Hussein de Jordania, un rey enamoradizo y con suerte: se casó cuatro veces y escapó a 20 intentos de asesinato

Hace setenta años, el 11 de agosto de 1952, un adolescente de 16 años asumía el trono de Jordania. A lo largo de su ajetreada vida tuvo varios apodos. Por su habilidad política fue llamado el “príncipe valiente”; por su sucesión de reinas, “el rey playboy”; y por su fortuna al salir indemne de los atentados en su contra, “el rey sobreviviente”

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Hussein es recordado como hombre de paz, como el monarca que construyó su nación en un desierto con una mezcla de tribus y refugiados, pero también como el seductor que se casó cuatro veces
Hussein es recordado como hombre de paz, como el monarca que construyó su nación en un desierto con una mezcla de tribus y refugiados, pero también como el seductor que se casó cuatro veces

A los 16 años, la mayoría de los adolescentes tienen permitido sacar su licencia de conducir y en algunos países pueden votar a sus autoridades. A los 16, todavía no terminaron la etapa secundaria, se les prohíbe beber alcohol, no pueden comprar propiedades, ni viajar al exterior o casarse sin la autorización de sus padres. Pero el 11 de agosto de 1952, un adolescente de 16 años fue coronado rey de Jordania. El muchacho decidiría el destino de un trozo de mundo donde también se encuentra Israel, los territorios palestinos, Irak, El Líbano, Siria y Arabia Saudí, una zona que a veces es paraíso y otras, infierno. Un lugar que fue la cuna de las grandes civilizaciones pero vive atravesada por guerras internas, externas y eternas.

Hussein bin Talal nació el 14 de noviembre de 1935. Hijo del príncipe heredero del Emirato de Transjordania creció con los privilegios de su clase. Estudió en Aman bajo la dirección personal de su abuelo, el rey Abd Allah, siguió en Alejandría (Egipto) y terminó su formación militar y universitaria en el Reino Unido.

Hussein no temía al riesgo, conducía sus propios aviones pero también se animó a encarar un difícil proceso de paz con Israel sin el respaldo de otros países árabes.
Hussein no temía al riesgo, conducía sus propios aviones pero también se animó a encarar un difícil proceso de paz con Israel sin el respaldo de otros países árabes.

El 20 de mayo de 1951 su abuelo y rey, le pidió que lo acompañara a una mezquita en Jerusalén. Cuatro días antes había sido asesinado en Aman el primer ministro libanés y asistirían a una ceremonia en su honor. Esperaban a que comenzara la ceremonia cuando un activista palestino disparó contra ellos. Su abuelo murió, él se salvó. La única medalla que lucía en su uniforme desvió la bala destinada a su corazón.

Casi un años después, el 11 de agosto de 1952 y con apenas 16 años Hussein fue coronado rey. Una suma de factores o de baraka, como los musulmanes llaman a esa mezcla de azar y conexión entre lo divino y lo humano jugó a su favor. Su padre Talal debió abdicar al trono, declarado incapacitado para reinar por el Parlamento, por padecer esquizofrenia. Como el heredero era menor de edad, fue acompañado por un Consejo de Regencia hasta que su mayoría de edad. Tomó posesión efectiva de sus poderes como rey el 2 de mayo de 1953.

Hussein fue coronado el 11 de agosto de 1952. Su firmeza le valió ya en sus primeros años en el trono el apodo de "reyecito valiente", tanto en los círculos de poder de Medio Oriente como en Occidente. (Photo by © Hulton-Deutsch Collection/CORBIS/Corbis via Getty Images)
Hussein fue coronado el 11 de agosto de 1952. Su firmeza le valió ya en sus primeros años en el trono el apodo de "reyecito valiente", tanto en los círculos de poder de Medio Oriente como en Occidente. (Photo by © Hulton-Deutsch Collection/CORBIS/Corbis via Getty Images)

Bajo su reinado, Jordania pasó de ser una nación de beduinos a un Estado moderno. Fronteras adentro mejoró la infraestructura económica e industrial lo que trajo una gran prosperidad pero también estableció una ley marcial que perseguía a opositores.

Fronteras afuera se acercó a Occidente y se distanció del nacionalismo por lo que fue acusado de “títere del imperialismo estadounidense”. En 1967, tras la Guerra de los Seis Días perdió la margen occidental del río Jordan. Su acercamiento a Tel Aviv, le ganó la desconfianza de sus vecinos y en 1970 estalló una rebelión de guerrillas palestinas que hizo tambalear su poder. Sin dudar expulsó a los rebeldes que se habían establecido en territorio jordano en una operación que pasó a la historia como Septiembre negro. “Era inevitable porque eran ellos o nosotros”, justificaría su acción. En 1988, luego de la “Intifada” tuvo que ceder Cisjordania lo que favorecería la creación del estado palestino.

Jordania carece de recursos naturales. No cuenta con petróleo y tiene dificultades serias para abastecerse de agua. Sus ingresos proceden de la extracción de fosfatos, la agricultura y la ayuda económica de otros países (Photo by Keystone/Hulton Archive/Getty Images)
Jordania carece de recursos naturales. No cuenta con petróleo y tiene dificultades serias para abastecerse de agua. Sus ingresos proceden de la extracción de fosfatos, la agricultura y la ayuda económica de otros países (Photo by Keystone/Hulton Archive/Getty Images)

En 1991, se opuso a la Guerra del Golfo, defendió la busca de una “solución árabe” e intentó proponer un plan de paz. Durante el conflicto, mantuvo una postura ambigua y el 6 de febrero, en un discurso a la nación, se inclinó abiertamente por Irak. Esta postura perjudicó a las relaciones con Washington que redujo la ayuda económica, pero reforzó su popularidad en su país.

Durante su reinado, la baraka siempre lo acompañó. En su primer año de reinado sufrió 12 intentos de asesinato y sortearía unos diez más. Se libró de la muerte en un atentado con explosivos, eludió los disparos de una lancha israelí contra su yate, sobrevivió a un intento de envenenamiento, una emboscada, un ataque aéreo y un sabotaje al avión que piloteaba. Hasta logró descubrir que habían cambiado el contenido de su spray nasal por ácido. Por sus gambetas a la muerte lo apodaron y con razón “el gran superviviente”.

El Tratado de Paz entre el Estado de Israel y el Reino hachemita de Jordania se firmó el 26 de octubre de 1994 y normalizó las relaciones entre ambos países. (Photo by Benjamin E. 'Gene' Forte/CNP/Getty Images)
El Tratado de Paz entre el Estado de Israel y el Reino hachemita de Jordania se firmó el 26 de octubre de 1994 y normalizó las relaciones entre ambos países. (Photo by Benjamin E. 'Gene' Forte/CNP/Getty Images)

Mientras gobernaba un país ubicado en la región que alguna vez fue llamada “el polvorín del mundo”, eludía atentados y desbarataba destituciones, Hussein tuvo tiempo para el amor. Sin una estatura imponente ni una belleza despampanante, sus maneras afables, su facilidad de trato con todos, su inteligencia e irresistible sonrisa lo transformaban en un hombre de indudable atractivo.

A los 19 años se casó con Dina bint Abdul Hamid, una princesa egipcia, musulmana y preparada. Tuvieron un hija, Lia pero el matrimonio naufragó a los 18 meses. Según los trascendidos Dina quería ser algo más que un adorno. Su protagonismo no gustó y pagó las consecuencias. Después del divorcio, solo se le permitía ver a su hija en presencia de la reina Zein, su ex suegra.

Hussein se casó en 1955 con la princesa hachemí Dina con la que tuvo una hija y de la que se divorció en 1957.
Hussein se casó en 1955 con la princesa hachemí Dina con la que tuvo una hija y de la que se divorció en 1957.

La siguiente esposa de Hussein de Jordania fue Antoinette Avril Gardiner, hija del agregado militar británico en Aman. Se casaron en 1961 y ella recibió el nombre de Muna al Hussein que traducido significa el Deseo de Hussein. El amor duró once años, y tuvieron cuatro hijos. El divorcio llegó cuando Hussein se enamoró de Alia Toukan, una hermosa palestina. El rey repudió a Muna, pero la compensó con un palacio en Aman, una casa en Londres y una pensión que poco tenía de mínima.

El matrimonio de Hussein con la británica Tony Gardiner, ella tuvo que convertirse al islamismo (Photo by Hulton Archive/Getty Images)
El matrimonio de Hussein con la británica Tony Gardiner, ella tuvo que convertirse al islamismo (Photo by Hulton Archive/Getty Images)

Con Alia se casó en una boda pequeña con solo diez invitados. Tuvieron dos hijos, Ali y Haya y adoptaron a Abir conmovidos cuando la familia de la pequeña murió en una accidente. Parecía que el rey había alcanzado la felicidad plena. El 9 de febrero de 1977, Hussein esperaba a su esposa que volvía de una visita protocolar en el aeropuerto. Ella nunca llegó. El helicóptero que la trasladaba se había estrellado.

 En 1972 Hussein se casó con la jordana Alia Tukan, que falleció en accidente de aviación en 1977. Tuvieron un hijo y una hija, y adoptaron a una nena cuya familia murió en un accidente aéreo. (Photo by Keystone/Hulton Archive/Getty Images)
En 1972 Hussein se casó con la jordana Alia Tukan, que falleció en accidente de aviación en 1977. Tuvieron un hijo y una hija, y adoptaron a una nena cuya familia murió en un accidente aéreo. (Photo by Keystone/Hulton Archive/Getty Images)

Cinco meses después, en el mismo aeropuerto donde esperó a esa esposa que nunca llegó, Hussein conoció a Lisa Halaby. Estadounidense pero de origen sirio, esta arquitecta recibida en Princeton, dirigiría el departamento de planificación y diseño de la compañía aérea Arab Air Service, que comenzaría a operar en Jordania. El rey se enamoró de esa joven de 26 años y ella de ese rey de cuento que no viajaba en alfombras mágicas pero sí en magníficos Rolls Royce. El 15 de junio de 1978 se casaron en una ceremonia que duró cinco minutos en el palacio de Zahran, donde la única mujer presente era la novia. Lisa abandonó su país, cambió su religión y su nombre. Fue llamada Noor al Hussein que en árabe significa Luz de Hussein.

 Las primeras citas fueron sobre la motocicleta del Rey, único lugar en el que podían tener un poco de privacidad, según contó Noor  (Photo by Genevieve Chauvel/Sygma/Sygma via Getty Images)
Las primeras citas fueron sobre la motocicleta del Rey, único lugar en el que podían tener un poco de privacidad, según contó Noor (Photo by Genevieve Chauvel/Sygma/Sygma via Getty Images)

Lisa se hizo cargo de los ocho hijos de su marido y sumó los propios. Entre 1980 y 1986 fueron padres de cuatro más: Hamzah, Hashim, Iman y Raiyah. Aunque el rey amaba a su esposa y a sus hijos, sus obligaciones y las largas giras para restaurar la imagen internacional de su país hacían que permaneciera mucho tiempo lejos de su familia. Cuando Noor sufrió un aborto en el quinto mes de su primer embarazo, Hussein no la acompañó porque se encontraba en una conferencia internacional.

Pese a los rumores sobre las infidelidades del monarca, las críticas y los prejuicios, Noor y Hussein se mostraban unidos y enamorados. “Mi vida ha sido un cúmulo de tragedias. Ella me ha dado una fuerza y una felicidad que no creía posible volver a encontrar” aseguraba él. En 1988, el matrimonio afrontó un verdadero terremoto cuando se aseguró que el rey estaba enamorado de Rania Najm, una hermosa periodista palestina. Según relata el portal especializado Monarquías, con un aplomo generoso, Noor confrontó a su esposo: “Si hay algo de verdad en cualquiera de las cosas que se cuentan y si tu felicidad dependiera de otra mujer, por favor, dímelo, porque te amo mucho como para dejarte ir”.

Noor y Hussein tuvieron cuatro hijos, Hamzah, Hashim, Iman y Raiyah (Photo by David Hume Kennerly/Getty Images)
Noor y Hussein tuvieron cuatro hijos, Hamzah, Hashim, Iman y Raiyah (Photo by David Hume Kennerly/Getty Images)

Todo se trastocó en 1992: Hussein fue diagnosticado con cáncer. Le detectaron células cancerígenas y le extirparon un riñón. Pese a su debilidad física mostró su fortaleza política. En 1994, el mundo respiró aliviado cuando firmó la paz con el premier israelí, Yitzhak Rabin.

En 1998 se trasladó a Estados Unidos para ser tratado de un linfoma. Estuvo seis meses. Al volver a su país, un millón de jordanos salieron a la calle a darle la bienvenida. El 2 de febrero de 1999, volvió a Estados Unidos para someterse a un trasplante de médula ósea, pero tras el fracaso de la operación, tres días después, regresó a su país para morir. Sabiendo que llegaba el fin eligió a su hijo Abdullah, experto en temas militares, como sucesor. Las mezquitas de Jordania se mantuvieron repletas de fieles que oraban por un milagro para el monarca. No sucedió. Hussein murió el 7 de febrero de 1999.

Al funeral asistieron unos cuarenta jefes de Estado, entre ellos el rey Juan Carlos I, Gerald Ford, Jimmy Carter, Bill Clinton y George Bush. Clinton lo calificó como “un ser humano maravilloso, un defensor de la paz que luchó por su vida para poder seguir luchando por la paz”. El mundo despidió a un monarca que cambió a su país, un hombre que se casó cuatro veces y sobrevivió veinte, pero sobre todo alguien que a los 16 años aprendió de una vez y para siempre a “menospreciar la muerte y a conocer la paz interior que alcanzan los que no tienen miedo de morir”.

Por su capacidad para sortear crisis y peligros en sus casi cincuenta años de reinado, a Hussein de Jordania lo apodaron "el gran superviviente" (Original Caption) Jordan's King Hussein.
Por su capacidad para sortear crisis y peligros en sus casi cincuenta años de reinado, a Hussein de Jordania lo apodaron "el gran superviviente" (Original Caption) Jordan's King Hussein.

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