Con su explosiva entrevista a Oprah Winfrey, la popularidad de los duques de Sussex disminuyó, sobre todo en Reino Unido. A raíz de esto, la pareja real enfrenta una campaña de odio en Twitter para desprestigiarlos.
Meghan Markle y el príncipe Harry fueron el objetivo de una campaña en esa red social coordinada y alimentada por el odio, plagada de “lenguaje codificado racista”, según un nuevo informe.
Un portavoz de esta red social confirmó en exclusiva al medio BuzzFeed que están indagando sobre la campaña de odio que hay en Twitter sobre los duques de Sussex, tal y como se ha reflejado en un reciente estudio. “Estamos investigando activamente la información y las cuentas a las que se hace referencia en el informe, y tomaremos medidas con los perfiles que violen las reglas de Twitter”.
El servicio de analíticas de Twitter Bot Sentinel publicó un informe que analizó 114.000 tuits relacionados con el duque y la duquesa de Sussex. Descubrieron que alrededor del 70% de los comentarios de odio sobre la pareja se originaron en solo 83 cuentas.
El reporte señala que la intención de estos mensajes es difundir información errónea sobre los duques de Sussex e impulsar el contenido de odio contra la pareja.
En entrevista con BuzzFeed News, Christopher Bouzy, director de Bot Sentinel, dijo que la campaña anti-Meghan no se parece a nada que su equipo haya visto antes.
“No hay motivo”, dijo, comparando la campaña anti-Meghan con otras campañas de desinformación y acoso en Twitter, como el movimiento #StopTheSteal para anular los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020 o la campaña para cancelar a la actriz Amber Heard de la próxima secuela de “Aquaman” como resultado de las acusaciones de abuso hechas en su contra por su ex marido Johnny Depp.
El servicio descubrió que Twitter había suspendido previamente muchas de las cuentas, pero los usuarios estaban desplegando tácticas para evitar la suspensión.
Bouzy, aseguró que la campaña de odio contra el matrimonio proviene de personas “que saben cómo manipular los algoritmos, controlar Twitter y mantenerse oculto para evitar ser detectado y suspendido” y añadió que probablemente estas personas reciban una remuneración económica por llevar a cabo dichas actividades.
Meghan, de 40 años, y el príncipe Harry, de 37, se despidieron de su cuenta conjunta de Instagram @SussexRoyal con una publicación final el 30 de marzo de 2020, un día antes de que abandonaran oficialmente sus funciones como miembros de alto rango de la familia real.
La pareja apareció en el podcast de Teenager Therapy en octubre de 2020, donde la duquesa se refirió a ser la “persona más trolleada del mundo” el año anterior.
“No me importa si tienes 15 o 25, si la gente dice cosas sobre ti que no son ciertas, lo que eso hace a tu salud mental y emocional es dañino”, dijo Meghan.
Tom Bower, quien actualmente está trabajando en una biografía de Meghan, dijo a la revista Closer que la “obstinada” duquesa se arrepentirá de haber cortado los lazos con su padre Thomas Markle, de 77 años, y haber alejado a su esposo y sus dos hijos de la familia real.
“El matrimonio está cada vez más aislados en Estados Unidos, y es triste para ambos, así como para sus hijos Archie y Lilibet”, quien nació en junio, señaló Bower.
Y advirtió que el deseo de la pareja de controlar su narrativa hará más daño que bien y que sus hijos corren el riesgo de crecer sin el amor de la familia paterna.
Días atrás, Thomas Markle dijo a ITV que su hija había “cambiado” después de conocer al príncipe Harry en 2017.
El director de iluminación retirado, que vive en Rosarito, México, agregó que tanto él como Meghan necesitaban “hablar y enmendar su relación”.
Markle nunca ha conocido a Harry ni a los hijos de la pareja, Archie y Lilibet, y no asistió a su boda en 2018 después de que tuvo un ataque cardíaco y se metió en problemas por vender una fotos suyas a los paparazzi. No habla con su hija desde su casamiento en Windsor.
Andrew Morton, en una entrevista con Us Weekly, recordó que la pareja supuestamente rechazó Earl of Dumbarton como un título para Archie porque contiene la palabra “tonto”, y no querían que se burlaran de él en la escuela.
Archie nació en Inglaterra el 6 de mayo de 2019 y conoció a la familia real poco después. Pero se cree que no ha visto a sus parientes británicos en persona desde que ellos dejaron el país y se mudaron a Canadá a fines de 2019, antes de mudarse a una mansión de USD 14 millones en Montecito, California, en marzo de 2020.
Mientras tanto, su hermana Lilibet nació en junio en Los Ángeles y, aunque comparte el apodo familiar de la reina Isabel, aún no ha conocido a su bisabuela, de 95 años, en persona.
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