El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sentenció este miércoles que Uber es una empresa de transporte y no una plataforma digital, por lo que las autoridades nacionales pueden exigirle licencias como las que se les requieren a los profesionales del taxi.
"El Tribunal de Justicia estima que debe considerarse que este servicio de intermediación forma parte integrante de un servicio global cuyo elemento principal es un servicio de transporte y, por lo tanto, que no responde a la calificación de 'servicio de la sociedad de la información', sino a la de 'servicio en el ámbito de los transportes'", según indicó el TJUE en un comunicado de prensa.
En consecuencia, corresponde "a los Estados miembros regular las condiciones de prestación de estos servicios, siempre que se respeten las normas generales del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea", agregó la Corte, llamada a dirimir sobre la cuestión a partir de una denuncia por supuesta competencia desleal de taxistas de Barcelona.
La justicia europea respondió así a un enigma que varios países del mundo intentan resolver presionados por sus agrupaciones nacionales de taxistas.
Este tipo de plataformas, que ofrecen precios más bajos por el mismo servicio, está en el punto de mira de taxistas de todo el planeta desde España a Brasil, pasando por El Salvador, acusadas de competencia desleal.
La asociación Élite Taxi de Barcelona (noreste de España) llevó en 2014 a Uber Spain ante un tribunal de Barcelona que, antes de pronunciarse, pidió al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que determine la naturaleza de la actividad de Uber.
En la víspera de la decisión, Uber consideró que la situación no cambiará "en la mayoría de los países de la UE" donde ya operan en virtud de la legislación de transporte nacional, indicó a la AFP una portavoz de la compañía estadounidense.
La decisión afectará "a la capacidad de la UE de garantizar" que los países "no restrinjan de manera indebida los servicios en línea", estimó por su parte Jakob Kucharczyk, portavoz de la Asociación de la Industria de la Computación y las Comunicaciones.
Más tribunales
Aunque el alcance del fallo del alto tribunal es europeo, la decisión será seguida a nivel mundial, mientras que la plataforma, que opera en más de 600 ciudades, enfrenta resistencias en la mayoría de ellas.
En Brasil, el Senado devolvió en noviembre al Congreso de los Diputados un proyecto de ley para encuadrar sus actividades, aunque dejando fuera la exigencia inicial de que las autoridades municipales tuvieran que dar una licencia a estas aplicaciones.
Ese mismo mes, un tribunal laboral de Londres, donde la compañía estadounidense está también amenazada de perder su licencia, falló que la empresa debía considerar como empleados a sus conductores, a quienes tenían que pagarles así el salario mínimo.
La imagen de la empresa estadounidense se deterioró en las últimas semanas, después que los datos de 57 millones de usuarios en todo el mundo fueron pirateados a fines de 2016, un pirateo investigado por la justicia estadounidense y por otras autoridades en Europa.
(Con información de AFP y EFE)
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