Qué fue demasiado efusivo, que estuvo fuera de lugar, que pareció sincero, que se notó incómodo... Tras la proclamación del Rey Federico X de Dinamarca, todo el mundo opinó sobre el efusivo beso que el monarca le dio a su esposa, la ahora reina consorte Mary Donaldson, en el balcón del castillo de Christiansborg, sede del Parlamento. Y no solo porque este acto de romanticismo entre los cónyuges estaba fuera de protocolo, sino también porque, llamativamente, semejante demostración de amor pública llegó dos meses después de que el primogénito de la reina saliente Margarita II fuera sorprendido por los paparazzis en una supuesta infidelidad.
A principios de noviembre, la revista Lecturas había publicado una serie de fotos del por entonces príncipe danés en Madrid, con la actriz Genovesa Casanova, ex de Cayetano Martínez de Irujo con quien tuvo a sus dos hijos, Amina y Luis. Según la publicación, ambos habían estado paseando sin ser reconocidos por la gente por el parque de Retiro, junto a una escolta que los seguía a una distancia prudencial, para luego disfrutar de una cena íntima y terminar pernoctando en el departamento de la mexicana.
Cabe recordar que Federico y Mary están casados desde el año 2004 y tienen cuatro hijos: Cristian, Isabel, Vicente y Josefina. Y que ella posee el mayor índice de popularidad de la familia real, con más del 83 % de opiniones positivas según un sondeo del Instituto Epinion, sobre el 79 % del nuevo rey. De hecho, hay quienes aseguran que la australiana sería, en realidad, la que manejaría los hilos del Palacio de Copenhague por su gran influencia en la población.
Por todo esto, frente a lo que amenazaba con convertirse en un verdadero escándalo, Margarita habría decidido adelantar su abdicación, la que finalmente anunció en la noche de 31 de diciembre. Y el último domingo, tras la firma del decreto con el que dejó atrás más de medio siglo en el trono frente a un Consejo de Estado, logró reunir a una multitud que se agolpó para celebrar la proclamación de su hijo en manos de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. Pero lo cierto es que toda la prensa europea está atenta, ya que no sería la primera vez Federico se habría visto involucrado en rumores de adulterio.
Nacido el 26 de mayo de 1968, el actual monarca de 55 años fue el primer hijo de la reina saliente y el Príncipe Enrique, fallecido en 2018. Su nombre de pila fue elegido de acuerdo a la costumbre familiar de llamar Federico o Christian a los herederos. Tiene un solo hermano, el Príncipe Joaquín, quien nació un año más tarde. Y desde joven tuvo que lidiar con los flashes que lo perseguían a sol y a sombra y lo incomodaba de sobremanera.
Federico cursó sus estudios primarios en Krebs Skole, un colegio privado de la capital danesa, y luego estuvo en un internado de Normandía, en Francia. Y en los años ‘90, los medios llegaron a apodarlo como el “príncipe fiestero” por su afición a los autos rápidos. Sin embargo, tras su paso por la Universidad de Aarhus, donde en 1995 logró convertirse en el primer miembro de la realeza danesa en obtener un máster de Ciencias Políticas, comenzó a ganar adeptos. De hecho, también estudió un año en Harvard, donde se matriculó como Frederik Henriksen en honor a su padre y empezó a delinear su camino al trono.
A partir de ese momento, el monarca que además maneja el idioma francés, el inglés y el alemán, hizo todo lo que estuvo a su alcance para tener la aprobación de su familia. Durante su estadía en los Estados Unidos, ganó sus galones diplomáticos sirviendo en la misión de Dinamarca ante la ONU durante varios meses en 1994. Y en 1998, fue destinado a París durante un año como primer secretario de la embajada danesa.
Lo cierto es que, además de ser un militar condecorado, Federico ha demostrado ser un gran deportista. En el cuerpo de élite Frogman de la marina, recibió el apodo de “Pingo” por su manera de nadar, ágil como un pingüino. En el 2000, formó parte de una expedición de cuatro meses y recorrió 2.795 km en trineo tirado por perros por el norte de Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca. Y, a lo largo de estos años, ha participado de múltiples maratones, tanto en Copenhague como en París y Nueva York, convirtiéndose en 2013 en el primer miembro de la realeza en competir en un Iroman y llegar a la meta en un tiempo de 10:45:32. También fue miembro del Comité Olímpico Internacional entre 2009 y 2021. Y en 2018 ha creado el Royal Run, uno de los eventos de running más convocantes de su país.
Ecologista y comprometido con el cambio climático, el actual rey está dispuesto a conquistar a las nuevas generaciones con un estilo mucho más descontracturado que el de su madre. Sin embargo, el mayor temor de la casa real tiene que ver con los “deslices” que se le adjudican al actual monarca y que en más de una oportunidad han mantenido en vilo a su madre. Y es que, empezando por la reina Margarita, Mary ha logrado ganarse el corazón de todos los daneses que no estarían dispuestos a soportar que Federico le hiciera derramar ni una lágrima.