La relación entre los príncipes Carlos y Harry podría estar mejorando. Al menos, eso es lo que se deduce de las primeras palabras públicas del futuro rey de Inglaterra tras la polémica entrevista que su hijo menor y Meghan Markle ofrecieron a la presentadora Oprah Winfrey.
En un artículo que escribió para la revista Newsweek en el que habla sobre el cambio climático, el príncipe, reconocido como un pionero en temas de sostenibilidad y ecología, asuntos en los que hoy sus hijos también se encuentran inmersos, elogió públicamente a Harry, después de meses en los que ni siquiera lo ha nombrado. En concreto, el heredero al trono se refirió sobre el trabajo “apasionado” del duque de Sussex en este ámbito.
“Como padre, estoy orgulloso de que mis hijos hayan reaccionado a la amenaza que supone el cambio climático. Más recientemente, mi hijo mayor, William, lanzó el prestigioso Premio Earthshot para incentivar el cambio y ayudar a reparar nuestro planeta durante los próximos diez años”, escribió Carlos. Con respecto al duque de Sussex añadió: “Mi hijo menor, Harry, ha destacado con pasión el impacto del cambio climático, especialmente en África, y se comprometió a que su organización benéfica fuera neutra en emisiones de carbono”.
Hacia el final de su escrito, Carlos ha alertado sobre la urgencia de la problemática y llama a tomar acciones significativas de forma inmediata. “El momento es ahora. Los ojos de nuestros hijos y nietos nos están juzgando. Al entrar en un nuevo año, no hay un momento que perder”, aseguró el príncipe en su ensayo para Newsweek.
Las palabras dirigidas a Harry han sido especialmente destacadas por la prensa británica, ya que diversos medios aseguraron que padre e hijo no tienen trato desde hace ocho meses, concretamente después de las acusaciones de racismo hechas por Markle con Oprah.
La relación de Harry con su padre empeoró después de la entrevista con Oprah en marzo pasado. El duque dijo que su padre dejó de apoyarlo financieramente cuando él y Meghan anunciaron sus planes para mudarse a los Estados Unidos. Afirmó que gracias a herencia de su madre, la fallecida Lady Di, pudieron concretar su sueño de mudarse a California. “Tengo lo que me dejó mi madre y sin eso, no hubiéramos podido hacer esto”, aseveró.
También apuntó contra su hermano William. Dijo que tanto él como su padre “estaban atrapados” en la institución y que sentía “pena” por ellos.
Padre e hijo se vieron por última vez en persona en el funeral del duque de Edimburgo en el mes de abril y desde entonces solo han intercambiado algunas llamadas telefónicas, de acuerdo al tabloide Daily Mail. Harry volvió a Londres en julio para develar la estatua de Diana, pero no tuvo contacto con Carlos, quien aún no conoció a su nieta, Lilibet.
Los Sussex y sus dos hijos, Archie y Lilibet, viven actualmente en su mansión de USD 14 millones en Montecito, California. Se alejaron de sus deberes reales a principios de 2020.
Harry tuvo duras palabras hacia el futuro rey de Inglaterra. En un documental sobre salud mental para Apple, dijo que se alejó de su familia para “romper el ciclo de dolor”. De su relación con su padre, declaró: “Me trató como lo trataron a él”. Según informó The Sun, Carlos quedó “profundamente conmocionado y herido” por las palabras de su hijo.
Además, la situación entre ambos se volvió todavía más tensa cuando Harry se desligó del escándalo de privilegios por dinero que salpica a su padre; dijo que desde 2015 no está vinculado con el multimillonario saudí Mahfouz Marei Mubarak bin Mahfouz.
Angela Levin, la famosa biógrafa del príncipe Harry, declaró al diario The Mirror. “Harry busca cualquier ocasión para golpear a su padre y criticarlo. Es triste”.
El heredero al trono, de 73 años, está sospechado de otorgar privilegios de la corona a cambio de dinero. Mahfouz Marei Mubarak bin Mauhfouz hizo generosas donaciones a la organización de Carlos y, como contraprestación, habría recibido la ciudadanía británica.
El asunto se conoció en septiembre del año pasado cuando Michael Fawcett, director de la fundación benéfica del hijo de la reina Isabel II, tuvo que renunciar a su puesto cuando se dio a conocer que consiguió un reconocimiento oficial para el donante saudí.
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