El proceso de fabricación del quinto de los siete espejos que conformarán el telescopio más grande del mundo, que se ubicará en Chile, ya se ha iniciado, según informa la Organización Telescopio Magallanes Gigante (GMTO, por sus siglas en inglés).
Para conseguir uno de estos espejos, se necesitan fundir casi 20 toneladas de vidrio, fabricado específicamente en Japón, que se derrite en un horno giratorio para después ser enfriado y pulido antes de ser ubicado en el complejo que se localiza en la Cordillera de los Andes (Chile).
El proyecto, cuya apertura se fijó en 2021 y que se inauguró en 2015, buscará estudiar planetas fuera de nuestro sistema solar y analizar la formación de las galaxias y "descubrimientos innovadores de astronomía", indicó el doctor Robert N. Shelton, presidente de GMTO.
La fundición se llevará a cabo en el Laboratorio de Espejos Richard F. Caris, de la Universidad de Arizona (UA), donde el vidrio llegará a alcanzar una temperatura de 1.165 grados centígrados durante cuatro horas para luego enfriarse durante tres meses con un ritmo de giro más lento que durante la fundición.
Ya hay un espejo acabado y los otros tres se encuentran en etapas más avanzadas, ya que el segundo está recibiendo en su parte frontal su tratamiento de pulido fino, mientras que al tercero le aplicarán el pulido grueso en su parte delantera, el mismo proceso que seguirá el espejo cuarto y central del aparato.
Una vez finalizados se enviarán a la ubicación del complejo astronómico en los Andes chilenos, en uno de los enclaves más destacados para abordar estos estudios, tal y como resaltaron desde GMTO
"Es un esfuerzo monumental, y el telescopio estará entre las iniciativas científicas financiadas con fondos privados más grandes de nuestros tiempos", afirmó Taft Armandroff, profesor de Astronomía y director del Observatorio McDonald de la Universidad de Texas en Austin, y vicepresidente de Directorio de GMTO.
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