Todos los días, Adriana Nieva se encarga de cuidar la huerta que tiene en su casa. Ella vive junto a sus dos hijos de 15 y 19 años en Miraflores, Chaco. “Es muy importante poder producir verduras. Te salva de gastos innecesarios en la verdulería y se come más sano”, expresa esta mujer de 41 años que mejora su huerta con consejos que toma de la aplicación móvil Kokue, un desarrollo de la Asociación Cultural para el Desarrollo Integral (ACDI). Este proyecto tiene como objetivo mitigar el efecto del cambio climático en las comunidades rurales mediante el uso de prácticas agroecológicas que incluyen la diversificación de agroecosistemas y las tecnologías de la información (TI) como herramientas.
Nieva es una de los 400 productores de huertas agroecológicas de escala familiar y comunitaria a los que la organización está acompañando en sus emprendimientos. Desde que incorporó la aplicación, agregó más plantas a su huerta. Pudo producir perejil, morrón, albahaca, zapallo y zanahoria, entre otras verduras.
ACDI es una empresa social de cooperación que nació en 1990 y que tiene sede en Santa Fe. Lleva adelante proyectos que promueven el desarrollo integral de las personas. Se despliega en ocho provincias argentinas (Salta, Tucumán, Jujuy, Chaco, Santiago del Estero y Formosa), en Bolivia y en Paraguay. Forma parte del movimiento El Futuro Está en el Monte.
En 2020, ACDI desarrolló talleres formativos y productivos. En ese marco, se dictó uno de agroecología. Después de ese taller se armó una red de productores que continuaron con la huerta en su casa. “En ese momento, se acercó un equipo de investigadores italianos que detectaron que los pequeños productores dependían mucho de actores externos para gestionar y monitorear sus cultivos. Cuando el técnico estaba en territorio, sostenían la huerta, pero cuando se iba decaía la productividad o se interrumpía. Ante ese problema quisimos ver cómo darle continuidad al trabajo de los técnicos. Así, surgió la idea de Kokue”, cuenta Luciana Palacio, coordinadora del Área de Trabajo de ACDI.
Desde febrero de 2021, la aplicación está disponible para descargar desde PlayStore. En noviembre del año pasado, hubo 1.500 descargas y este año se llegó a las 2.200.
La aplicación móvil gratuita permite contar con las herramientas necesarias para la creación y monitoreo de las huertas. Ofrece consejos prácticos sobre cómo cosechar, asociar cultivos o realizar biopreparados; brinda alertas de clima y recetas de cocina, entre otras secciones. “Kokue le permite al usuario acceder desde el teléfono a fichas técnicas de los cultivos”, describe Palacio.
“Un primer desafío fue acercar a los productores a la tecnología. Las aplicaciones no eran de uso tan cotidiano. Otro desafío es la conectividad, por eso, se buscó que la información pudiera ser accesible offline”, agrega.
Este proyecto es financiado por el Ministerio Federal de Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania, organismo que está comprometido con el fortalecimiento de la acción sobre el clima y la biodiversidad en todo el mundo a través de su iniciativa climática (IKI).
Hoy la aplicación brinda conocimientos específicos sobre agroecología, herramientas para generar una huerta resiliente y consejos para mejorar la productividad del suelo. “Se van a incorporar nuevas secciones: por ejemplo, una que permita la interacción social, como un foro en el que se pueda conversar con otros usuarios y compartir experiencias”, adelanta Palacio.
Autoconsumo y economía familiar
ACDI cuenta con 17 promotores familiares que se capacitan con el equipo técnico de la organización y luego transfieren el conocimiento a los productores. “Ellos contribuyen a que se puedan apropiar de la herramienta”, dice Palacio.
Pamela Dorao acompaña a 35 familias en Lamadrid, Tucumán. Tiene 26 años y es técnica en Higiene y Seguridad. “Empecé a trabajar en ACDI en agosto de 2017 para un proyecto de protección social. Tomé el rol de acompañante familiar”, relata. Por la pandemia, hace las visitas una vez por mes, pero se mantiene conectada por WhatsApp.
Dorao cuenta que las verduras de las huertas familiares se destinan principalmente al autoconsumo. En algunos pocos casos, también se comercializan entre vecinos.
“Uno de los cambios que veo es que las familias organizan mejor la huerta. Analizan más dónde poner cada planta, de acuerdo a la necesidad de sol y de sombra”, dice la promotora familiar.
Dorao señala que antes las familias usaban químicos para evitar que los insectos invadieran la huerta. Pero con la aplicación pudieron aprender a hacer preparados caseros, con insumos de fácil acceso, para combatir insectos como la babosa, la chinche, la cochinilla o los hongos. Una de las consultas más frecuentes es cómo combatir las hormigas. La receta incluida en Kokue tuvo grandes resultados para los productores que han podido prepararla y aplicarla en sus huertas. Otro de los preparados que tuvo buena repercusión fue el que combate los pulgones.
También hay fórmulas para fortalecer los cultivos y abonar la tierra: abono verde, compostaje, estiércol, purín de ortiga, entre otros. De esta manera, los productores se informan sobre cómo mantener un suelo vivo con procesos biológicos de materiales orgánicos.
Soledad Polo tiene 36 años, vive con sus padres, un hermano y su hija de 12 años en el sudeste de Tucumán. Trabaja en una pequeña fábrica local y, en su casa, hace arreglos de costura para vecinos de la zona. Además, sostiene junto a su familia una huerta que le permite tener un puesto informal en una calle céntrica del poblado, donde comercializan su producción de verduras y de ají molido artesanal. Por otro lado, participan todos los domingos de la feria local, donde obtienen un ingreso más.
Con la aplicación, esta pequeña productora también pudo aumentar y diversificar su huerta, accedió a conocimientos sobre cómo asociar los cultivos y aprovechar el suelo de la manera más eficiente posible. En el teléfono, en la palma de la mano, encontró la posibilidad de hacer crecer el proyecto de economía familiar. Una huerta que hoy es más verde, más diversa y más valiosa.
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Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones para América Latina, una alianza entre INFOBAE y RED/ACCIÓN