Los mil proyectos de un arquitecto para transformar su barrio: la ex-Villa 31

Recién recibido, César Sanabria les presentó a las autoridades un plan maestro que incluye ampliar calles y tender puentes. Prepara una edición de charlas TEDx en el Barrio Mugica y reclama conectividad a internet en igualdad de condiciones con el resto de la ciudad

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César Sanabria se dio cuenta de que el Barrio Mugica (ex-Villa 31) necesitaba seriamente un hospital de mediana complejidad cuando vio a un hombre que había sido apuñalado y se estaba desangrando. Ya habían llamado a la ambulancia pero no llegaba por la estrechez de los pasillos y las callejuelas que le impedían el paso y, por otro lado, porque toda ambulancia debe entrar al barrio junto a un patrullero y eso puede demorar su arribo. Sanabria y otros vecinos subieron al herido a un carrito de un cartonero y, a toda prisa, lo llevaron hasta una calle amplia donde por fin la ambulancia pudo recogerlo. Pero el hombre no sobrevivió. “Esa postal nunca se me va a borrar de la cabeza”, dice ahora Sanabria, “y eso me motivó a diseñar el proyecto de un hospital y a presentarlo al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.

No es el único proyecto que presentó (también llevó —y vio concretados, a diferencia del hospital— el de un centro de formación profesional y el de un centro de primera infancia para niños de 45 días a 3 años). Y él no es un vecino más del que también es conocido como Barrio 31: Sanabria es delegado vecinal, arquitecto (se recibió en la Universidad de Buenos Aires en mayo de este año), gerente de Programación de una radio, estudiante de Periodismo, guardia de seguridad de la sede que tiene en el barrio Scholas Occurrentes (la fundación del Papa Francisco), miembro de la Asociación Civil Los Principitos de Retiro (que administra dos comedores) y organizador de la primera charla TEDx de un barrio popular argentino (que tendrá lugar el 28 de octubre en la cancha de Güemes, uno de los barrios internos de Mugica, cerca de la terminal de ómnibus).

Sanabria (de rojo) y el
Sanabria (de rojo) y el equipo docente de la cátedra de Arquitectura de la que forma parte. (Imagen: gentileza)

En 1986, cuando su padre perdió el trabajo como encargado de un edificio de Palermo, la familia Sanabria se asentó en la zona de Güemes (donde no había construcciones de varios pisos como hoy, sino casas de chapa y madera). Ahora César está escribiendo un libro sobre el barrio. Título, La 31: una historia de resistencia.

El nombre oficial de su barrio hoy es Mugica, pero a esas 40 hectáreas habitadas por entre 40.000 (cifra oficial municipal) y 70.000 personas (censo interno de los delegados políticos) también se las sigue conociendo como Villa 31. La Legislatura porteña aprobó en diciembre de 2020, luego de un proceso participativo con vecinos, una ley que formalizó los nombres de todas las calles (son 69) y espacios públicos, lo que facilita la búsqueda laboral y los trámites, mejora el acceso de los servicios y evita las confusiones (había números de casa y de manzana repetidos para distintos domicilios). Es parte de una transformación que se inició en diciembre de 2009, cuando se legisló la urbanización de la Villa 31, pero aún falta mucho por hacer. “El 90 por ciento de la obra de infraestructura está hecha: agua, cloacas, saneamiento”, dice Sanabria, “pero los problemas que hay son de acceso, porque el barrio tiene que tener apertura de calles para que ingresen medios de auxilio como ambulancias y bomberos. También tenemos que solucionar el tema de los cables aéreos: hay una gran demanda energética en épocas invernales y de calor extremo y frecuentemente se producen incendios. Otro tema es el déficit estructural de muchas viviendas”.

Conoce bien de lo que habla, tiene un proyecto con maestros mayores de obra y estudiantes de Arquitectura de otros barrios populares (llamado Nütram, que en lengua mapuche significa “arte, historia, cultura”) y de hecho se recibió con el diseño de un master plan para que el barrio se incorporara a la trama urbana del resto de la ciudad.

“La solución pasa por superar las barreras físicas”, sigue. “Por ejemplo, hay que hacer puentes que conecten con Recoleta”. En la materia Arquitectura—Diseño (cátedra ex-Gaite, taller D’ Andrea—Gómez Diz) es docente desde 2015. “Encontramos diferentes problemas con la urbanización porque este es un caso único y especial. Hay que trabajar en territorio y muchas veces se dificulta. Otro de los problemas es la falta de conectividad de internet, que el Estado debe atender y resolver. No tenemos acceso a una buena cobertura y el único servicio, Arnet, es de una velocidad de tres megas. Hay también cooperativas que ofrecen el servicio, pero al tener que invertir para ofrecerlo, el precio final es muy caro y pagamos el doble de lo que se paga en el resto de la ciudad. Necesitamos empresas que inviertan en el barrio y sabemos que nosotros tenemos que tener derechos y obligaciones; entre ellas, la de pagar impuestos que hoy no se están pagando”.

Sanabria le muestra su plan
Sanabria le muestra su plan de urbanización del Barrio Mugica al exministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo. (Imagen: gentileza)

Sanabria sigue viviendo con su madre (Ramona Sanabria, que con su trabajo como empleada doméstica lo ayudó a estudiar y cuyos valores él quiere transmitir), en la misma casa que construyó su padre. Nunca pensó en irse de esta parte del mundo. “Me quiero quedar para transformarlo, es un barrio complejo”, dice. “Tengo que poner a disposición de mi comunidad todo lo que aprendí en la universidad. Porque tengo tres familias: mi primera familia es la de sangre, mi segunda familia es este barrio y mi tercera familia es la Universidad de Buenos Aires, que me dio la posibilidad de acceder a una educación superior y gratuita. Antes tenía conocimientos prácticos como albañil, que me enseñó mi viejo levantando y revocando una pared, y ahora ya tengo conocimientos técnicos. Quiero que mi barrio sea uno más en la ciudad y la ley de urbanización ya está, pero concretarla va a llevar su tiempo. Ahora tenemos dos escuelas nuevas y la sede del Ministerio de Educación (de la Ciudad), y de acá a un tiempo vamos a ver el efecto de esto. Hoy tenemos casi el 60 por ciento de deserción en el nivel educativo medio: un número enorme. Pero trabajando en la calidad educativa vamos a tener más profesionales en el barrio y con eso vamos a transformar su historia”.

TEDx en el Barrio Mugica:
TEDx en el Barrio Mugica: los dos organizadores (Imagen: gentileza)

Hace tres años, con ese mismo espíritu (y luego de ver a Mayra Arena en su charla TED titulada “¿Qué tienen los pobres en la cabeza?”), a Sanabria se le ocurrió hacer una TEDx en su territorio. Buscó el formulario para iniciar el trámite y lo envió a la casa central de TED en Estados Unidos pero como no lo hizo en inglés, no recibió respuesta. Luego se contactó con un productor que tenía la licencia y decidieron que el lema de la charla sería “Visibilizar voces de las villas”. Hacer la charla TEDx del Barrio Mugica es su nuevo gran proyecto y está a poco de hacerse realidad. Hablarán el Padre Pepe, Damián Quilici (el escritor conocido en las redes sociales como “el Freud de la villa”) y los traperos L-Gante y la Queen, entre otros. “Queremos mostrarle al mundo que en los barrios populares también hay gente comprometida y talentosa”, dice Sanabria, soñando con la viralización de esas charlas. “No todo es negativo, ese es el mensaje”.

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Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones para América Latina, una alianza entre INFOBAE y RED/ACCIÓN

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