El príncipe Andrés ha dejado de estar presente en las redes sociales y su perfil en la página web de la monarquía británica ha sido modificado, después de que hace unos días su madre, la reina Isabel II de Inglaterra, le retirara sus honores militares por su presunta implicación en un caso de abuso sexual a una menor en Estados Unidos.
En la cuenta Twitter de Andrés @TheDukeOfYork aparece ahora un mensaje que dice “Esta cuenta no existe”. Su perfil YouTube también aparece con un mensaje de error y la imagen de un mono. Las páginas de Instagram y Facebook del príncipe parecen seguir abiertas, aunque la de Instagram está configurada como privada.
Mientras, en su perfil en el portal de la Casa Real solo aparecen referencias a los comunicados en los que el palacio de Buckingham anunció que la reina lo despojaba de sus cargos en las Fuerzas Armadas y su retirada de la vida pública.
Tras perder la semana pasada sus honores militares y sus patrocinios reales, varios políticos de la histórica ciudad de York han pedido también que renuncie a su ducado.
Entre esas voces críticas se alzó la de la diputada laborista Rachael Maskell, quien en un mensaje en Twitter consideró “insostenible” que el príncipe Andrés siga siendo duque de York, como es más conocido por gran parte de la opinión pública. “Es insostenible que el duque de York se aferre a su título ni un solo día más; esta asociación con York debe terminar”, escribió Maskell, diputada por la circunscripción de York Central.
Las palabras de Maskell llegaron después de otras similares pronunciadas por el concejal Darryl Smalley, del ayuntamiento de esa misma ciudad, quien también pidió que a Andrés se le retire el título de duque de York, uno de los más prestigiosos de la nobleza inglesa y que tradicionalmente suele llevar el segundo hijo varón del monarca.
Smalley, del Partido Liberal Demócrata, recordó que, aunque el duque “sigue siendo inocente hasta que se demuestre su culpabilidad”, el Palacio de Buckingham y el Gobierno británico “deben sopesar las consecuencias de estas preocupantes acusaciones”. “La conexión única de York con la corona y la monarquía es una parte importante del legado y la historia de la ciudad y una gran fuente de orgullo”, afirmó en declaraciones a un periódico local. Para Smalley, “nadie está por encima de la ley”, por lo que “todas las alegaciones deben ser investigadas”, en referencia a las acusaciones de Giuffre.
El príncipe William, segundo en la línea de sucesión al trono, declinó responder hoy, durante un acto público, a la pregunta de un periodista sobre si apoyaba a su tío.
En un proceso civil en Nueva York, la estadounidense Virginia Giuffre ha acusado al duque de York de haber abusado de ella cuando tenía 17 años, por mediación de la amiga del príncipe Ghislaine Maxwell, declarada culpable de tráfico sexual, y el ex amante de ésta, el empresario Jeffrey Epstein, que se suicidó en prisión tras haber sido condenado por pedofilia.
Maxwell está a la espera de sentencia y enfrenta hasta 65 años de prisión.
Tras el veredicto, Damian Williams, fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, dijo que el jurado encontró a Maxwell “culpable de los peores delitos imaginables: ayudar y participar en delitos sexuales contra niños”.
Buckingham anunció el jueves que Isabel II había aprobado que se retiraran todos los títulos militares a su segundo hijo varón -supuestamente su favorito-, después de que cada vez más miembros de las Fuerzas Armadas se hubieran quejado de que les deshonraba y de que unos 152 veteranos hubiesen firmado una carta con esa misma petición.
El palacio precisó que “el duque de York continuará sin ejercer ninguna función pública y defenderá su caso (judicial) como ciudadano privado”, al tiempo que no podrá tampoco utilizar el título de “Su Alteza Real”.
El segundo hijo varón de Isabel II ha negado las acusaciones pero deberá defenderse en Estados Unidos, o llegar a un acuerdo extrajudicial, después de que el tribunal rechazara desestimar el caso.
Los medios británicos se hacen eco estos días del creciente aislamiento al que se ve sometido el príncipe Andrés en el seno de la familia real, con una destacada excepción, la de su ex mujer Sarah Ferguson, de quien se divorció hace más de un cuarto de siglo pero con quien sigue manteniendo una excelente relación. La propia “Fergie” declaró recientemente en la televisión italiana, cuando ya se sospechaba que Andrés sería procesado en Estados Unidos, que ella se mantiene “100 % a su lado.
Andrés se retiró de la vida pública como miembro de la realeza en 2019 luego de una entrevista con la BBC ampliamente ridiculizada, en la que trató de reivindicarse de la acusación de haber agredido sexualmente a una menor.
Desde entonces ha sido fotografiado ocasionalmente conduciendo o montando a caballo por la finca privada de la reina en el este de Inglaterra, pero no apareció en las fotografías oficiales de la boda de su hija Beatrice en 2020.
La prensa británica publicó este miércoles que una mujer llamada Shukri Walker que asegura haber visto a Andrés con Giuffre en el club londinense Tramp en 2001 está dispuesta a testificar contra él.
(Con información de EFE)
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