Por primera vez desde que se anunciara la ruptura definitiva entre los duques de Sussex y la familia real británica, el príncipe Harry se refirió a la tensa situación que vivía en Londres, y dejó entrever -entre otras cosas- que no fue su decisión apartarse de sus responsabilidades, sino de la Reina y del círculo que la rodea, durante una entrevista en el popular programa The Late Late Show con James Corden, que promete repercusiones fuertes en el Palacio de Buckingham.
Durante un recorrido en autobús por Los Ángeles -donde el ex miembro de la realeza vive junto con su esposa Meghan Markle y su hijo Archie desde hace un año-, ambos bromearon respecto de las estructuras protocolares que aún mantiene -”nunca llevo dinero efectivo”-, sobre la famosa actriz y cómo son sus días como padre, entre otros temas.
Sin embargo, lo más importante del encuentro fue cuando el duque se refirió a la actual relación que mantiene con el resto de su familia. Al ser consultado por Corden acerca de cómo era su vida ahora en los Estados Unidos, Harry insistió en algo que ya irritó a la Corona: “Será una versión menor de lo que hacíamos en el Reino Unido, pero mi vida siempre será de servicio público, y Meghan se comprometió a eso, y los dos disfrutamos de hacer eso, de tratar de traer algo de compasión y, tú sabes, tratar de hacer feliz a la gente e intentar cambiar el mundo de cierta forma”.
“Nunca me fui, nunca me fui. Fue dar un paso atrás en lugar de un retiro. Era un ambiente muy difícil, como creo que mucha gente vio. La prensa estaba destruyendo mi salud mental. Era tóxico, así que hice lo que cualquier marido y cualquier padre haría... necesito sacar a mi familia de aquí. Pero nunca me retiré. Y en cuanto a lo que a mí concierne, cualquiera sea la decisión hecha de aquel lado, nunca me retiraré. Siempre estaré contribuyendo, pero mi vida es el servicio público donde sea que esté en el mundo, será siempre lo mismo”, señaló Harry durante la entrevista.
En otro tramo del show, Corden llevó al príncipe a una de las mansiones más emblemáticas de Los Ángeles, que fue protagonista de la serie de los 90 The Fresh Prince of Bel Air, protagonizada por Will Smith. Allí los recibió la dueña de la propiedad, y cuando fue consultada por el conductor del programa si se la vendería al duque de Sussex, la mujer preguntó cuánto ofertaría. Pero en el momento en que el artista le insistió en que era una buena oportunidad para adquirirla, Harry le preguntó a la mujer: “¿Puedo usar su baño?”.
Luego, al salir del toilet, Corden telefoneó a la esposa del inglés a quien puso en una videollamada. También insistió en que comprara la famosa casa argumentando: “Aquí es donde deberían vivir. Te pondré en contacto con sus dueños”.
Al volver al autobús que los paseaba por la ciudad californiana, el popular showman le preguntó a Harry sobre su relación con la actriz: “¿Cuándo supiste que era la elegida?”. Respuesta: “En la segunda cita comencé a pensar... ‘wow, esto es muy especial...’”. El duque, radicado en los Estados Unidos, contó que sus salidas eran siempre solos, que prefirieron no compartir sus primeros momentos con otras parejas u otros amigos, para, de esa forma, conocerse muchísimo mejor. “Todas las citas se volvieron o cenas o mirar televisión o charlar en casa”, reveló. “Pasamos muchísimo tiempo solo nosotros dos en lugar de ir a casas de amigos o comer afuera donde hubiera otras distracciones. No había distracciones”.
Harry también habló sobre el pequeño Archie -de casi dos años- y del vínculo que lo une con su abuela, la reina Isabel II. Contó que la primera palabra que pronunció fue “cocodrilo”, y festejó que haya sido una palabra con tantas sílabas, algo dificultoso para alguien de su edad. “Mi abuela nos preguntó qué querría Archie para Navidad, y él dijo que una waflera, y ella le envió una waflera para Archie. Así que en los desayunos Meg prepara una hermosa mezcla orgánica y la coloca en la waflera, la da vuelta, y Archie lo ama”.
La decisión más dura
Una semana atrás, el 19 de febrero, el Palacio de Buckingham anunció que Harry y Meghan ya no formarían parte de las responsabilidades reales y que por lo tanto debían renunciar a sus patrocinios y demás títulos. La noticia impactó a la pareja, que avisó que continuarían al servicio, dado que era su vocación y que un derecho universal. La respuesta fue tomada de mala forma por la familia e interpretada como un desafío.
“El duque y la duquesa de Sussex han confirmado a Su Majestad la Reina que no regresarán como miembros activos de la familia real”, señalaba la nota de prensa emitida en horas del mediodía londinense el pasado viernes. “Tras conversaciones con el Duque, la Reina ha escrito confirmando que al alejarse del trabajo de la familia real no es posible continuar con las responsabilidades y deberes que conlleva una vida de servicio público. Por lo tanto, los nombramientos militares honorarios y los patrocinios reales de los Duques serán devueltos a Su Majestad, antes de ser redistribuidos entre los miembros activos de la familia real”, señalaba el comunicado.
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