El gobierno conservador británico presentó el martes en la gran inauguración estatal del Parlamento un programa de políticas preelectorales que incluye sentencias más duras para los delincuentes y promesas de un crecimiento económico difícil de alcanzar.
El rey Carlos III leyó un discurso, escrito por el gobierno del primer ministro Rishi Sunak, en el que se describen sus planes legislativos para el próximo año.
Es casi seguro que será el último discurso de este tipo antes de una elección nacional y la primera oportunidad de Sunak de exponer importantes planes legislativos desde que se convirtió en primer ministro hace poco más de un año. La última sesión del Parlamento se inauguró en mayo de 2022, cuando Boris Johnson era primer ministro y la reina Isabel II ocupaba el trono.
Carlos se convirtió en monarca cuando su madre murió en septiembre de 2022, tras un reinado de 70 años. Rindió homenaje a “mi amada madre” al comienzo del primer discurso del Rey, y no de la Reina, desde 1951.
El discurso dio pistas sobre cómo los conservadores planean hacer campaña en unas elecciones que deben convocarse a finales de 2024. El partido ha estado en el poder desde 2010, pero las encuestas de opinión sitúan a los conservadores hasta 20 puntos por detrás del opositor Partido Laborista.
Hubo un fuerte enfoque en la ley y el orden, un área en la que los conservadores creen que tienen una ventaja sobre los laboristas de centro izquierda. El discurso incluyó un plan para sentencias más duras para delitos graves, incluidas sentencias sin libertad condicional “vida significa cadena perpetua” para personas condenadas por asesinatos sexuales o sádicos y el fin de la liberación anticipada para delincuentes sexuales graves.
El discurso, que duró poco más de 10 minutos, expuso la modesta lista de 21 proyectos de ley del gobierno, que van desde cambios en la forma en que funcionan los equipos de fútbol hasta medidas drásticas contra los bicitaxis sin licencia.
Varias leyes fueron promocionadas como “libertades Brexit” habilitadas por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, incluidas reglas de protección de datos menos estrictas para reemplazar el GDPR de la UE y una prohibición de exportar animales vivos para el sacrificio.
El gobierno también anunció planes para continuar con la flexibilización de las medidas ambientales iniciadas por Sunak cuando levantó una moratoria sobre la extracción de petróleo y gas del Mar del Norte en julio. Una ley prevista exigirá que cada año se concedan nuevas licencias de perforación de petróleo y gas en el Mar del Norte. El gobierno sostiene que eso protegerá los empleos, reducirá la dependencia británica del combustible extranjero y aumentará la seguridad energética.
Los ambientalistas y los partidos de oposición dicen que esto simplemente hará que sea más difícil para el Reino Unido hacer un cambio muy necesario a la energía renovable y cumplir su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del Reino Unido a cero para 2050.
El rey, un defensor de toda la vida de las causas verdes, no mostró ninguna emoción cuando anunció la medida. Los monarcas están obligados constitucionalmente a seguir los consejos del gobierno, y Carlos tiene prohibido expresar su opinión sobre las medidas que leyó en nombre de “mi gobierno”.
“El objetivo de mis ministros es aumentar el crecimiento económico y salvaguardar la salud y la seguridad del pueblo británico para las generaciones venideras”, dijo el rey.
Los planes económicos detallados fueron escasos, aunque el discurso incluyó legislación destinada a hacer crecer y regular sectores como la inteligencia artificial y los vehículos autónomos, y una ley para abrir el mercado británico a un grupo de naciones de la Cuenca del Pacífico como parte de un acuerdo comercial, conocido como el CPTPP, al que el Reino Unido se unió este año.
También hubo legislación para implementar el plan de Sunak para evitar que las nuevas generaciones fumen aumentando gradualmente la edad mínima para comprar tabaco, de modo que nadie que cumpla 14 años este año pueda vender cigarrillos legalmente.
Varios proyectos de ley fueron arrastrados de la última sesión, incluido uno para reforzar la protección de los inquilinos y un polémico plan para prohibir a los organismos públicos imponer “boicots a países extranjeros por motivos políticos”, una ley destinada a detener los boicots a Israel.
El discurso del rey fue la pieza central de una ceremonia de apertura parlamentaria que refleja los dos lados de la monarquía constitucional británica: la pompa real y el poder político.
El día comenzó con soldados de la guardia vestidos de escarlata registrando los sótanos del Parlamento en busca de explosivos, una referencia al complot de la pólvora de 1605 en el que rebeldes católicos liderados por Guy Fawkes intentaron volar el edificio con el rey protestante James I dentro.
El rey viajó desde el Palacio de Buckingham en un carruaje dorado tirado por caballos, pasando junto a unas pocas docenas de manifestantes antimonárquicos que sostenían carteles que decían “No es mi rey”. Leyó el discurso desde un trono dorado, vestido con la Túnica de Estado y la Corona del Estado Imperial. , con incrustaciones de casi 3.000 diamantes.
Cientos de legisladores y miembros vestidos de rojo de la Cámara de los Lores llenaron la cámara alta no electa del Parlamento para asistir al discurso. A los monarcas se les ha prohibido ingresar a la Cámara de los Comunes desde que el rey Carlos I intentó arrestar a los legisladores allí en 1642, un acto de extralimitación real que condujo a la guerra civil y al derrocamiento temporal de la monarquía.
(con información de AP)
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