El príncipe Andrés, hijo de la Reina Isabel II, no asistirá este viernes a la misa en honor de su madre en la catedral de San Pablo, en Londres, tras contagiarse de COVID-19, informó este jueves el Palacio de Buckingham.
”Después de someterse a un test rutinario, el duque de York ha dado positivo por COVID-19 y lamentablemente no podrá ya asistir mañana al servicio de Acción de Gracias” en San Pablo, añadió un portavoz de la residencia de la familia real británica.
Algunos medios locales indican que el príncipe, que está apartado de las funciones oficiales, había estado recientemente con su madre.
Al duque de York, de 62 años, se le ha retirado el trato de “Alteza Real” y ha quedado apartado de la vida pública a raíz de su amistad con el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein y después de que Virginia Giuffre lo acusara de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 17 años.
El hijo de la reina ha negado tales acusaciones, pero hace unos meses llegó a un acuerdo extrajudicial con Giuffre a fin de evitar que el caso llegase a los tribunales.
Giuffre admitió haber sido víctima de las actividades de tráfico sexual de Epstein.
LA PRESENCIA DE HARRY Y MEGHAN
Los duques de Sussex, Harry y Meghan, están este jueves en el Reino Unido para participar en los festejos oficiales por el Jubileo de Platino -que conmemora los 70 años del trono de Isabel II-, pero no estuvieron junto a la monarca en el tradicional saludo desde el balcón del palacio de Buckingham.
Las celebraciones, que se prolongarán hasta este domingo, arrancó hoy con el llamado “Trooping the Colour”, el desfile de los regimientos británicos que tuvo lugar en la sede de la guardia de caballería -Horse Parade-, en el centro de Londres.
A este importante desfile, que destaca por el color de la guardia real -con sus trajes rojos y los altos sombreros revestidos con piel de oso-, asistieron otros miembros de la familia real, entre ellos los duques de Sussex, así como invitados especiales.
Según contaron los medios locales, el príncipe Enrique y Meghan Markle, que se apartaron de la Casa Real en 2020, siguieron este desfile desde un balcón de Horse Parade, pero después no se mostraron en el balcón donde la reina saludó a la multitud congregada ante la residencia oficial de la familia real.
Los duques de Sussex, que residen en California (EE. UU.), viajaron a Londres con sus dos hijos, Archie y Lilibet.
Debido a los problemas de movilidad, la soberana, de 96 años, no estuvo en el patio de armas de Horse Parade, por lo que el saludo a los distintos regimientos estuvo a cargo del príncipe Carlos, heredero de la corona británica, en nombre de su madre.
En la avenida “The Mall”, que une el palacio de Buckingham con la zona gubernamental de Whitehall, numerosas personas, en su mayoría portando la “Union Jack” (bandera británica), así como sombreros de colores, se congregaron para seguir de cerca el desfile.
Las calles y las tiendas están decoradas con banderas del país, y algunos comercios tienen fotografías de Isabel II y todo tipo de parafernalia sobre el jubileo.
(Con información de EFE)
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