La pandemia no ha sido una prueba superada para Guillermo y Máxima, reyes de Holanda, que han perdido a lo largo de la misma buena parte del prestigio que los ponía entre las parejas reales más populares de Europa.
Ahora se conoció un informe encargado hace meses por el departamento de comunicación del Servicio de Información del Gobierno (RVD en sus siglas neerlandesas) sobre cómo el púbico evaluó el papel de la Cara Real durante la crisis del COVID-19 hasta marzo de 2021. La conclusión fue lapidaria: no estuvo a la altura de lo esperado.
Hay que remarcar que en el momento de elaborar ese informe, marzo de 2021, aún no se había producido el último de los eventos que golpeó su prestigio como líderes, que fue la celebración del cumpleaños 18 de Amalia, heredera al trono de Orange. Hubo 21 personas invitadas, cuando el límite impuesto por el ejecutivo era de cuatro para todos los habitantes del país, con motivo del rebrote de coronavirus por la variante Ómicron. El propio primer ministro, Mark Rutte, explicó luego que Guillermo había enviado disculpas: “No fue buena idea organizar esto”, admitió el monarca en su descargo.
Si bien durante la pandemia los reyes visitaron hospitales, realizaron recorridos por instituciones de cuidados e incluso fueron parte de encuentros virtuales con los ciudadanos, sus vacaciones en Grecia durante octubre del año pasado tuvieron una repercusión mayor y opacaron su labor social.
Dos días después de que se decretara el confinamiento parcial del país, los reyes aterrizaron en Grecia con la intención de pasar unos días de descanso en su villa privada en Kranidi, en la península del Peloponeso, a 160 kilómetros de Atenas, con vistas al mar Egeo. Su estancia, sin embargo, fue muy breve.
La escapada no fue bien recibida por la opinión pública ni la prensa local. Sumado a eso, se filtró de ese viaje una imagen de los reyes sin tapabocas y sin respetar la distancia social al hacerse una foto con el propietario de un restaurante donde habían comido.
Tras las duras críticas, el matrimonio real tuvo interrumpir su estadía y regresar a Holanda. Ya en casa salir a pedir disculpas públicas por no acatar las medidas contra la pandemia. “Abandonaremos nuestras vacaciones. Hemos visto reacciones de la gente a los informes de los medios. Y son intensas, y nos han afectado”, decía el comunicado oficial.
Hasta entonces, la de Guillermo y Máxima era una de las parejas reales con mayores índices de popularidad de Europa. Para calmar las discusiones, los monarcas cancelaron sus tradicionales festejos navideños en la Patagonia Argentina, y decidieron pasar las fiestas en el antiguo pabellón de caza He Oude Loo, situado en la localidad de Apeldoorn.
El informe realizado por RVD fue realizado entre 18 y el 22 de marzo de 2021 y refleja la opinión de 16 participantes seleccionados de distintos ámbitos, con diverso nivel de escolaridda y estudios universitarios, así como trabajos diferentes. Pero en todos hubo una coincidencia: la crítica hacia la familia real.
“Los participantes no tienen una idea clara de lo que hace la familia real a lo largo de la pandemia, mientras que sí han visto los errores cometidos, entre ellos la escapada a Grecia y una foto tomada allí sin guardar la distancia de seguridad”, señala las conclusiones del trabajo de RVD.
También afirmaron que el papel de Guillermo y Máxima “no ha producido gran impresión” en el marco de la crisis sanitaria mundial.
Si bien es una muestra reducida, el estudio se considera asimismo “una buena guía” para hacerse una idea de la popularidad de la Casa Real holandesa.
La difusión de este informe exacerbó más las críticas por la celebración de Amalia, que hace pensar a los neerlandeses que sus reyes no están atendiendo el mensaje popular, ya que el descontento no ha logrado que modifiquen sus conductas y se repiten los pedidos de disculpas.
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