La mala relación entre William y Harry fue provocada por la oficina del duque de Cambridge, que sembró historias sobre el estado mental del príncipe Harry, afirmó Omid Scobie, periodista y coautor del explosivo libro Finding Freedom, sobre la pareja real.
Scobie alega que “no fue una coincidencia” que los ayudantes de William en el Palacio de Kensington comenzaran una campaña en su contra el día después de que Harry confirmara ante las cámaras el distanciamiento con su hermano mayor.
Fue en 2019, al final de la gira de los duques de Sussex por Sudáfrica, cuando Harry le dijo a Tom Bradby de ITV que él y su hermano “estaban en caminos diferentes”. En el mismo programa, Meghan confesó que estaba “sobreviviendo”, sugería que la familia real había sido negligente, y agregaba: “No muchas personas me han preguntado si estoy bien”.
Pero después de la entrevista, que fue noticia en todo el mundo, Scobie afirma que la prensa local comenzó hablar de que William estaba “preocupado por la salud mental de Harry”. Dichos rumores –según el periodista– fueron plantados deliberadamente por su personal.
“Ahora bien, si William dirigió eso o no, nadie lo sabrá, pero provino de la oficina de la que él es jefe”, añadió el periodista. En el documental que se emitirá esta noche por ITV, Harry & William: What Went Wrong?, Scobie, quien ha sido un defensor de los duques de Sussex, agrega: “Meghan llegó motivada y lista para trabajar, y eso inmediatamente los puso nerviosos. Ciertamente no era alguien que se iba a cambiar a sí misma solo para complacer a las personas que la rodeaban. Sentí que también le recordaron: ‘Ustedes no son las estrellas del espectáculo aquí. Hay una jerarquía, y no llegas muy alto en ella’”.
Robert Lacey, autor del libro Battle of Brothers, señaló: “Alguien cercano a William me dijo que William sintió desde una etapa temprana que Meghan tenía una agenda”. En tanto, la biógrafa real Penny Junor afirmó: ”Escuché muy malas historias desde el principio sobre que Meghan estaba molestando a la gente. No era tan encantadora como parecía”.
“El enfoque de Harry y Meghan es del mundo del espectáculo. [Los miembros de] la familia real no son celebridades. Son miembros activos de una institución pública. Me horrorizó la entrevista con Oprah. Estas no son declaraciones que deban hacerse en público. Este es el tipo de cosas que deberían suceder en la privacidad del diván de un psiquiatra”, añadió Junor.
El príncipe William, de 39 años, y su hermano Harry, de 36, dejaron sus diferencias de lado durante el homenaje a su madre, que tuvo lugar en los jardines del Palacio de Kensington el pasado 1 de julio, coincidiendo con el día en el que Lady Di hubiera cumplido 60 años.
En una declaración conjunta, el duque de Cambridge y el duque de Sussex dijeron: “Todos los días deseamos que ella todavía estuviera con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado”.
Los príncipes se unieron al hermano de su madre, Charles Spencer, y a sus hermanas, Sarah McCorquodale y Jane Fellowes, para el pequeño evento privado en el Sunken Garden del palacio, un lugar en el que la princesa alguna vez encontró consuelo. Este encuentro es la primera vez que los hermanos aparecen juntos en público desde el funeral de su abuelo, el príncipe Felipe.
La escultura en bronce fue realizada por el artista Ian Rank-Broadley y colocada en un jardín que ha sido remodelado y diseñado por Pip Morrison, del Palacio de Kensington; antigua residencia de Diana y la actual de su hijo William, segundo en la línea de sucesión al trono británico. Cuenta con 4 mil plantas y flores que eran las favoritas de Lady Di.
Ni la reina Isabel II ni Kate Middleton ni el príncipe Carlos participaron en el evento. Este último, aparentemente, para no “reabrir viejas heridas”, según informó el Sunday Times.
El príncipe Harry ya está California con Meghan y sus hijos, Archie y Lilibet Diana. Se dice que en septiembre el duque podría regresar al Reino Unido en compañía de toda su familia.
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