El desalojo de los duques de Sussex de Frogmore Cottage por orden del rey Carlos, generó una nueva guerra interna entre la familia real británica.
La decisión de Carlos fue respaldada por miembros de la realeza que trabaja, como su esposa, Camilla y los príncipes de Gales, mientras que la monarquía no activa como el príncipe Andrés, sus hijas Beatrice y Eugenie y los Sussex se sienten consternados por la resolución del monarca.
Una fuente comentó a The Sun, “Ahora hay una línea divisoria clara entre los miembros que trabajan de la familia real y los miembros que no trabajan como los York y los Sussex”.
La residencia fue un regalo de bodas por parte de la reina Isabel II en 2018 a su nieto Harry y su esposa Meghan. Pero luego de la publicación de la explosivas memorias del príncipe, “Spare”, Carlos decidió desalojarlos de la propiedad y ofrecérsela a su hermano caído en desgracia, el príncipe Andrés.
The Sun entiende que ha habido una avalancha de cartas y correos electrónicos entre el Palacio de Buckingham y la casa de la pareja en Montecito, California, en las últimas siete semanas.
Inicialmente, a los Sussex se les dio algunas semanas para empacar y dejar las llaves de la residencia. Pero después de tensas negociaciones, tienen hasta después de la Coronación para enviar sus pertenencias a su nuevo hogar en Estados Unidos.
Por el momento la pareja no ha recibido ningún tipo de invitación para el evento, el próximo 6 de mayo.
Una fuente le dijo al medio que “Carlos quería comenzar después de su coronación con los problemas relacionados a Harry y Meghan, y Andrés para así terminarlos. La situación se ha prolongado demasiado y quería actuar con decisión y rapidez”.
Además se cree que los Sussex podrían pedirle a la Familia Real que les devuelva el dinero que gastaron en la remodelación de Frogmore.
La pareja utilizó 2,4 millones de libras esterlinas (casi 2,9 millones de dólares) de los contribuyentes en renovaciones y pagaron una cantidad sustancial para cubrir el alquiler futuro. Pero se entiende que el desalojo acorta el contrato de arrendamiento por varios años.
Un amigo de los Sussex le dijo a medios británicos que “Todo se siente muy definitivo y como un castigo cruel. Es como si la familia quisiera sacarlos de la imagen para siempre”.
La ayuda para Andrés
Según los medios británicos, el rey habría ofrecido la recientemente desalojada vivienda a su hermano menor, el deshonrado príncipe Andrés.
El duque de York recibió la oferta de la casa en medio de su expulsión de la mansión Royal Lodge. Pero sigue decidido a permanecer en su hogar, el cual comparte con su ex esposa, Sarah Ferguson.
“Andrew se resiste a la idea de mudarse a Frogmore Cottage después de que se lo ofrecieron la semana pasada. Pero muestra que Harry y Meghan son impotentes para detener el desalojo”, explicó la fuente a The Sun.
Además Carlos planea eliminar la dádiva real de £ 250,000 (301.673 dólares) al año que su hermano obtuvo en una gran reorganización de la financiación.
Es poco probable que pueda pagar el mantenimiento de la mansión de 31 habitaciones. Sin embargo, se cree que aún no ha aceptado la oferta de mudarse.
Cabe recordar que Andrés pagó millones de dólares de compensación en un trato extrajudicial a Virginia Giuffre, quien lo acusó de abuso sexual en relación con el caso Epstein cuando era menor de edad.
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