Thomas Markle mantuvo la explosiva carta de su hija en “absoluto secreto” durante seis meses pero decidió entregar extractos de la misiva luego de sentirse traicionado por un “ataque” público orquestado por los amigos de la duques de Sussex en la revista People.
La afirmación de que Markle fue provocado para que divulgara los detalles de la carta es fundamental en el caso que lleva el Tribunal de Apelaciones de Londres, que la semana pasada escuchó una serie de revelaciones explosivas cuando uno de los ex asistentes de Markle proporcionó nuevas pruebas que dejan en una situación difícil a la esposa de Harry.
Jason Knauf, quien fue secretario de prensa de Meghan Markle durante su tiempo en la familia real, proporcionó a la corte correos electrónicos y mensajes de texto que mostraban cómo había buscado sus consejos mientras redactaba la carta a su padre.
Meghan le escribió: “Obviamente, todo lo que redacté es con el entendimiento de que podría filtrarse, así que he sido meticulosa en mi elección de palabras, pero avíseme si algo se destaca como un riesgo. Si lo filtra, entonces eso está en su conciencia, pero al menos el mundo sabrá la verdad. Palabras que nunca pude expresar públicamente “.
Según los mensajes de texto que se dieron a conocer recientemente, la duquesa le pide a Knauf que redacte la carta ya que que quería proteger a su marido del “dolor” que le había causado. Y apunta contra la familia de su marido. “Incluso después de una semana con su padre y de explicarle la situación, su familia parece olvidar el contexto y vuelve a decir ‘¿no puede ir a verlo y hacer que esto se detenga?”, escribió el 22 de agosto de 2018.
“Fundamentalmente no lo entienden. Así que si le escribo, H [Harry] podrá decir a su familia ‘ella le escribió una carta y él sigue haciéndolo’. Al tomar esta forma de acción, protejo a mi esposo de esta constante reprimenda, y aunque es poco probable, tal vez le dé a mi padre un momento de pausa”, continuó Meghan en el mismo mensaje.
Aparentemente, Meghan y Harry se alojaron con el príncipe de Gales y Camila, la duquesa de Cornualles, en el castillo de Mey, en Escocia, en la semana del 28 de julio de 2018. Allí, se cree que discutieron sobre qué hacer con Thomas Markle y sus apariciones públicas.
La duquesa, de 40 años, ganó una batalla por violación de la privacidad en el Tribunal Superior contra Mail on Sunday después de que el tabloide publicara extractos de la carta a su padre, de quien está distanciada, tras casarse con el nieto de la reina Isabel II en 2018. La editora Associated Newspapers ahora está apelando para revocar esa decisión judicial.
Associated Newspapers Limited (ANL) pretende que se anule ese juicio sumario en favor de un juicio. A comienzos de año, el Tribunal Superior determinó que la divulgación de esa misiva fue ilegítima, lo que evitó ir a juicio, pero ahora ANL está recurriendo ese dictamen ante la Corte de Apelación, argumentando que el caso debería ir a juicio.
Publisher Associated Newspapers argumenta que la ex actriz californiana escribió la misiva sabiendo que podría ser publicada e hizo pública información privada al cooperar con Omid Scobie y Carolyn Durand, autores del libro “Finding Freedom”.
Durante la audiencia de apelación de tres días la semana pasada, se supo que Meghan le dijo a su asistente de prensa que había elegido deliberadamente dirigir la carta a “Daddy” (Papito) para “derretir los corazones de la gente” si el contenido se filtrara a los medios. Knauf respondió: “Es una carta tan fuerte y clara - con la cantidad justa de emoción. Espero que estés bien después de escribirla”. Y le sugiere ordenar mejor los hechos en el relato para que tenga mayor impacto en el caso de que llegue a la prensa.
Los mensajes resaltan las tensiones dentro de la familia real británica, con Meghan diciendo que Harry, a quien llama ‘H’, fue “constantemente reprendido”.
Markle también admitió ante la justicia británica que había facilitado información a los autores de una biografía no oficial sobre ella y su marido, el príncipe Harry, contrariamente a lo que había indicado anteriormente en el juicio contra el diario británico.
En septiembre del año pasado, los abogados de los Sussex dijeron que la pareja “no colaboró” con los autores Omid Scobie y Carolyn Durand en su biografía “Finding Freedom”.
Pero la evidencia presentada la semana pasada mostró que tanto Meghan como Harry habían otorgado permiso Knauf para hablar con los autores.
En una declaración como testigo, Knauf dijo que el libro fue “discutido directamente con la duquesa varias veces en persona y por correo electrónico”.
En un testimonio escrito presentado ante el tribunal, Meghan se disculpó por haber inducido a error al tribunal al no especificarlo en primera instancia.
“Reconozco que Knauf facilitó información a los autores y que lo hizo a mi leal saber y entender”, explica, pero añade que “se desconoce el alcance de la información que compartió (él)”.
“Pido disculpas a la corte por no haber recordado esos intercambios en ese momento”, continúa la duquesa de Sussex en su declaración. “No tenía absolutamente ningún deseo o intención de engañar al acusado o al tribunal”.
El príncipe Harry, de 37 años, sexto en el orden de sucesión a la corona británica, denunció en múltiples ocasiones la presión de los medios de comunicación sobre su esposa y la convirtió en la razón principal de su salida de la familia real, efectiva desde abril de 2020.
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