor de Mark Zuckerberg e inversor temprano de la red social, Roger McNamee
En diciembre de 2017 una noticia falsa comenzó a circular en Facebook.
"Un hombre musulmán le había agradecido a un buen samaritano por haberle devuelto su billetera perdida, y le había advertido que estaba planeado un ataque terrorista que se realizaría en un mercado en Navidad", detalló el periódico.
Lejos de agradecer la amabilidad del musulmán, las redes se ofuscaron contra las personas que practican esa religión, a la que asociaban sin matices con el terrorismo islámico.
"La historia inventada circuló tanto que la policía local emitió un comunicado para decir que era mentira. Pero cuando quizo publicar su advertencia en Facebook, la policía encontró que el mensaje —a diferencia de la noticia falsa que iba a combatir— ya no aparecía en el muro [de los usuarios] porque provenía de una cuenta oficial".
En Bolivia, medios críticos del presidente Evo Morales se han visto muy afectados. Página Siete, uno de los pocos que investiga al Gobierno instalado en 2006, perdió la mitad de su tráfico tras el experimento de "Explorar". Cuando el editor de la web, Rodolfo Huallpa, intentó comunicarse con Facebook, no encontró un interlocutor. Solo pudo llenar un formulario en línea para consultas. "Recibió una respuesta automática", detalló The New York Times.
La editora web de Los Tiempos, el periódico principal de Cochabamba, Fabiola Chambi, teme que la disminución de las noticias tengan como consecuencia "una mayor polarización en un país ya dividido por la ideología", según el periódico.
También en Bolivia, en ocasión de las elecciones judiciales de diciembre de 2017, aumentaron las noticias falsas. "Una publicación muy compartida en Facebook que decía ser de un funcionario electoral decía que los votos solo serían válidos si se marcaba una X junto al nombre del candidato. Otra dijo que el Gobierno había puesto en los puestos de votación lapiceras con tinta que se podía borrar", ilustró.
En The Guardian, McNamee dijo que Facebook es la mayor de sus inversiones y que, por eso mismo, lleva 15 meses advirtiéndoles a Zuckerberg y Sheryl Sandberg, la directora de operaciones de la compañía, que "el daño que la plataforma ha causado mediante la adicción y la explotación que hacen los factores nocivos" puede causar pérdida económica en el corto plazo, pero también garantizar la lealtad de los usuarios.
"Las mismas herramientas que hacen que Facebook sea tan adictiva para los usuarios y tan efectivas para los anunciantes son peligrosas en las manos de actores con malas intenciones", agregó en The Washington Post. "Y gracias a la automatización, actualmente Facebook no puede prevenir el daño. Va a volver a suceder, una y otra vez, hasta que tome medidas enérgicas".
Por último, McNamee dijo que la red social les debe una disculpa personal a sus usuarios: "Gracias a la negligencia de Facebook, 126 millones de estadounidenses fueron expuestos a la manipulación rusa, y la mayoría no lo advierte". También sugirió que Zuckerberg se presentara voluntariamente a dar testimonio en una audiencia abierta ante el Congreso.
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