Una vez más, el amor logró colarse por los pasillos de un palacio real para poner en jaque a los rígidos protocolos de la monarquía. Y la protagonista de este cuento, que a diferencia de muchos otros promete tener un final feliz, no es otra que la Princesa Catalina Amalia, hija mayor del Rey Guillermo Alejandro y la Reina Máxima y actual heredera de la corona de los Países Bajos. La joven, de 20 años de edad recién cumplidos (nació el 3 de diciembre de 2003), despertó la curiosidad de los paparazzi por las reiteradas visitas a Madrid que realizó en los últimos meses. Y todo indica que el motivo de sus viajes tendría nombre y apellido: Boris Sajonia-Coburgo-Gotha, más conocido como Boris de Bulgaria.
El 2023 fue bastante convulsionado para la Casa de Orange. En medio de su preparación oficial, la Princesa Amalia se había instalado en Ámsterdam para comenzar sus estudios de cara a lo que será su futuro a cargo del trono. Sin embargo, según trascendió, la mafia amenazó con secuestrarla para tratar de extorsionar a la familia real, motivo por el cual se vio obligada a volver al Palacio Huis ten Bosch de La Haya junto a sus padres y sus hermanas menores, Alexia y Ariane. Desde entonces, la joven se mostró “sin alegría de vivir”, según confesó Guillermo hace un tiempo. Y limitó al máximo sus salidas sociales.
Dadas estas circunstancias, cuando la prensa descubrió la presencia de Amalia en España, donde más allá de la custodia que no la deja ni a sol ni a sombra puede llevar una vida mucho más acorde a una muchacha de su edad, todos pensaron que se trataba solo de un intento de la futura monarca de buscar su felicidad. De hecho, en varias oportunidades, la han llegado a fotografiar paseando con amigas por la concurrida plaza de la Independencia, donde se encuentra la Puerta de Alcalá, saliendo de compras por la zona céntrica madrileña o visitando el local de Cappuccino Grand Café, que posee una terraza con vistas al parque del Retiro y es uno de sus lugares favoritos para la hora del té.
Por otra parte, aunque el gobierno neerlandés no dio ninguna comunicación al respecto asegurando que los viajes de la princesa no tenían carácter oficial, en el mes de noviembre y luego de que Amalia visitara la capital española junto con su madre, se especuló con la posibilidad de que la joven estuviera buscando una residencia para instalarse en esa ciudad en la que, todavía, su rostro puede pasar inadvertido entre la gente. Y hasta se habló de un departamento en el barrio de Salamanca, zona que en apariencia sería una de sus favoritas.
Sin embargo, luego de posar junto a su familia para la postal de Navidad, la Princesa de Orange viajó a Madrid para recibir el Año Nuevo. Y allí salió a la luz el rumor que da cuenta de que, en realidad, la muchacha estaría visitando a un “amigo especial”. ¿Quién es él? Ni más ni menos que el mayor de los dos hijos del desaparecido Príncipe Kardam de Bulgaria con la Princesa Miriam de Ungría, actualmente casada con el Príncipe Ghazi bin Muhammad de Jordania.
Según cuentan, el romance entre Amalia y Boris, escultor de 26 años de edad, habría comenzado allá por el mes de octubre, cuando ambos coincidieron en la boda de Victoria Hohenlohe, Duquesa de Medinaceli, con Maxime Corneille, que tuvo lugar en la iglesia de San Miguel, en Jerez de la Frontera. En aquella oportunidad, la joven había asistido junto a sus padres, pero se había mostrado del brazo del Príncipe de Tírnovo, nacido en Madrid y con un gran vínculo con el Palacio de la Zarzuela. El muchacho, uno de los integrantes más discretos de la realeza Europea, estuvo instalado en Londres hasta hace poco, pero habría decidido radicarse en la capital española para terminar sus estudios por lo que ambos habrían tomado esta ciudad como punto de encuentro.
De ser cierta esta información, el romance entre Amalia y Boris terminaría uniendo a las casas reales de los Países Bajos, Bulgaria y Jordania. Y aunque en principio esta relación no estaba prevista por la familia real de Orange, la Reina Máxima estaría feliz ya que mantiene una excelente relación con quien sería su consuegra. De hecho, Miriam de Ungría se han mostrado muy cercanas tanto en el la boda en la que los jóvenes habrían iniciado su vínculo, como en el casamiento de los Príncipes Hussein y Rajwa de Jordania que tuvo lugar a mediados del año pasado en Amán.
“Echo de menos la vida normal, la vida de estudiante. Andar por la calle, poder ir a una tienda”, había dicho hace un tiempo la heredera de la corona de Países Bajos, quien hace poco terminó una relación nunca oficializada con un millonario alemán un año mayor que ella, Isebrand Kaldewi, a quien había conocido en la Universidad de La Haya allá por el 2021 y con quien había viajado a Nueva York para tratar de escapar de los flashes. Ahora, la joven habría vuelto a apostar al amor con alguien que a priori tendría el visto bueno de la monarquía. No obstante, sigue sin poder entablar un noviazgo sin que este sea analizado bajo la lupa del mundo entero.