El príncipe Andrés ha vuelto a acaparar el protagonismo en un evento público muy a pesar de los deseos de la Corona británica. El polémico hijo de la reina Isabel II ha tenido un discreto papel en la coronación de su hermano, Carlos III, en la abadía de Westminster en la mañana de este sábado 6 de mayo. La Casa Real ha querido apartarle del foco principal debido a las numerosas controversias que ha protagonizado y que han empañado la imagen de la institución, pero eso no ha impedido que a su salida del Palacio de Buckingham se haya escuchado un estruendoso abucheo por parte de los ciudadanos agolpados en la avenida The Mall.
Andrés de York salía de Buckingham a primera hora de esta mañana para recorrer la escasa milla que separa el Palacio de la abadía. Al recorrer The Mall, los curiosos que se reunían a cada lado de la calle para mostrar su apoyo al nuevo rey no dudaron en expresar su rechazo al hermano de Carlos, quien actualmente es sin duda la figura más controvertida e incómoda para la Corona británica.
La acusación de abuso sexual a una menor que pesó sobre el duque de York hizo que su madre, la reina Isabel II, le condenara al ostracismo para proteger la imagen de la monarquía británica. Andrés llegó a un acuerdo económico con su presunta víctima, Virginia Giuffre, para evitar el avance judicial del caso, pero desde entonces ha seguido apartado de cualquier función relevante en la Casa Real.
Para un día tan importante como el de la coronación, Carlos III ha querido evitar cualquier polémica y ha despojado a su hermano de cualquier función formal en la ceremonia, algo que también ha hecho con otro familiar incómodo para la insitución: su hijo Harry.
Rechazo de la ciudadanía británica
Andrés y Harry han entrado juntos a la abadía de Westminster en torno a las 11:40 de la mañana, acompañados por las hijas del duque de York, Eugenia y Beatriz. Tío y sobrino no han formado parte del desfile de Carlos y Camilla hacia el templo en el que serían coronados, ni tampoco lo harán en la marcha de vuelta al Palacio de Buckingham tras la ceremonia. Los dos polémicos invitados han tenido un papel meramente testimonial en el acto de coronación, donde han ocupado la tercera fila.
Esta no es la primera vez que Andrés de York recibe el rechazo público de la ciudadanía británica. Ya en noviembre, durante el cortejo fúnebre de Isabel II, un hombre le gritó varias veces “viejo enfermo” y obligó a las autoridades a intervenir para cortar el clima de tensión que se había generado.
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