La polémica entrevista que dieron el príncipe Harry y Meghan Markle a Oprah Winfrey generó malestar en la familia real británica. Sin embargo, ahora se conoció que los duque de Sussex se arrepienten del momento que eligieron para ventilar sus problemas personales.
Así lo informó una fuente cercana a la pareja a través del diario The Sun. La explosiva conversación entre el matrimonio y la presentadora norteamericana se realizó y salió al aire mientras el duque de Edimburgo estaba enfermo e internado en el hospital.
Meghan y Harry no lamentan lo dicho, sino el momento eligieron para decirlo. Hoy creen que tendrían que haber elegido otro contexto por el delicado momento que atravesaba la familia.
De acuerdo al citado medio, los duques “desearían que las cosas hubieran sido diferentes”, pero aún así, creen que era algo que tenían pendiente y que su deber era hablar y contar su verdad. En relación a la entrevista, otra fuente cercana dijo: “Necesitaban expresar su opinión y no veían otra forma de hacerlo, aunque el amor y el respeto de Harry y Meghan por el príncipe Felipe y por la Reina nunca estuvo en duda”.
El hijo menor de Lady Dy viajó a Londres para asistir al funeral de su abuelo y se lo vio hablar y caminar junto a su hermano y futuro rey de Inglaterra, William, y su esposa Kate Middleton. La despedida del duque, fallecido el 9 de abril a los 99 años, habría sido una especie de tregua entre ellos.
De acuerdo a las imágenes difundidas en diversos medios sí hubo un acercamiento entre los hermanos y Kate Middleton pero ocurrió luego del servicio religioso.
De acuerdo al tabloide británico Daily Mail, Harry recibió un frío recibimiento por gran parte de su familia. Hay un profundo sentido de protección hacia Isabel II y resentimiento hacia el príncipe. “Todavía están muy molestos”, indicó una fuente al medio. “Formaron un frente unido para proteger a Su Majestad. Todos piensan que se ha comportado de manera espantosa”.
Markle, que se encuentra transitando la última etapa de su segundo embarazo, no estuvo presente en la ceremonia por consejo médico. Se quedó en su mansión de Los Ángeles con su hijo Archie, que el próximo 6 de mayo cumplirá dos años.
Aunque algunos creían que retrasaría su regreso para estar en el cumpleaños de su abuela, al final Harry prefirió volver a casa. Sus detractores calificaron este comportamiento de Harry de desprecio hacia la familia real a la que no hace tanto todavía pertenecía. Sobre todo hacia Isabel, que el miércoles pasó su primer aniversario como viuda recluida en Windsor.
El duque de Sussex aterrizó ayer en el aeropuerto de Los Ángeles, al que llegó a bordo de un vuelo comercial de American Airlines. Allí, un chófer le esperaba listo para llevarle de inmediato a su hogar en Montecito, California, donde su familia lo estaba esperando.
De luto por la reciente muerte de su marido, Isabel II emitir ayer un comunicado agradeciendo con motivo de su cumpleaños todas las muestras de cariño recibidas durante estos días.
“Con motivo de mi 95 cumpleaños, he recibido muchos mensajes de buenos deseos, que aprecio mucho. Aunque como familia estamos en un período de gran tristeza, ha sido un consuelo para todos nosotros ver y escuchar los homenajes rendidos a mi marido, desde el Reino Unido, la Commonwealth y en todo el mundo”, afirmó la monarca en el mensaje firmado por ella misma publicado en sus redes sociales.
“Mi familia y yo queremos agradecer a todos el apoyo y la amabilidad que nos han mostrado en los últimos días. Estamos profundamente conmovidos y seguimos recordando que Felipe tuvo un impacto extraordinario en innumerables personas a lo largo de su vida”, concluyó.
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