Cómo los nativos kipsigis de Kenia le devolvieron la vida a un bosque plantando 90.000 árboles

Los árboles autóctonos del bosque de Chepalungu se estaban perdiendo por la tala indiscriminada; y, con ellos, una forma de vida. Así que la comunidad decidió replantar su bosque histórico y logró en dos años y medio restaurar más de 160 de las 4800 hectáreas de tierra arrasada. En este y otros programas de reforestación, los actores locales tienen un papel central

Guardar

Chepalungu: un bosque en Kenia, un pulmón verde cercano a una reserva nacional llamada Maasai Mara, un refugio para la vida silvestre y para la comunidad del pueblo kipsigi. En los últimos quince años el bosque fue destruido y los árboles fueron talados como resultado del caos postelectoral que sacudió al país en 2007 y 2008. Durante esas escaramuzas, taladores ilegales mataron a un guardabosques, lo que llevó a otros a huir de la zona. Desde entonces, el ecosistema no pudo regenerarse, principalmente debido a la presión de —de nuevo— los humanos: el pastoreo, la producción de carbón y la recolección de leña de los pocos árboles y arbustos que quedan asfixian a la naturaleza local.

Estas actividades han puesto en peligro la integridad del bosque y, como resultado, han disminuido la disponibilidad de recursos hídricos para la población local y otras poblaciones río abajo. Las áreas que alguna vez fueron verdes se están convirtiendo en matorrales y pastizales, con especies de árboles nativas reemplazadas por una proliferación de invasoras. La desaparición del olivo silvestre africano, el cedro, el palo maloliente rojo y el nandi llama es un golpe también para la forma de vida de los kipsigis. Para ellos, el bosque es fuente de hierbas y plantas para medicinas y ceremonias. Por eso ahora la comunidd está desempeñando un papel central en devolverle la vida al Chepalungu.

Las áreas que alguna vez fueron verdes se estaban convirtiendo en matorrales y pastizales, y en lugar de especies de árboles nativas proliferaron las invasoras
Las áreas que alguna vez fueron verdes se estaban convirtiendo en matorrales y pastizales, y en lugar de especies de árboles nativas proliferaron las invasoras

La historia de la destrucción se inició con un ejército de comerciantes de madera y carbón que operaron con impunidad y taló todos los árboles gigantes. Después de que el último tocó el suelo, fueron por los más pequeños. Los árboles que no se podían convertir en madera fueron cortados para obtener carbón. Los animales cuyo hogar era el bosque fueron cazados: antílopes, babuinos, hienas, conejos, ardillas y zorros. Los arroyos se secaron. Los patrones climáticos generales cambiaron. Las lluvias que solían llegar alrededor de abril desaparecieron.

Pero en 2008 —poco después— Joseph Towett, un anciano conservacionista, estableció la Asociación Forestal Comunitaria Chepalungu Apex, que está administrada por habitantes locales y busca reintroducir especies de árboles perdidas. La comunidad se involucró y ya logró restaurar más de 160 hectáreas de tierra y volver a cubrirlas de árboles. El trabajo por hacer es largo: el bosque se extiende a lo largo de 4.871 hectáreas (divididas en dos bloques: Siongiroi y Kapchumbe).

Al involucrarse en la plantación de árboles, la comunidad ya logró restaurar más de 160 hectáreas de tierra y volver a cubrirlas de árboles
Al involucrarse en la plantación de árboles, la comunidad ya logró restaurar más de 160 hectáreas de tierra y volver a cubrirlas de árboles

Los aldeanos kipsigis asumieron la responsabilidad colectiva de administrar la plantación de árboles. “Cuando la comunidad descubrió que estaba perdiendo un aspecto muy importante del medio ambiente, comenzó a involucrarse activamente en la conservación”, dijo uno de los líderes kipsigis, David Sigei, al diario inglés The Guardian. “Sin estas plantas, nuestras ceremonias carecen de autenticidad y esto plantea un gran problema para nosotros”. Además, durante el confinamiento por la COVID-19, en Kenia, menos personas pudieron acceder a los centros de salud y muchas recurrieron a las plantas medicinales tradicionales, lo que llevó a la comunidad a intensificar los esfuerzos para preservar y plantar árboles.

Ahora el gobierno local (del condado de Bomet) prioriza la entrega gratuita de plántulas de especies autóctonas para las comunidades de Chepalungu. “Hemos establecido una base de datos de especies de árboles autóctonos extintos e insistimos en comprar más de estas que semillas exóticas”, dijo a The Guardian Gilbert Korir, oficial de medio ambiente del condado.

Desde noviembre de 2019 se sembraron más de 90.000 plántulas de árboles, con una tasa de supervivencia de alrededor del 80 %.

Las plántulas son propagadas por comunidades coordinadas por la Asociación Forestal Comunitaria de Chepalungu, con seis exploradores comunitarios que monitorean la actividad. Además de la siembra, en junio de 2020 se erigió una valla de 4,7 km a lo largo del perímetro del bloque Siongiroi —de 1.733 hectáreas— para que pueda regenerarse por sí solo. Había un antecedente: una pequeña parte que fue vallada por la Autoridad Nacional de Gestión Ambiental en 2015 se regeneró por sí sola.

Una parte del bosque que fue vallada por la Autoridad Nacional de Gestión Ambiental en 2015 se regeneró por sí sola
Una parte del bosque que fue vallada por la Autoridad Nacional de Gestión Ambiental en 2015 se regeneró por sí sola

El bosque es supervisado por el Servicio Forestal de Kenia, con la ayuda de organizaciones internacionales como la World Wide Foundation (WWF) y el Servicio Forestal de los Estados Unidos. La colaboración entre los socios garantiza que desempeñen funciones complementarias y con la contribución de la comunidad el proyecto superó su objetivo.

Y aunque la crisis climática es otra amenaza (no poder prever las precipitaciones es el mayor desafío para los programas de restauración), Ousseynou Ndoye, coordinador regional para África Occidental y Central en la iniciativa de Restauración del Paisaje Forestal Africano —que busca revivir 100 millones de hectáreas de tierra en África para 2030—, enfatizó ante The Guardian la importancia de las pequeñas comunidades: “Restauran áreas pequeñas de bosques y tierras degradadas que, cuando se suman, se vuelven muy significativas. Los actores locales son los que implementan la restauración del paisaje forestal sobre el terreno”.

___

Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones para América Latina, una alianza entre INFOBAE y RED/ACCIÓN.

Guardar

Últimas Noticias

Una radio comunitaria nacida en Vicente López les da voz a jóvenes y adultos con discapacidad

Creada en 2015 por la Asociación de Padres de Adentro para el Mundo, sostiene una grilla que incluye programas en vivo y en su sede se hacen talleres para aprender a hacer radio. Se escucha online, tiene su estudio en la casa de una voluntaria y se sostiene de manera autogestiva y con aportes privados. Además de ofrecer una imagen positiva y realista del colectivo de la discapacidad, Radio Capa es el lugar en donde varias personas descubrieron su vocación y encontraron el espacio para explorar los temas que les interesan, como el arte o la poesía
Una radio comunitaria nacida en Vicente López les da voz a jóvenes y adultos con discapacidad

Ciudades 8-80: cómo pensar espacios públicos para todas las edades

En Dallas, una autopista que dividía el suburbio del centro se transformó en un oasis verde con actividades y espacios para toda la población. En las afueras de Lima, un parque abandonado fue reformado por los vecinos y vecinas después de haber escuchado los deseos de niñas y niños del barrio de Villa Clorinda. Estas experiencias figuran en dos guías con recomendaciones para hacer ciudades más amigables para las infancias y los adultos mayores, es decir, que estén bien tanto para una persona de 8 como para una de 80 años
Ciudades 8-80: cómo pensar espacios públicos para todas las edades

Una cooperativa capacita a empleados bancarios para que atiendan en Lengua de Señas Argentina a personas sordas

En Buenas Manos dicta un curso enfocado específicamente en trámites que se realizan en los bancos. Empleados reconocen su utilidad y cómo el curso los ayudó a tener más empatía con la población sorda. No solo se enseña esta lengua, sino también conceptos de inclusión y las mejores formas de atender a quienes tienen discapacidad auditiva
Una cooperativa capacita a empleados bancarios para que atiendan en Lengua de Señas Argentina a personas sordas

En Rosario se inauguró el primer mural en braille y planean una “plaza sensorial”

Está en la fachada del Centro de Rehabilitación Luis Braille y tiene la frase “¿Diferentes? ¡Todos!”. Fue realizado con gemas, que “simbolizan el valor de la lectoescritura”, explica la directora Mariel Massari. La institución proyecta junto a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario un espacio público que incluirá sonidos y aromas
En Rosario se inauguró el primer mural en braille y planean una “plaza sensorial”

En Luján, una escuela gratuita de oficios textiles ofrece formación de calidad y promueve la economía circular

Con la premisa de “sumar trabajo para restar pobreza”, en un año y medio De La Nada Asociación Civil hizo cuatro capacitaciones dictadas por profesionales en diseño y tecnología textil para 59 mujeres de General Rodríguez y Luján. Esta organización promueve un trabajo articulado al que ya se sumaron 21 empresas, ONG e instituciones educativas. Sus primeras trece egresadas ya confeccionaron 5.200 productos con descartes textiles y generaron ingresos propios y para sostener la escuela
En Luján, una escuela gratuita de oficios textiles ofrece formación de calidad y promueve la economía circular
MÁS NOTICIAS