Viladecans es una pequeña ciudad de 66 mil habitantes en el área metropolitana de Barcelona. Su crecimiento demográfico en las últimas décadas y la transformación de las actividades económicas son dos características de esta población de la comarca del Bajo Llobregat. Era un pueblo de tradición agrícola y se convirtió en un polo que combina industria y modernización. En este sentido, desde el ayuntamiento, se promueven acciones orientadas al crecimiento desde una perspectiva de sostenibilidad. Entre ellos, el Proyecto Vilawatt, que se creó en 2019 y recientemente fue reconocido en la novena edición de los Premios a las Buenas Prácticas por el Clima de la Red Española de Ciudades por el Clima (FEMP), con el primer puesto en la categoría de transición energética.
Vilawatt es un operador energético con un formato de partenariado público-privado-ciudadano (PPCP, por sus siglas en inglés).
Su estructura, entonces, está conformada por ciudadanos, empresas y el ayuntamiento. Su objetivo es lograr una gestión más eficiente de la energía. La colaboración entre el sector público y privado, o el partenariado, es una herramienta de gestión que trata de dar respuestas a problemas complejos y representar diversos grupos de interés. Con esta estructura de gestión, el Gobierno tiene como objetivo generar impactos reales que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.
Este PPCP está formado por el Ayuntamiento de Viladecans, el área metropolitana de Barcelona y dos organizaciones de la sociedad civil: la Asociación Ciudadana para la Transición Energética y la Asociación de Empresas y Comerciantes para la Transición Energética. Actualmente, el Ayuntamiento tiene el 80 % de los derechos y obligaciones del consorcio y el área metropolitana de Barcelona tiene otro 10 %, mientras que el 10 % restante lo tienen las dos asociaciones.
Vilawatt nació con cuatro objetivos: suministrar energía 100 % renovable, ofrecer asesoramiento energético a la ciudadanía para que pueda reducir su consumo, financiar la rehabilitación energética de edificios para reducir su gasto y crear una moneda local asociada al ahorro energético, el vilawatt. De lo que cada usuario ahorra mensualmente en energía, el 50 % se transforma en un bono en vilawatts que puede gastarse en los comercios del municipio. El otro 50% lo reinvierte el ayuntamiento, por ejemplo, en la rehabilitación energética de edificios. La energía de Vilawatt proviene de fuentes renovables. La empresa mixta la adquiere al por mayor al operador catalán Aura.
Edificios rehabilitados
Uno de los ejes principales del modelo de Vilawatt es la rehabilitación energética de edificios residenciales en el distrito de Montserratina, un barrio obrero densamente poblado en donde vive el 30 % de los habitantes de Viladecans, con un PIB un 15 % inferior a la media de la ciudad. La mayoría de estas construcciones son de la década del setenta, no estaban aisladas térmicamente y eran energéticamente deficientes. El proyecto comenzó con la rehabilitación energética de tres edificios, que fueron monitoreados durante todo el proceso.
Hasta el momento se rehabilitaron 60 viviendas con la financiación del programa. La inversión fue de 1.1 millones de euros por parte del Ayuntamiento y los socios Vilawatt y otros 4.2 millones aportados por la Unión Europea.
Vilawatt es uno de los tres proyectos elegidos por la UE en su primera convocatoria de la iniciativa Urban Innovative Actions de 2016, para impulsar proyectos municipales innovadores sobre transición energética. Las propuestas escogidas, de entre 113 candidaturas, fueron las de Viladecans, París y Gotemburgo.
Desde 2008, Viladecans es una de las firmantes del Pacto de Alcaldes, un compromiso oficial, iniciativa de la UE, para que las ciudades adheridas avancen hacia una política energética sostenible. Ante la creciente proliferación de los gases de efecto invernadero, la UE puso también en marcha en 2014 el Pacto de Alcaldes y Alcaldesas por la Adaptación, en el que las ciudades adheridas se comprometen a tomar medidas como respuesta ante el cambio climático.
La misión del proyecto a largo plazo es fomentar el autoconsumo, mediante la instalación de placas solares. “El objetivo es producir energía propia, tanto en los tejados de edificios municipales como en los particulares, para intentar impulsar así la transición energética en el municipio”, explicó el teniente de alcalde de Movilidad Urbana, Residuos y Medio Natural Jordi Mazón en El Periódico de España.
La moneda local
El proyecto comenzó a funcionar en 2019 y ya cuenta con más de 500 asociados. Una de las herramientas de gestión más innovadoras fue la creación de la moneda local digital vinculada al ahorro energético que busca fomentar y dinamizar el consumo responsable y de proximidad. “Se basa en dinero electrónico, que es el medio de pago digital con más seguridad jurídica hoy en día. El dinero electrónico tiene las mismas garantías legales y financieras que una cuenta corriente bancaria”, sostienen desde la empresa.
En la página institucional de la empresa se explican los alcances de la moneda. La definen como un sistema “de carácter local y complementario que permite realizar pagos entre personas, entidades, comercios, empresas y administraciones públicas”. Solo puede usarse en Viladecans y no pretende sustituir al euro, sino que circula de forma paralela. Tiene una relación de equivalencia con la moneda europea: 1 vilawatt = 1 euro.
Cuando un usuario tiene un saldo de vilawatts, lo puede usar en cualquiera de los comercios o empresas adheridas, haciendo el pago con la aplicación móvil. El comercio que ha recibido los vilawatts los puede usar para pagar a sus proveedores, a sus empleados o las tasas municipales. Para la circulación es indispensable que los receptores también sean usuarios de vilawatt. Ya son más de 400 negocios de la localidad catalana que reciben la moneda local.
La innovación se premia
El premio que recibió Vilacans por parte de la Federación Española de Municipios y Provincias reconoce la acción local relacionada con la transición energética y la adaptación al cambio climático. La novena edición de estos premios a las Buenas Prácticas por el Clima se llevó a cabo el pasado 23 de septiembre en Málaga. El alcalde de Viladecans Carles Ruiz recibió el galardón. En esta edición se presentaron 73 proyectos de 45 entidades.
La UE valoró que “el proyecto fuese innovador y experimental para introducir soluciones, para mejorar la eficiencia y reducir la dependencia de las energías fósiles, así como también la implicación activa de la ciudadanía en la iniciativa”.
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Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones para América Latina, una alianza entre INFOBAE y RED/ACCIÓN.