Ya son marido y mujer. El tradicional Palacio Mirabel en Plasencia se vistió de fiesta. Los protagonistas de esta ceremonia son Isabelle Junot y Alvaro Falcó. No estaban destinados a terminar juntos, pero sí a formar la pareja aristocrática perfecta.
Álvaro, de 38 años, es el único descendiente del marqués de Cubas, Fernado Falcó, muerto en 2020, y Marta Chavarri. Nacido en España, siempre le escapó a la atenta mirada de la prensa. Tal vez por eso eso optó por estudiar Management, Publicidad y Relaciones Públicas en el exterior para luego trabajar como creativo de la agencia MacGuffin en los Estados Unidos.
En cambio la novia, de 30 años, es estadounidense aunque vivió gran parte de su vida entre París, Londres y Copenhague. Eligió Madrid para instalarse. Habla cinco idiomas, quiso ser actriz y se preparó en la Universidad de Virginia. Rodó su primer film antes de establecerse en España, Body High, que se estrenó en 2015. Instalada en Madrid, por amor, se volcó al universo del Health Coach promoviendo una alimentación consciente.
Ambos son famosos desde la cuna. Él por poseer el título nobiliario y ella por ser nieta del político y millonario Michel Junot y descendiente de Jean-Andoche Junot, duque de Abrantes y general que luchó junto a Napoleón, su apellido figura inscrito en el Arco del Triunfo en París.
No solo eso, el padre de Isabelle, Philippe, estuvo casado con la princesa Carolina de Mónaco. La relación duró apenas dos años, y según los rumores, se disolvió por los escándalos de infidelidad por parte de él. Así se ganó la fama de playboy. Él volvió a rehacer su historia de la mano de la modelo danesa Nina Wendelboe-Larsen, fruto de esa relación nació Isabelle.
Casada con Álvaro, la joven ya ostenta su título de marquesa. Se conocieron por casualidad en unas vacaciones esquiando en Suiza, pero el flechazo habría sido dos años después en una fiesta en Marbella.
La gran boda española
Así titulan los medios internacionales la noticia que reunió a gran parte del jet set europeo. La idea inicial era dar el ‘sí quiero’ en la catedral de Plasencia, en la que se casaron hace 40 años los padres del novio, finalmente lo hicieron en la capilla cercana con 80 invitados.
La celebración continuó con una glamorosa fiesta para otros 140 invitados en el patio del histórico castillo que pertenece a los Falcó. Ambientada para la ocasión, con una carpa de cristal decorada con rosas blancas, el baile se extendió hasta la madrugada.
Después del mediodía la prensa estaba atenta al arribo de las personalidades que llegaron desde los Estados Unidos, Dinamarca, Francia y España. Entre los nombres que más destacaron los medios está el de Marta Ortega, presidente de la Inditex, dueña de Zara, junto a su marido el empresario Carlos Torretta. También se destacó, Xandra Falcó, prima del novio y actual marquesa de Mirabel. La modelo Eugenia Silva también se hizo presente. Prisca Pérez Pla de Alvear, fue la más comentada por su look vanguardista. La lista se completa con apellidos aristocráticos: los Cortina, Cué, Lapique, Hidalgo.
El vestido de la marquesa
Isabelle Junot vistió una pieza elegante y sencilla. Un diseño de crepe de seda con manga francesa, escote balconette y cola larga de la firma nacional: Pronovias. La creadora del vestido fue Alessandra Rinaudo, directora artística de la firma, y le llevó unas 200 horas de confección artesanal.
Como una princesa, en la cabeza lució una espectacular tiara de diamantes y perlas del XIX, la misma que llevó el día de su boda, la marquesa de Mirabel. La joya es parte de la colección familiar, ya que perteneció a los bisabuelos del novio de procedencia francesa.
Hubo un cambio para la fiesta. La novia optó por un look más relajado que incluía un crop top con cuello, y mangas por el codo acompañado de una falda larga con volados que le daban movimiento.
El gran banquete europeo estuvo comandado por el chef Mario Sandoval, ganador de dos Estrellas Michelin, quien ideó un cóctel de bocados especiales luego una primer plato, carnes y postre. El especialista cumplió con todos los caprichos de los novios. “Somos capaces de cumplir sueños y crear experiencias únicas que permanezcan en la memoria para siempre. Nuestras propuestas poseen un hilo conductor, una narrativa que nos habla de la cocina española, pero también de sus tierras y de sus gentes”.
Todavía no hay detalles de donde será la Luna de Miel, tampoco pretenden comentarlo. Sueñan con mantener la tradición, y las costumbres lejos de la prensa... como lo intentaron hacer hasta hoy.
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