Cuando Harry y Meghan Markle anunciaron la decisión, en enero de 2020, de renunciar a sus cargos reales y marcharse a vivir a California, sabían que dejaban atrás muchos privilegios. Al no ser ya miembros trabajadores de la familia de Isabel II, los duques de Sussex tienen que pagarse su propia seguridad, algo que hacen en EEUU, donde viven. Sin embargo, esos agentes no tienen jurisdicción en el Reino Unido. Por ello, el príncipe reclama al Gobierno británico protección policial ya que no “siente seguro” en su país natal.
No se espera que el príncipe Harry, sexto en la línea de sucesión al trono, asista al servicio conmemorativo del duque de Edimburgo el próximo mes en Londres mientras continúa su batalla legal por la seguridad. El viernes, un tribunal escuchó que Harry no se “sentía seguro” en Gran Bretaña sin la protección de los oficiales de Scotland Yard, quienes cree que ofrecen una protección superior a los guardaespaldas contratados de forma privada.
Los abogados del nieto de Isabel II han asegurado que Harry, de 37 años, y su familia “son incapaces de volver a su hogar” a causa de la falta de seguridad. Al parecer, el hijo menor de Carlos de Inglaterra y la fallecida Lady Di ansía llevar a sus dos hijos, Archie y Lilibet, al Reino Unido de visita, pero afirma que no puede hacerlo en las condiciones actuales.
Robert Palmer en representación del Ministerio del Interior británico ante el Alto Tribunal de Justicia de Londres en la primera audiencia celebrada el viernes, señaló que el dinero que Harry estaba dispuesto a pagar por esa seguridad es “irrelevante”. En la documentación presentada por escrito, explica que “la seguridad de protección personal por la policía no está disponible de forma privada”.
Esto quiere decir que si los duques de Sussex se plantean en algún momento volver a Reino Unido, aunque sea de visita, deberán hacerlo con su equipo de guardaespaldas y no podrán ser policías oficiales.
Palmer dijo que el comité encargado de decidir acerca de la protección de figuras públicas y miembros de la familia real ya le ha dado a Harry un “estatus excepcional” en las ocasiones en las que ha acudido a Gran Bretaña tras su alejamiento de la familia real.
Shaheed Fatima, la representante legal del príncipe, ha asegurado ante la corte: “Esta queja trata sobre el hecho de que el duque no se siente seguro cuando está en el Reino Unido a causa de los acuerdos acerca de su seguridad que comenzaron a aplicarse en junio de 2021 y que seguirán aplicándose si se decide a volver”.
En un comunicado a mediados de enero, los portavoces del príncipe explicaban que él mismo estaba dispuesto a pagarse la seguridad, aunque también esgrimían que hay otros casos de “personas que han dejado un cargo público y mantienen la protección policial sin costo alguno”.
“El príncipe Harry heredó un riesgo de seguridad al nacer, de por vida. Sigue siendo el sexto en la línea de sucesión al trono, cumplió dos períodos de servicio de combate en Afganistán y, en los últimos años, su familia ha sido objeto de amenazas neonazis y extremistas bien documentadas. Si bien su rol dentro de la institución ha cambiado, su perfil como miembro de la familia real no lo ha hecho. Tampoco la amenaza para él y su familia”, reclamaba.
Desde que se marchó a principios de 2020, el príncipe Harry solo ha estado en su país natal en dos ocasiones, al menos públicamente. La primera fue en abril de 2021 para acudir al funeral por su abuelo, el duque de Edimburgo, marido de Isabel II. La segunda y última hasta el momento fue el 1 de julio cuando, junto a su hermano William y en los jardines del palacio de Kensington, desveló una estatua en honor a su madre, la princesa Diana. En los dos viajes oficiales Harry fue sin Meghan que, dicen, no está interesada en regresar a Reino Unido.
Cuando la monarca, de 95 años, anunció recientemente que era su “deseo sincero” que Camilla se convirtiera en reina consorte cuando su esposo Carlos se convirtiera en rey, Harry no hizo ningún comentario público de apoyo a su madrastra.
Pese a la relación distante que mantiene con su hermano y su padre, Harry todavía está en contacto con algunos miembros de la familia. El fin de semana pasado fue captado viendo el Super Bowl con su prima Eugenia, hija del príncipe Andrés.
Seguir leyendo: