Reino Unido vivió el pasado sábado 6 de mayo un día histórico, la coronación de Carlos III y Camila. Una cita que reunió en Londres a 2.200 invitados de renombre procedentes de todas las partes del mundo y con la que dio comienzo una nueva etapa en la crónica de la realeza británica. Por primera vez, la totalidad del evento fue retransmitido en vivo y en directo, lo que pudo acercar la ceremonia a millones de personas, quienes ahora también han podido ver los primeros retratos oficiales de los reyes.
La Casa Real británica ha publicado las fotografías oficiales de Carlos y Camila como soberanos. Unas instantáneas regias, protocolarias y muy formales que, sin embargo, guardan una gran cantidad de detalles que merecen la pena conocer. Así lo ha desvelado para Infobae España Virginia Vargas, socia experta de ASENOVE (Asociación Española de Comunicación no Verbal), que ha analizado al detalle tres de las instantáneas con las que los soberanos han marcado el comienzo de su reinado.
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Lo que más llama la atención de la experta es la postura corporal de la pareja. Carlos III “tiende a inclinar los hombros hacía su esposa”, lo que se interpreta como una necesidad de apoyo. Un gesto que también comparte la Reina, que también está inclinada hacia él. “Busca ese apoyo también. Se necesitan en ese momento, por la posible incomodidad que están viviendo”, desvela.
Mientras que el Rey no sonríe a la cámara, pese a estar viviendo el que se presupone es uno de los días más felices de su vida, Camila sí lo hace de manera abierta. “Nos muestra una sonrisa social, pero el ceño algo fruncido también. En esta sonrisa aparece una asimetría, pues vemos cómo un lado de la boca , está más elevado. Se aprecia además un levantamiento del labio superior, que corresponde a la emoción de ‘asco’, pero es ligera”, explica Virginia Vargas a Infobae España.
Sorprende a la experta en comunicación no verbal que el Rey no muestre sus manos, que permanecen ocultas entre sus ropajes. Si bien puede deberse a su deseo de no querer mostrar la dolencia que padece y por la que siempre las tiene hinchadas, dactilitis, en el mundo del lenguaje no verbal se puede interpretar como “desconfianza o falta de voluntad”, añade Vargas. “La mano izquierda de Camila sí aparece, pero está agarrando la capa, necesita algo a lo que aferrarse. Es una nueva búsqueda de apoyo”, dice sobre Parker-Bowles.
Tampoco pasa por alto el gesto que ambos hacen con sus cabezas: “Están ligeramente hacía abajo, mostrando sumisión al pueblo”.
Muestra de autoridad
En su fotografía individual, Carlos III aparece mostrando los símbolos de poder que le acompañaron durante la coronación: el orbe dorado, el cetro real y la corona imperial del Estado.
Con ellos muestra su autoridad, pero la forma que tiene de sujetarlos, según explica la experta de ASENOVE tienen importancia. “Los agarra con suavidad, no vemos unos dedos apretando con fuerza el cetro, no está en tensión”, indica, para añadir que su expresión facial es también “más amable y alegre que en la imagen conjunta”.
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Aún así, en esta instantánea tampoco llega a sonreír, tan solo eleva ligeramente las comisuras de los labios pues su intención es “reflejar su autoridad y mostrarla”.
Camila, incómoda
La imagen de la Reina británica llama la atención por su sonrisa, la cual Virginia Vargas describe como “social”, es decir, que no es natural sino ‘forzada’ para la fotografía. En general, se aprecia que Camila Parker-Bowles no está cómoda. “Lo más relevante de esta imagen es la postura de sus manos. Se trata de un gesto adaptador, es decir, un gesto aquellos que nos ayudan a adaptarnos a una situación determinada”.
“En este caso, es un adaptador de barrera. Se protege porque se siente incómoda. Con esto, agarrándose las manos, lo que se consigue es obtener seguridad o dominio de la situación”, sentencia la experta.