Alrededor de 60 pesos en la tarjeta y un celular inteligente: estas dos cosas son suficientes para lograr que un niño o niña que pasa hambre tenga garantizado un plato de comida en cualquier parte del mundo. Esto es lo que propone ShareTheMeal, una aplicación del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) que les permite a las personas “compartir sus comidas” con familias que lo necesitan.
En 2014, los berlineses Sebastian Stricker y Bernhard Kowatsch, dos emprendedores sociales especialistas en innovación, crearon ShareTheMeal. El punto de partida ―explican― fue caer en la cuenta de que “en realidad es muy barato dar de comer a un niño durante un día”. El desafío era buscar la forma de que fuera sencillo, como hacer un clic. Pensaron que más gente estaría dispuesta a ayudar si hubiera una manera fácil de hacerlo y encontraron una solución innovadora: una aplicación que hace del hambre una causa global y colectiva.
La plataforma fue fundada como start-up independiente y resultó un éxito. Muy pronto, el proyecto recibió donaciones de diferentes voluntarios y el apoyo del Acelerador de Innovación del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, cuyo ambicioso objetivo es acabar con el hambre en el mundo para 2030.
En 2015, Stricker y Kowatsch hicieron una prueba piloto de la herramienta en Alemania, Austria y Suiza y lograron proporcionar 1,8 millón de comidas escolares a niños en Lesotho (África). Ese mismo año, lanzaron la aplicación en todo el mundo para dispositivos iOS y Android. Desde entonces, la comunidad ShareTheMeal no paró de crecer. Hoy cuenta con 6.140.332 usuarios y usuarias que hasta el momento compartieron más de 125 millones de platos de comida en más de 30 países en desarrollo.
Cómo funciona
La aplicación es de descarga gratuita y muy fácil de navegar. Cada usuario o usuaria puede elegir cuánto dinero donar ―lo mínimo son 60 pesos argentinos o 0,80 dólares, que es el valor estimado para la comida de un día― y hacia dónde se destinará su donación en función del objetivo: “Ayuda a las familias afectadas por el conflicto en Afganistán”, “Ayuda a las familias afectadas por la sequía en Madagascar”, “Alimenta a niños en edad escolar en Nicaragua”, “Alimenta a niños en todo el mundo”, “Apoya a los refugiados en Jordania” o “Comparte con familias de Siria” son algunas de las opciones que propone ShareTheMeal.
El Programa Mundial de Alimentos recibe los fondos y proporciona las comidas, según el proyecto que corresponda. El 62 % de cada donación alimenta directamente a las familias necesitadas y el resto cubre los costos de la organización y es reinvertido en el crecimiento y correcto funcionamiento de la app.
Más de 700 millones de personas pasan hambre
La aplicación muestra cómo cada clic aporta a la lucha contra el hambre. Permite programar donaciones mensuales y hacer seguimientos: el usuario puede elegir la opción de destinar sus aportes a una familia o a una persona en particular y hacer un seguimiento de su situación. También hay desafíos grupales para que más personas se sumen a la comunidad.
¿Por qué el hambre? es una pregunta frecuente en la plataforma de ShareTheMeal. En el diagnóstico y en la búsqueda de soluciones está la respuesta.
La coyuntura mundial actual es crítica. En su informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirma que en los últimos seis años, “no se ha progresado en garantizar el acceso a alimentos seguros, nutritivos y suficientes para todas las personas (meta 2.1 de los objetivos para el desarrollo sostenible) ni para erradicar todas las formas de malnutrición (meta 2.2)”. Los factores que ralentizan este progreso ―indica― son los conflictos, el cambio climático y las desaceleraciones y recesiones económicas, particularmente en los lugares donde la desigualdad es alta. A esto se le suma la pandemia de COVID-19 que tuvo efectos en la seguridad alimentaria y agrandó las brechas de desigualdad en el mapa mundial.
Según la FAO, en 2020, entre 720 y 811 millones de personas sufrieron hambre. Aún con los esfuerzos actuales por cambiar el tablero, se proyecta alrededor de 660 millones en esta situación para 2030: “30 millones de personas más que en un escenario en el que la pandemia no se hubiera producido”. Para ese año, resume, “el número de personas que enfrentan el hambre puede ser casi el doble de la población actual de los Estados Unidos o el triple que la de Brasil”.
“En un mundo en el cual producimos suficiente comida como para alimentar a todas las personas, 811 millones de ellas siguen yéndose a dormir con el estómago vacío todas las noches”, señala en su página oficial el PMA, la iniciativa humanitaria contra el hambre más grande del mundo. Cada año, asiste a más de 86 millones de personas en alrededor de 83 países: salva y cambia vidas, entrega asistencia alimentaria en emergencias, trabaja con comunidades para mejorar la nutrición y desarrollar la resiliencia, todo financiado 100 % por voluntarios.
El hambre y la desnutrición son problemas estructurales que, además de la salud, tienen consecuencias en áreas de desarrollo como la educación y el empleo. Por eso, las prioridades de este programa son lograr la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover una agricultura sostenible. Pero, para lograrlo, es necesario contar con la colaboración de millones ―personas, Gobiernos, empresas―, un esfuerzo que parece enorme y, sin embargo, puede simplificarse.
ShareTheMeal no reemplaza las políticas contra el hambre, lo que hace es contribuir a gestionar las donaciones y darle la posibilidad de colaborar a la ciudadanía: agrupa donantes, crea comunidad, distribuye las donaciones entre causas puntuales y hace pública la información sobre el destino de los fondos.
Una iniciativa de alto impacto
“El hambre es totalmente solucionable. Con 0,70 euros, podemos alimentar a un niño por un día e invertir en ayudar a más niños necesitados”, es el llamado a la acción de la app. En seis años, ShareTheMeal logró tener un alto impacto social. Contribuyó en algunas de las crisis alimentarias más grandes del mundo ―incluyendo Yemen, Siria y Nigeria― y realizó una campaña especial en el marco de la pandemia. Por causas como estas, fue premiada por Google Play en 2017 y elegida por Apple como una de las mejores apps de 2020, entre otros reconocimientos.
Así, ShareTheMeal marca tendencia en un campo como el del software, que se inclina cada vez más hacia la búsqueda de soluciones innovadoras a problemas estructurales, y lo hace desde una filosofía participativa. Brindarle un plato de comida a alguien en situación de vulnerabilidad es definitivamente una ayuda, pero el impacto se agota en la experiencia. En cambio, muchas donaciones coordinadas, repartiéndose por el mundo al mismo tiempo y multiplicándose cada vez más, pueden generar cambios y mejorar la vida de familias enteras.
“No hay razón para no hacer esto ahora mismo”, dice la actriz y comediante estadounidense Sarah Silverman, usuaria de la aplicación, para entusiasmar a sus seguidores. Los creadores de ShareTheMeal lo entendieron perfectamente, las personas que integran su comunidad también: en el uso social de la tecnología está la diferencia. El impacto de esta iniciativa es altísimo, pero no suficiente. Se necesitan más soluciones innovadoras para luchar contra el hambre.
___
Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones para América Latina, una alianza entre INFOBAE y RED/ACCIÓN