El príncipe Carlos invitó a su hijo Harry que se quede con él durante el Jubileo de Platino de la reina Isabel II para arreglar su relación y asegurarse de que no destroce a Camilla Parker-Bowles en su libro de memorias, según informó este lunes el diario británico Daily Mail.
De acuerdo al citado medio, el heredero al trono le ofreció al duque y a la duquesa de Sussex quedarse con él en su residencia oficial con la esperanza de conocer a su nieta Lilibet, nacida en California en junio del año pasado. En el caso de que Harry acepte la invitación de su padre sería la primera vez que la familia real se reúne bajo el mismo techo desde que el príncipe y Meghan Markle renunciaron como miembros de la realeza en marzo de 2020.
Los medios locales aseguran que el príncipe Carlos teme que su hijo menor critique en su biografía a la duquesa de Cornualles por la relación que tuvo con su padre cuando este aún estaba casado con su madre, la fallecida Diana de Gales.
Una fuente le dijo a The Sun: “Harry es ferozmente leal y protector con su difunta madre y su legado, y no aprobaba que Camilla se convirtiera en el gran amor de la vida de su padre”
“Es comprensible que encontrara esos primeros años increíblemente difíciles, y podría culpar públicamente a Camilla por mucho de lo que él cree que salió mal en su infancia y el trauma que causó toda la situación”, añadió la fuente.
“Carlos es profundamente protector con Camilla. Lo último que necesita, especialmente en un año de celebración que debería ser todo sobre la reina, es que Camilla ser derribada en un momento en que la gente finalmente le ha tomado afecto”, añadió.
Padre e hijo se vieron por última vez en persona en el funeral del duque de Edimburgo en el mes de abril y desde entonces solo han intercambiado algunas llamadas telefónicas, de acuerdo al tabloide Daily Mail. Harry volvió a Londres en julio para develar la estatua de Diana, pero no tuvo contacto con Carlos.
Harry dijo que sus memorias, que serán publicadas por Penguin Random House, las escribirá “no como el príncipe” que fue, sino como el hombre en el que “se ha convertido”.
“Estoy escribiendo esto no como el príncipe que nací, sino como el hombre en el que me he convertido”, afirmó el príncipe. “He usado muchos sombreros a lo largo de los años, tanto literal como figurativamente, y espero que al contar mi historia, los altibajos, los errores, las lecciones aprendidas, pueda ayudar a mostrar que no importa de dónde vengamos, tenemos más en común de lo que pensamos. Estoy profundamente agradecido por la oportunidad de compartir lo que he aprendido a lo largo de mi vida hasta ahora y emocionado de que la gente lea un relato de primera mano de mi vida que es preciso y totalmente veraz”, expresó el duque, que el tercer lugar en la línea de sucesión al trono británico.
Se esperaba que el duque de Sussex, de 37 años, que vive en Montecito, California, con su esposa Meghan Markle, de 40, y sus hijos vinieran al Reino Unido para el servicio conmemorativo del duque de Edimburgo en la primavera y el Jubileo de la reina en el verano boreal. Sin embargo, una disputa de Harry con la Policía Metropolitana ha puesto en duda su regreso
La vida lejos de la familia real británica no ha sido fácil para Harry y su esposa. Hay que recordar que el hijo de Lady Di contó ante las cámaras de televisión que su padre, el príncipe Carlos, lo dejó de ayudar económicamente tras su renuncia y posterior mudanza. Harry quedó sin el respaldo financiero de Carlos, quien solventaba la protección de su hijo y de su familia. Se estima que gastan cerca de USD 3 millones anuales en seguridad.
A principios de mes el príncipe Harry inició acciones legales contra la decisión del Gobierno británico de retirarle la protección policial cuando está en el Reino Unido y de no permitirle pagar personalmente por ella.
Según un representante legal de Harry, citado por el diario Daily Telegraph, el duque de Sussex -nieto de la reina Isabel II- no se siente seguro en el Reino Unido y por tanto “no puede volver a su hogar” con su mujer Meghan y sus hijos Archie y Lilibet. A los duques de Sussex se les retiró la escolta policial de la que gozaban en el país durante las 24 horas del día hace dos años, cuando renunciaron a sus obligaciones reales y a la financiación pública.
Por ello, Harry propuso al Gobierno británico costear él mismo de su bolsillo esa protección por la policía, algo a lo que el Ministerio del Interior se ha negado. En su acción judicial, el duque de Sussex arguye que su equipo de protección privada en Estados Unidos carece de “jurisdicción” en el extranjero ni tampoco puede acceder a la información de inteligencia necesaria para ello.
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