Miembros de la realeza británica de alto rango, incluidos el príncipe William y su esposa Kate, asistieron a un servicio religioso el Domingo de Pascua en el castillo de Windsor.
La reina Isabel II, que ha estado experimentando problemas de movilidad, no asistió al servicio en la Capilla de San Jorge en los terrenos del castillo, un elemento fijo en el calendario de la realeza. Los que tampoco asistieron fueron el Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles, que habían representado a la Reina en el servicio de la Virgen Real del jueves en la misma capilla.
William y Kate, también conocidos como el duque y la duquesa de Cambridge, estaban acompañados por dos de sus tres hijos: el príncipe George, de 8 años, y la princesa Charlotte, de 6 años.
También asistieron el hijo menor de la reina, el príncipe Eduardo, con su esposa Sofía y sus hijos, Lady Louise Windsor y James, vizconde Severn. Además se pudo observar a la princesa Eugenie, hija del príncipe Andrés, caminando junto a su primo Peter Phillips y sus hijas Savannah e Isla. Por su parte, Zara y Mike Tindall asistieron junto a su hija mayor, Mia.
La reina, que cumple 96 años el jueves, celebra este año su Jubileo de Platino, que marca los 70 años en el trono.
En el último tiempo redujo los deberes públicos por orden de sus médicos desde que pasó una noche en el hospital en octubre, y también tuvo un ataque de COVID-19 en febrero. El mes pasado asistió a un servicio conmemorativo para su difunto esposo, el príncipe Felipe, y ha seguido reuniéndose virtualmente con diplomáticos y políticos.
El medio británico Daily Mail aseguró que bajo una nueva estrategia, los asistentes de la monarca ahora confirmarán su asistencia solo el día de un evento. “La suposición ahora debe ser que la Reina no estará presente en los eventos”, dijo una fuente a The Mail on Sunday. “Si Su Majestad asiste, se decidirá el día y estará acompañada por otro miembro de la Familia Real”.
El jueves recibió la visita de su nieto, el príncipe Harry, y su esposa Meghan, la primera vez que la pareja visita el Reino Unido juntos desde que renunciaron como miembros de la realeza en 2020 y se mudaron a California. El encuentro no fue publicitado y tomó por sorpresa a los medios internacionales. Por su parte, los duques de Sussex se reunieron con el príncipe Carlos tan solo 15 minutos.
Harry y Meghan visitaron a la reina en Windsor, a 20 millas (32 kilómetros) al oeste de Londres, en su camino a los Países Bajos para los Juegos Invictus. Esto marcó su primera aparición pública juntos en Europa desde que renunciaron como miembros de la realeza hace más de dos años. Harry es fundador y patrocinador de la competencia deportiva internacional para militares heridos o enfermos y veteranos.
Una fuente aseguró al diario, “Creo que (los duques de Sussex) la estaban usando por completo para agregar a su documental con Netflix. No puedes simplemente, cuando no has visto a una persona mayor que obviamente no está bien y sufre mucho por perder a su esposo, no puedes esperar uno, dos, tres, bang, sabes que todo está bien de nuevo. Y creo que a veces estas visitas muy, muy breves agregan más dolor que ganancia”.
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