Pese a que buena parte del público había acudido a Central Park a ver a sus artistas favoritos, el príncipe Harry de Inglaterra y Meghan Markle también levantaron pasiones con su mera presencia en el escenario, donde permanecieron durante más de cinco minutos para exigir igualdad en la distribución de las vacunas de coronavirus.
Los duques se subieron al gran escenario del Global Citizen con un poderoso mensaje de equidad. “Todas y cada una de las personas de este planeta tienen el derecho fundamental de tener la vacuna. Esa es la cuestión, pero eso no está pasando”, afirmó Meghan.
“Mi mujer y yo creemos que el lugar en el que has nacido no debería dictar tus posibilidades para sobrevivir. Especialmente, cuando los tratamientos para mantenerte a salvo existen”, dijo el duque de Sussex en el escenario central del gran evento. “Y, por cierto, muchas de estas vacunas están financiadas con fondos públicos. Son sus vacunas, ustedes las pagaron”, añadió.
“Aunque en este país y algunos otros puedes ir casi a cualquier sitio a vacunarte, miles de millones de personas no pueden hacer eso”, afirmó Markle antes las decenas de miles de personas presentes en el mítico parque neoyorquino. “Este año se espera que se produzcan en el mundo suficientes dosis como para vacunar a el 70 % de la población en cada uno de los países, pero está mal tantas vacunas hayan ido sólo a para a 10 países ricos y no el resto del mundo”, agregó.
“Tenemos todo lo que necesitamos para vacunar al mundo entero, pero los expertos nos han dicho qué es lo que está ocurriendo. Nos cuentan que hay muchos países listos para producir vacunas allí mismo, pero que no se les permite porque las compañías farmacéuticas ultramillonarias no comparten las fórmulas para fabricarlas”, afirmó Harry. “Estos países tienen los medios, las capacidades y los trabajadores para empezar a manufacturar. Están esperando a que se liberen los derechos de propiedad intelectual y que se transfiera la tecnología de las vacunas”.
El príncipe también advirtió que la batalla no solo es contra el virus. “Esta es una batalla contra la desinformación, la burocracia, la falta de transparencia y de acceso y, por encima de todo, una crisis de derechos humanos”, aseveró en un encendido discurso.
Con el megaconcierto solidario, celebrado en el marco de la Asamblea General de la ONU, se exigía a las naciones más ricas del mundo que antes del COP26, que se celebrará el Reino Unido noviembre, cumplan con su promesa de donar anualmente 100.000 millones de dólares para encontrar una solución al cambio climático.
Además, se urgía a los países del G7 (los más desarrollados) y a los ciudadanos más adinerados del mundo que contribuyan 6.000 millones de dólares para alimentar a 41 millones de personas en riesgo extremo de hambruna, y que se repartan al menos 1.000 millones de vacunas a los países que lo necesitan.
Los duques de Sussex también visitaron la sede de Naciones Unidas en Nueva York el sábado . Se reunieron con la subsecretaria general de la ONU, Amina Mohammed.
“Fue una reunión encantadora”, dijo Markle a los periodistas mientras la pareja abandonaba la sede de la ONU.
Mohammed acogió con satisfacción el compromiso y el trabajo del duque y la duquesa de Sussex en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, dijo Naciones Unidas. Las metas fueron creadas por la ONU en 2015 y abordan temas como poner fin al hambre y la pobreza, lograr la igualdad de género y combatir el cambio climático.
“La Secretaria General Adjunta afirmó su apoyo a las prioridades compartidas en torno a la acción climática, el empoderamiento económico de las mujeres, la participación de los jóvenes y el bienestar mental”, dijo Naciones Unidas en un comunicado.
El jueves, el príncipe de 37 años y Meghan, de 40, visitaron el monumento de la ciudad por los ataques del 11 de septiembre de 2001 al World Trade Center. Estuvieron acompañados por la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio.
La pareja subió a los pisos 100 y 102 del One World Trade Center en compañías de los funcionarios.
“Es maravilloso estar de vuelta”, dijo Markle.
El duque y la duquesa de Sussex renunciaron a sus deberes reales el año pasado para construir una vida independiente y se mudaron de Gran Bretaña a California, donde viven con sus dos hijos, Archie de dos años y Lilibet, que nació en junio.
La pareja real lanzó su Fundación Archewell, además de cerrar acuerdos lucrativos para producir programas de televisión y un podcast. La semana pasada, aparecieron en la portada de la edición anual de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time.
Meghan y Harry se hospedaron en el elegante hotel Carlyle, que era el lugar favorito de la princesa Diana en Nueva York. Archie, de dos, y Lilibet, de tres meses, se quedaron en California, de acuerdo a medios locales.
En Reino Unido, los duques de Sussex fueron duramente criticados por usar un jet privado para trasladarse a Nueva York desde Los Ángeles.
(Con información de EFE y Reuters)
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