“Felipe ha muerto”; “El Duque de Edimburgo murió a los 99 años”; “Buenas noches, Felipe”. Estos fueron algunos de los títulos que la prensa británica dedicó al anuncio del deceso de Felipe, Duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II de Inglaterra. El príncipe tenía 99 años y en las últimas semanas había sido intervenido quirúrgicamente por un problema cardíaco por el cual estuvo internado en grave estado. Su muerte se produjo en Windsor.
“Con profundo dolor, su majestad la reina anuncia la muerte de su amado esposo, su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo”, afirmó un comunicado reproducido por los medios de todo el mundo. “Su alteza real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor”. Indicó que “la Familia Real se une a las personas de todo el mundo para lamentar su pérdida” y luego informó que “se harán más anuncios a su debido tiempo”.
“El Duque de Edimburgo, príncipe Felipe, muere a los 99 años”. Así fue el “último momento” que emitió el tradicional diario británico The Guardian la noticia sobre el deceso del marido de la Reina Isabel.
El diario The Times, de Londres, fue directo: mostró una imagen de Felipe con su uniforme de gala y tituló: “El Duque de Edimburgo ha muerto a los 99 años” y destacó que siempre colocó el deber de su cargo real por encima de sus intereses propios.
Por su parte, The Sun, más popular en sus coberturas, tituló diferente: “Buenas noches, Feli”. “El príncipe Felipe muere a los 99 años. La Reina tiene un ‘profundo dolor’ al morir el Duque de Edimburgo en el Castillo de Windsor”, agregó con información del comunicado de la Casa Real británica.
En tanto, The Daily Mirror, otro de los grandes diarios populares del Reino Unido fue más lineal en su reacción: “El príncipe Felipe ha muerto a los 99 años en el Castillo de Windsor mientras la Reina lamenta la pérdida de su ‘fuerza y permanencia’ y una nación se aflige”.
El diario Daily Mail se hizo eco de la noticia con una composición de fotos actuales y pasadas del duque para anunciar su muerte y remarcó que dejó de existir luego de haber sido dado de alta tras una internación de 28 días y una cirugía de corazón. “El príncipe Felipe muere a los 99 años: el duque de Edimburgo fallece en el Castillo de Windsor tres semanas después de terminar una estadía de 28 noches en el hospital por infección y cirugía cardíaca”.
The Telegraph, otro de los grandes diarios londinenses, remarcó: “El príncipe Felipe murió a los 99 años”.
La muerte del Duque
El príncipe Felipe murió tras haberse convertido en el consorte monárquico más longevo de la Corona británica, con más de 70 años junto a la reina Isabel II. Estuvo siempre a la sombra de su esposa, con gran lealtad y una propensión a mostrarse poco respetuoso de lo políticamente correcto. “Es mejor desaparecer que alcanzar la fecha de caducidad”, había dicho hace unos años con su particular sentido del humor.
Si su esposa, que llegó al trono en 1952, batió todos los récords de longevidad como monarca, Felipe fue el consorte que más años ostentó ese honor. Lo era desde 2009, cuando superó a Carlota, la esposa de Jorge III. “Es mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén”, dijo una vez la reina, poco proclive a hacer demostraciones de cariño en público.
En 2017 se retiró de las actividades públicas tras haber participado en más de 22.000 actos oficiales, pero su principal valor fue ser “el único hombre del mundo en tratar a la reina como un ser humano, de igual a igual”, explicó una vez Lord Charteris, ex secretario privado de la monarca.
Alto y tieso, siempre detrás de la reina como exige el protocolo, Felipe asumió con mejor o peor disposición su papel de secundario.
Según admitió, le hicieron falta años de aprendizaje para encontrar su lugar a la sombra de Isabel II y en el corazón de los británicos, pero luego disfrutó de un alto índice de popularidad, al igual que su esposa.
A menudo intentó salirse con la suya, pero acabó entrando en razón. Como en enero de 2019, cuando un accidente de tráfico reveló que seguía conduciendo a los 97 años. Pese a las críticas, volvió a tomar el volante dos días después y sin llevar el cinturón de seguridad. Pero tres semanas más tarde cedía a la presión y entregaba su permiso de conducir.
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