Jason Knauf, quien acusó a Meghan Meghan de acoso laboral, renunciará como director ejecutivo de la Royal Foundation del duque y la duquesa de Cambridge a fines de este año.
Knauf trabajó siete años para la familia real británica, primero en el Palacio de Kensington y luego como director de la fundación de los duques de Cambridge y el príncipe Harry.
Renunció a su puesto, dijo, porque su esposo asumió un cargo diplomático en el extranjero.
William y Kate Middleton elogiaron a Knauf en el marco del anuncio. “Jason ha sido una parte integral de nuestro equipo desde 2015. Estamos inmensamente agradecidos por su arduo trabajo y compromiso. Estamos tristes de verlo irse, pero le deseamos todo lo mejor”.
“Trabajar con el duque y la duquesa de Cambridge ha sido el privilegio de mi carrera”, dijo por su parte Knauf, quien anteriormente había trabajado en el Royal Bank of Scotland y también fue asesor de la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark.
Knauf llegó a los titulares a principios de marzo, justo antes de la explosiva entrevista de Markle y el príncipe Harry con Oprah Winfrey, cuando en artículo del medio británico The Times reveló que en 2018 había presentado una denuncia contra la duquesa de Sussex por acoso laboral.
De acuerdo con el citado medio, Knauf reportó que dos asistentes personales de la duquesa estaban siendo intimidados ella al punto de decidir dejar sus puestos, mientras que un tercer miembro del personal era “humillado” en bases regulares.
“La duquesa parece decidida a tener siempre a alguien en la mira”, escribió Knauf a Samantha Carruthers, responsable de Recursos Humanos del palacio. “Está intimidando a Y (identificado de esa manera para no revelar su nombre) y buscando socavar su confianza. Hemos recibido informe tras informe de personas que han sido testigos de un comportamiento inaceptable. Me preocupa que no se haga nada”.
El príncipe Harry, de 36 años, le pidió que no lo comunicara a Buckingham, intercediendo por su esposa. Así la cuestión se quedó en un intercambio de correos electrónicos entre el propio Knauf y el entonces secretario privado del príncipe William, Simon Case.
The Times reveló también que Markle, quien espera su segundo hijo, llevó unos pendientes que fueron un regalo de boda del príncipe saudí Mohamed bin Salman en una cena formal en Fiji en 2018, poco después de que éste fuera acusado por los Estados Unidos de haber ordenado el asesinato del disidente Jamal Khashoggi. Según el diario londinense, en ese momento la duquesa de Sussex ordenó su equipo que dijera a la prensa que los pendientes eran un préstamo, “a pesar de ser consciente de su procedencia”.
Markle, de 39 años, negó todas las acusaciones de acoso laboral y dijo estar “entristecida por este último ataque a su persona, particularmente como alguien que ha sido objeto de acoso”. Y manifestó que la información publicada por el periódico respondía a “una campaña calculada” de difamación basada en “información engañosa y dañina”.
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