Tras la revelación de que tiene cáncer, la Princesa de Gales, Kate Middleton, ha comenzado a recibir numerosas muestras de afecto de todo el mundo y entre ellas, recibió el mensaje especial de una pequeña amiga, de 8 años, a quien conoció durante la pandemia mientras la niña combatía su propia batalla contra el cáncer.
En mayo de 2021, el palacio de Holyroodhouse en Edimburgo, Escocia, se convirtió en escenario de un encuentro que trascendería lo meramente ceremonioso. Allí, la Princesa de Gales, durante un acto aparentemente habitual dentro de sus responsabilidades reales, estableció un lazo emocional profundo con Mila Sneddon, una valiente niña de ocho años que, en aquel entonces, luchaba contra la leucemia. No era un simple intercambio de cortesías; era la semilla de una amistad que pronto se vería sometida a las pruebas más duras.
La conexión entre Mila y la Princesa Kate no quedó relegada a un solo encuentro. Emergió de las profundidades de experiencias compartidas sobre el dolor, la lucha y la esperanza. Fue a través del proyecto fotográfico Hold Still de la princesa, iniciado en 2020, que Mila se convirtió en el rostro de la resilencia durante la pandemia del COVID-19, separada de su familia mientras recibía quimioterapia. El vínculo se fortaleció con charlas telefónicas y un reencuentro en el concierto de villancicos navideños que Kate organizó en Westminster Abbey en diciembre de 2021. A través de gestos de complicidad y apoyo mutuo, quedó claro que esta era una amistad que iba más allá de los convencionalismos de la aristocracia y la sociedad civil.
En un giro del destino, fue Kate Middleton quien se encontró necesitando el amparo de aquellos a quienes había tendido su mano. La noticia de su diagnóstico de cáncer, revelada tras pruebas postoperatorias de una cirugía abdominal, resonó en el corazón de Mila y su familia. La niña, ahora en remisión tras una ardua batalla contra la leucemia linfoblástica aguda, contempló la revelación de su amiga princesa enfrentando la misma enfermedad con una mezcla de sorpresa y empatía. “Ella será valiente porque yo lo fui, y luchará como yo lo hice”, expresó Mila al Mirror.
Como una ironía del destino, el anuncio público de Kate coincidió con el aniversario de dos años de su remisión.
La madre de Mila, Lynda Sneddon, contó que cuando Mila se enteró de la enfermedad de Kate pidió inmediatamente contactarse. “Me dijo que quería enviarle una tarjeta y ponerse en contacto. Kate le mostró a Mila tanta compasión, cuidado y apoyo durante y después del tratamiento, por lo que Mila se sintió muy conmovida de ver que ahora ella enfrenta sus propios problemas de salud”.
“Cáncer es un club al que nadie quiere pertenecer”, se lamentó Lynda, reflejando la crudeza de una realidad que no distingue estatus, raza ni edad. Y agregó: “Estamos muy tristes de saber que se ha unido al club, pero la apoyamos completamente y le deseamos lo mejor. No tenemos más que admiración por ella por haber podido salir y contar públicamente su situación”.
Esta historia, plagada de coraje, vulnerabilidad y resiliencia, no solo simboliza la lucha individual contra el cáncer, sino que también habla de cómo los lazos humanos trascienden las posiciónes sociales. La princesa, convertida en paciente, y Mila, una sobreviviente, encarnan la lucha compartida contra el cáncer.