“No hay nada como colaborar para que las personas consigan esa sensación de poder y de capacidad, más que nada porque nos pone a todos en un lugar de igualdad y justicia social, que a veces es difícil de ver en muchos rincones del país”. Quien habla es Sergio Moreno, tiene 50 años y hace 16 que dirige la Fundación Oficios, desde su proceso de creación. Lleva la mitad de su vida dedicado a construir alternativas de progreso en el mundo del trabajo. “Para las personas que no tuvieron las mismas oportunidades que yo”, dice. La fundación terminó recientemente su primer curso para formar mujeres en la conducción de camiones, una iniciativa que apunta a reducir brechas de desigualdad en los ingresos y en el acceso a empleos formales.
La Fundación Oficios es una organización sin fines de lucro que promueve la inserción sociolaboral y nació por iniciativa de la empresa de desarrollos inmobiliarios Eidico. Desde 2006, ofrece formación integral en oficios, a través del respeto, la empatía y el valor de las personas. Con sus sedes centrales en Benavídez y Rincón de Milberg (Tigre, provincia de Buenos Aires), organiza actividades y capacitaciones con título oficial en distintos puntos del país junto a empresas, emprendedores, municipios e instituciones.
“Desde 2017 llevamos adelante en la ciudad de Rojas, cabecera del partido con el mismo nombre, en la provincia de Buenos Aires, el proyecto Aprender+. Son cursos cuatrimestrales de oficios en el municipio, con el apoyo de la empresa Bayer y junto a la municipalidad. En el marco de este programa, unimos voluntades con la empresa local Transporte Mis Nietos para crear el curso “Introducción al manejo de camiones”. Fue con los vehículos de la empresa, en su predio. La capacitación se hizo para tramos de campo a planta. Los viajes son dentro del partido de Rojas”, explica Moreno.
La habilitación profesional que otorga esta capacitación está dentro del partido y se llama de punto a punto. Quien posee esta licencia puede, por ejemplo, ir con el camión desde una empresa de transporte a una planta, desde ahí a un campo para retirar cereal y transportarlo a otra planta en el municipio o trabajar para una empresa de logística.
Por qué mujeres
El curso nació de una combinación de necesidades y posibilidades. Por un lado, en algunas empresas refieren descuidos de los choferes con respecto a los bienes de capital. Por el otro, para Mis Nietos, capacitar y contratar mujeres ya había dado muy buenos resultados: responsabilidad, calidad en el servicio, mejoras en el índice de consumo de combustible, menos incidentes, cuidado y trabajo colaborativo.
En ese contexto, Oficios organizó una convocatoria en la que indicó cuál era la remuneración ofrecida en el mercado por los puestos a cubrir y los requisitos excluyentes (saber manejar y tener registro de conducir al día). Otros requerimientos tenían que ver con horarios disponibles para trabajar, el peso corporal y la condición física. Es una actividad de mucha responsabilidad, que involucra físicamente a las personas, ya que tienen que manejar camiones de gran peso, además de colocar las tapas de la carga.
El objetivo de este curso fue que las egresadas estuvieran en condiciones de presentarse a rendir el examen de ampliación del registro de conducir necesario para el desempeño profesional y pudieran trabajar conduciendo un camión dentro de Rojas. Se presentaron 40 interesadas; quedaron 20 alumnas, que era el cupo del curso. Además, las capacitadoras fueron mayoritariamente mujeres. Tres conductoras que ya trabajaban para la transportista, más un varón, fueron el equipo a cargo de la formación.
Durante la cursada, las alumnas aprendieron sobre técnicas de conducción, seguridad del vehículo, legislación laboral, un método japonés de gestión llamado 5S, conducción racional y prevención de accidentes. El curso empezó el 2 de agosto de 2022 y terminó los primeros días de diciembre, con un mes de teoría y casi tres de práctica. Solo una asistente abandonó, por cuestiones personales.
El 5S se basa en cinco procesos básicos que apuntan a mejorar el control de calidad en las organizaciones: eliminar, ordenar, limpiar, estandarizar y disciplina (seiri, seiton, seiso, seiketsu, shitsuke). En su momento, el modelo fue adoptado por los fundadores de Toyota para la mejora continua en la cadena de manufactura y apunta a reducir movimientos innecesarios en el flujo de la actividad, la desorganización de herramientas y la falta de seguridad en los puestos de trabajo.
Un dato no menor es que esta capacitación se dictó de 14:00 a 16:30, que es un horario conveniente para muchas mujeres. Históricamente, los cursos para el trabajo son a la noche, lo que la mayoría de las veces―dependiendo de su dinámica familiar― imposibilita que participen. “Por eso creemos que dar cursos en ese horario es clave y tuvimos la suerte de que las mujeres que lo dictan no estaban en temporada alta de trabajo”, cuenta Moreno.
Crear oportunidades
Adriana Pajón tiene 42 años y vive en Rojas. “Desde septiembre del año pasado que estaba sin trabajo, por eso decidí hacer dos cursos; uno de ellos fue el de chofer de camión. Esta capacitación nos dio la oportunidad a personas como yo, que nunca nos habíamos subido a un camión, de estar en contacto con esta herramienta y descubrir esta profesión tan valiosa para nuestro país. Fue un curso innovador que me dio la posibilidad de cumplir un desafío que jamás había imaginado”, cuenta.
Alejandro Ottaviani y Candela Machado son los coordinadores de la Fundación Oficios en Rojas. “El curso de choferes mujeres se creó por una necesidad real. Por acá la economía la mueve el campo. La empresa Mis Nietos, pieza fundamental de este curso, fue pionera en poner tres mujeres al volante en la campaña de Bayer, conduciendo camiones chaleros”, cuenta Machado que tiene 52 años, es cocinera y trabaja en Bayer en temporada en el secado del maíz.
Los resultados de aquella contratación de choferes mujeres para conducir los camiones que transportan el maíz cosechado fueron muy positivos. “Tuvieron un desempeño impresionante dentro de la empresa. Ellas dieron la capacitación teórica y práctica en el curso”, explica Raúl Calvet, que forma parte de Mis Nietos, junto a su padre Oscar y su hermano Carlos. Oscar es el fundador; hoy sigue yendo a la empresa a las 5 de la mañana a ver cómo cargan los camiones ―Mis Nietos retira un subproducto de la planta María Eugenia de Bayer― y estuvo presente en el dictado del curso.
La denominada zona núcleo de la provincia de Buenos Aires está integrada por 22 partidos que incluye a Rojas y cuenta con las mejores tierras fértiles para la explotación agropecuaria, tanto de cereales como de oleaginosas.
Ottaviani también vive en esta ciudad. Tiene 49 años, es analista de sistemas, trabaja como profesor y en el terreno de las soluciones informáticas. En 2017, con la primera edición de Aprender+, empezó a enseñar computación y habilidades digitales en Oficios. Hoy es coordinador general de las capacitaciones para Rojas y sus alrededores. “Vimos que las mujeres conducían camiones con muy buenos resultados y puntuación. Decidimos que era el momento de brindar esta capacitación que no existía. Diseñamos este curso desde el principio hasta el final; analizamos qué es lo que debe conocer alguien que maneja un camión. Por suerte pudimos contar con nuestras tres instructoras”.
María Julieta Roldán (teoría y práctica), Verónica García y Yanina Mafioly (práctica), pioneras en la conducción de camiones en su ciudad, trabajaron junto a Leonardo Ramírez, el instructor que les enseñó a ellas.. Ensus capacitaciones, Oficios parte de la base de que los mejores docentes son los que hacen bien su trabajo y se animan a compartirlo. Por eso invitó a este grupo a impartir el curso desde otra mirada: la de una mujer. En Oficios, los profesores no son elegidos al azar. Son personas que pueden transmitir algo que ellos mismos lograron en su vida.
Educación para el trabajo
Para diseñar sus cursos, en un primer momento la fundación visita a vecinos y empresas locales para escuchar cuáles son las necesidades.
“Solo planteamos cursos que generen una solución a las demandas que detectamos; apuntamos al problema concreto. Si vamos a capacitar a alguien, tenemos que hacerlo en algo que tenga una aplicación real e inmediata”, aclara Ottaviani.
El curso de conductoras de camiones apuntó a que egresaran listas para el mercado de trabajo, a cubrir una demanda y ofrecer una salida laboral concreta y de calidad que les permitiera ganar mejor. Muchas mujeres suelen ser sostén de familia y buscan alternativas para mejorar su realidad. En este caso, se trata de un trabajo sacrificado, pero con muy buena remuneración.
Ante una posibilidad laboral que exceda los límites de Rojas, ahora las egresadas cuentan con las herramientas para hacer cursos nacionales adicionales o solicitar otras categorías de licencias y/o la licencia nacional de transporte interjurisdiccional.
Reducir brechas de género
Los rubros del transporte, almacenamiento y comunicación suelen ser sectores masculinizados de la economía. En general, estos son los que mejores ingresos generan, mientras que en los sectores más feminizados (trabajo en casas particulares, servicios sociales y de salud) la remuneración es menor y, además, fueron los más golpeados por la pandemia. La industria de la construcción es el sector más masculinizado y el servicio doméstico es el más feminizado: las condiciones de trabajo y la remuneración de ambos son muy diferentes.
La equidad de género no pasa solamente por igual remuneración en igual trabajo, sino también por desmasculinizar o feminizar los sectores de la economía más dinámicos y que generan mejores ingresos.
Los objetivos para reducir brechas son hoy la inserción en sectores de rápido crecimiento, mejor remuneración y condiciones más formales de empleo.
En el informe Recuperación económica de la Mesa Federal de Políticas Económicas con perspectiva de género ―elaborado por la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género (DNEIyG), en base a datos de la encuesta permanente de hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC) 2021― al analizar la feminización y masculinización por sector laboral, se señala que “los sectores considerados estratégicos para el desarrollo porque dinamizan la economía, por el nivel de inversión que reciben y los salarios que ofrecen, entre otras variables, están fuertemente masculinizados”. Para graficarlo, explica que en la construcción los varones son el 96,9 %; en la industria manufacturera, el 67,0 %; en las actividades primarias, el 87,6 %; en el transporte, el 87,4 % y en el sector energético, el 90,7 %. “Para que la recuperación contribuya a cerrar brechas estructurales de género y mejore las perspectivas de empleo de las mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que es indispensable la inserción de mujeres y diversidades en los sectores más dinámicos de la economía, que son también los más masculinizados”, explica.
El curso”Introducción al manejo de camiones” de Oficios es una propuesta que ofrece una solución a una coyuntura de demanda laboral y apuesta al empleo de calidad para mujeres, en términos de ingreso.
Resultados alentadores
La respuesta al curso fue muy buena. “No tuvimos desgranamiento”, explica Ottaviani. “Empezaron las mismas personas que terminaron salvo una. Esto también tiene que ver con poder leer las soluciones reales que hacen falta”.
Moreno destaca el entusiasmo y la sensación de logro personal que transmitía cada una de las asistentes cuando bajaba del camión o después de haber practicado maniobras específicas. “Tanto en la teoría como en las prácticas, respondieron muy bien y consiguieron el carnet profesional antes de que terminara el curso; lo gestionaron en su municipio”, cuenta. Durante la capacitación, ya había empresas interesadas en las alumnas que estaban cursando, pero la política fue que completaran el curso antes de iniciar un proceso de búsqueda laboral.
“Fueron cuatro meses intensos y se recibieron 19 mujeres maravillosas, empoderadas, que ahora esperan trabajar”, dice Machado. “La concurrencia, la permanencia y la efectividad del aprendizaje fueron increíbles. Para mí, fue como gestar un hijo, ya que viví la experiencia desde adentro y tengo claro que las mujeres nos merecemos oportunidades laborales bien remuneradas y poder salir de los estereotipos”.
Los organizadores reciben muchos llamados de dueños de camiones que quieren probar con mujeres al volante. La demanda de choferes de camión, sobre todo pospandemia, es una realidad. “Estamos orgullosos de haber sido los pioneros en este curso”, cuentan.
Raúl Calvet hace hincapié en la empatía, la habilidad de trabajar en equipo, la disciplina, el compromiso y la concentración que se necesitan a la hora de manipular camiones. “Superamos las dudas y temores originales y fue una experiencia excelente e innovadora. Sería crucial que estas buenas prácticas se puedan replicar y plasmar en diferentes partes del país, para que más mujeres puedan sumar esta herramienta a la hora de ir en búsqueda de un trabajo de calidad”, dice.
Pajón se suma a este deseo: “Ojalá este proyecto pueda replicarse en diferentes lugares del país y que las mujeres sigamos haciendo historia”.
Oficios ya fue contactada por varias empresas de logística para repetir el curso.
Uno de los desafíos actuales para la fundación es sostener la capacitación y conseguir docentes, que sean camionero/as y se animen a dar clases. “Aportamos una solución a un problema que hasta ahora los empresarios no lograban resolver. Por ser una fundación, a veces no se nos percibe como especialistas en la formación para el trabajo. Hay que terminar de cambiar ese paradigma”, explica Moreno. “La solución es que vean y analicen los resultados. Nosotros garantizamos que las personas que pasan por el curso cuenten con la formación necesaria para poder manejar el camión, así como los vínculos que se derivan del trabajo, sumando valor”.
Cuando Oficios lanza capacitaciones disruptivas como esta, en menos de dos horas se cubren los cupos y queda gente en lista de espera. Hay una demanda que no logra cubrir y por eso insisten en la necesidad de replicar capacitaciones tanto desde Oficios, como desde donde haya voluntad y profesionalismo para hacerlo.
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Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones para América Latina, una alianza entre INFOBAE y RED/ACCIÓN