El príncipe Harry, de 38 años, quedó “conmocionado” tras conocer que las iniciales de su abuela fueron retiradas del hombro de su uniforme militar para la guardia de honor junto al ataúd de la monarca en Westminster Hall el sábado por la noche, informó The Sunday Times. Se llegó a decir que incluso el duque de Sussex consideró usar para evitar la vergüenza mientras los ocho nietos del monarca realizaban una sombría guardia de honor.
Harry lució su uniforme militar pero sin las iniciales “ER” de la reina Isabel II. Según el Sunday Times, el hijo menor de Carlos y Lady Di estaba “devastado” por el cambio y consideró usar su traje de luto en su lugar para evitar la “humillación”.
Inicialmente, no se esperaba que Harry usara su uniforme militar, ya que fue despojado de sus títulos militares honorarios después de que dejó la vida en la realeza en 2020 y se mudó a California con su esposa Meghan Markle y sus hijos. Pero su padre, el rey Carlos III, revocó la decisión.
Al duque de York, apartado de la familia real por el caso Jeffrey Epstein, sí se le permitió conservar esas iniciales reales en su uniforme de vicealmirante el día anterior.
El cifrado también estaba presente en el uniforme del príncipe William.
William y Harry se pararon a ambos lados del ataúd de su abuela. A ellos se unieron sus primos Zara Tindall y Peter Phillips, las princesas Beatrice y Eugenie, y Lady Louise Windsor y su hermano James, el vizconde Severn, el nieto más pequeño de Isabel.
Los otros seis nietos vestían de negro riguroso similar al que ya han lucido en otros actos desde el fallecimiento de Isabel II.
Los hijos del nuevo rey Carlos III y Lady Di, que están distanciados desde 2020, permanecieron de espaldas y con la mirada baja, junto a sus primos, alrededor del ataúd de Isabel II, como hicieran sus padres la víspera en la llamada Vigilia de los Príncipes.
Según la prensa inglesa, al príncipe Harry le resultó “difícil” estar en compañía del príncipe William durante la última semana.
Los dos hermanos se han visto obligados a pasar tiempo juntos desde la muerte de su abuela.
Una fuente cercana a Harry le dijo al Sunday Times de Londres que aunque estar en compañía del otro ha sido “incómodo” para los hermanos, “todos están haciendo lo mejor que pueden”.
“Hubo algunos momentos incómodos esta semana”, dijo la fuente al Sunday Times de Londres. “Definitivamente no tengo la sensación de un acercamiento significativo más profundo o la sensación de que cosas se arreglarán”.
“Adiós, amada abuela. Fue un honor ser tus nietas y estamos muy orgullosas de ello”, escribieron en un mensaje difundido por el Palacio de Buckingham las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia. “Todos te echaremos mucho de menos”.
La imagen de William y Harry juntos, alimentan las esperanzas de una reconciliación entre hermanos, que estaban distanciados desde 2020 cuando el menor abandonó la familia real junto a su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, para instalarse en California. La ruptura se confirmó el año pasado tras una explosiva entrevista de Harry y Meghan en la que acusaban a la familia real de racismo.
El pasado domingo fueron los cuatro hijos de la reina los que realizaron la vigilia durante unos 15 minutos en torno al féretro en la Catedral de San Gil de Edimburgo.
Isabel II falleció el 8 de septiembre a los 96 años en su castillo escocés de Balmoral tras siete décadas en el poder. Tras la proclamación, dos días después, de su hijo como el nuevo rey Carlos III, los homenajes a la monarca británica más longeva continuan en Londres.
Desde el miércoles, miles de personas guardan su turno en una kilométrica fila para dar su último adiós a la única reina que la mayoría conoció hasta su muerte, en la capilla ardiente instalada en la casi milenaria sala de Westminster Hall.
Tras el funeral, un afuste trasladará el féretro por la capital británica hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner. Allí será cargado en un coche fúnebre para su último viaje al Castillo de Windsor.
Los restos de la monarca reposarán en la capilla del rey Jorge VI, donde yacen los de su padre y su madre, así como las cenizas de su hermana Margarita y su difunto marido Felipe, fallecido en abril de 2021.
Encargado por Isabel II para albergar el féretro de su padre, el rey Jorge VI, el “memorial” se acabó de construir en 1969.
La muerte del rey a los 56 años, en febrero de 1952, fue tan repentina que no se había designado un lugar especial para sus restos.
Jorge VI permaneció en la cripta real hasta que se completó el “memorial”.
Seguir leyendo: