Ya le quedan pocas jugadas al príncipe Andrés. Luego del acuerdo financiero extrajudicial con Virginia Roberts Giuffre, la estadounidense de 38 años, que lo acusó de haberla agredido sexualmente tres veces en 2001, cuando ella tenía 17 años, por la intermediación del magnate Jeffrey Epstein, ahora hay un pedido generalizado para que se le quite el título de Duque de York.
En enero, Isabel II retiró oficialmente a su hijo de 61 años de sus títulos militares y organizaciones benéficas a causa de la grave denuncia en su contra. También fue despojado de su tratamiento de Alteza Real, al igual que el príncipe Harry cuando renunció a su cargo oficial en la familia real. “El duque de York continuará sin ejercer ninguna función pública y defenderá su caso judicial como ciudadano privado”, anunció el Palacio de Buckingham el mes pasado. Un golpe al status de Andrés.
Lo que no le quitó fue su título de Su Alteza Real. El duque ha ostentado el título desde el día de su anterior matrimonio con Sarah Ferguson, el 23 de julio de 1986, y es un cargo creado tradicionalmente para el segundo hijo del monarca y ostentado de por vida.
Sin embargo hay un fuerte pedido para que de una vez por todas, pierda su estatus real. “Aunque es un alivio que el príncipe finalmente haya reconocido y expresado su pesar por su estrecha asociación con un delincuente sexual y traficante sexual convicto, Jeffrey Epstein, su larga demora en hacerlo y la respuesta inicial a los cargos y la Sra. Giuffre ha sido una fuente de profundo dolor y vergüenza para muchas personas en toda la ciudad”, expresó Rachael Maskell, diputada laborista de York Central.
Según documentos judiciales, el duque de York prometió hacer una cuantiosa donación a la organización benéfica de Virginia Roberts Giuffre que lo acusó de haberla agredido sexualmente.
En un comunicado el duque lamentó su amistad con Jeffrey Epstein y confirmó que hará una “donación sustancial” a la fundación benéfica que ayuda a las víctimas. “El príncipe Andrés nunca tuvo la intención de difamar a la señora Giuffre, y acepta que ella ha sufrido tanto como víctima de abuso como resultado de ataques públicos injustos”, señala el escrito del equipo legal del duque.
Maskell argumenta que “llevar un título crea una relación de embajador con ese lugar, y para un lugar con una reputación mundial, como York, esto es extremadamente importante. Es de agradecer que ahora se haya comprometido a apoyar la lucha contra los males del tráfico sexual y sus víctimas”.
De esta manera, reclama: “Para demostrar su seriedad en este esfuerzo y su respeto por los afectados por los abusos y la gente de nuestra ciudad, le pido que su primer acto sea confirmar su apoyo a la retirada de su título ducal”.
La Reina no puede quitarle los nombramientos. Esta acción debe ser realizada a través del parlamento, tras la aprobación de ambas Cámaras. El consejo de la ciudad también dijo que escribiría a los parlamentarios para expresar su preocupación y discutir “cualquier forma posible de poner fin a la conexión del príncipe Andrés con York”.
Una encuesta realizada por el periódico local Press el mes pasado encontró que el 88% de los 460 encuestados querían que el duque de York renunciara a su cargo.
“Después de haber sido despojado de sus funciones militares y patrocinios reales por parte de la Reina, este debería ser el final de su vínculo directo con nuestra gran ciudad. La única conexión de York con la corona y el monarca es una parte importante del legado e historia de nuestra ciudad y una gran fuente de orgullo. El Palacio de Buckingham y el gobierno deben considerar las implicaciones de las preocupantes acusaciones en el futuro”, destacó Darryl Smalley, concejal liberal demócrata y miembro ejecutivo de cultura, ocio y comunidades del concejo municipal.
Sin el título de Duque de York no está claro cómo se lo tratará en el futuro. Nació príncipe y seguirá siéndolo aunque sin su tratamiento. A su vez sigue ocupando el noveno lugar en la línea de sucesión al trono. El primero es Carlos, seguido del príncipe William. Luego vienen los bisnietos de la Reina Isabel II George, Charlotte y Louis. Harry es el siguiente, seguido de su hijo Archie y su hija Lilibet. Andrés viene después de la última niña.
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