Combate "a muerte" entre robots gigantes, la apuesta "deportiva" del futuro

A través de la plataforma Twich se trasmitió el martes por la noche una pelea entre enormes robots manejados por humanos

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El combate se emitió en diferido, pues se extendió durante varios días, y contó con la presencia del narrador de artes marciales mixtas (MMA) Mike Goldberg y la experta en robótica Saura Naderi como comentarista. No hubo testigos más allá de los equipos y el personal de producción
El combate se emitió en diferido, pues se extendió durante varios días, y contó con la presencia del narrador de artes marciales mixtas (MMA) Mike Goldberg y la experta en robótica Saura Naderi como comentarista. No hubo testigos más allá de los equipos y el personal de producción

Como si de protagonistas de la saga "Transformers" se tratara, robots humanoides gigantes se enfrentaron por primera vez en un "duelo a muerte" en un proyecto que pretende convertirse en una modalidad "deportiva" con millones de seguidores.

Ese furor por la aportación de los japoneses al género de la animación, lo apuestan desde Hayward (California) los responsables de la empresa de tecnología robótica Megabots, que sueñan con llenar estadios para ver a estas moles destruyéndose como si de una película, videojuego o la imaginación de un niño se tratara.

El cofundador de MegaBots Matt Oehrlein explica que ya están en negociaciones con empresas para que patrocinen y emitan este campeonato de combates de robots manejados por humanos.

Inicios de una batalla robótica

Todo comenzó hace dos años, cuando en el verano de 2015 Oehrlein y el otro cofundador de la firma, Gui Cavalcanti, desafiaron a los japoneses de Suidobashi Heavy Industry en un vídeo que pronto se hizo viral y donde se le concedía a los japoneses la posibilidad de elegir el lugar de la batalla.

Los nipones optaron por una planta de acero abandonada para acoger este duelo en el que MegaBots presentó dos robots: Iron Glory, de 6 toneladas, 4,5 metros de altura y 24 caballos, y Eagle Prime, un "monstruo" de 12 toneladas de peso, 4,8 metros de altura y 430 caballos de potencia.

Al otro lado del "ring", Suidobashi mejoró para la ocasión su robot Kuratas, de aspecto mucho más pulido y moderno que el de sus rivales y con 6,5 toneladas, 3,9 metros de altura y 87 caballos de potencia.

El primer duelo se definió por la rapidez de Kuratas, que logró derribar de un golpe seco a un Iron Glory. Sin embargo, el robot nipón, poco pudo hacer en el cuerpo a cuerpo al que le sometió. El robot estadounidense hizo valer su sierra mecánica para acabar con su rival, en esta primera entrega de combates que se acababa si uno de los dos robots quedaba "noqueado", "discapacitado" o el piloto se rendía.

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