Un tribunal británico comenzó a examinar este martes la demanda presentada por Meghan Markle contra el diario Daily Mail, al que denuncia por invasión de su privacidad, pero contra el cual quiere evitar un mediático juicio.
La ex actriz estadounidense, de 39 años, acusó a la empresa editora Associated Newspapers –que publica el Daily Mail, el Mail Online y Mail on Sunday– de vulnerar sus derechos al publicar extractos de una carta manuscrita enviada a su padre, Thomas Markle, en 2018.
En un primer momento se había programado el juicio para enero de 2021, pero alegando una “razón confidencial” los abogados de la duquesa pidieron un aplazamiento hasta el otoño boreal.
El abogado de Markle, Justin Rushbrooke, declaró al comienzo de una audiencia de dos días en el Tribunal Superior de Londres, que el juez Mark Warby debería emitir un “juicio sumario” que permitiría que el caso se resuelva sin juicio. Esta situación sería positiva para la esposa del príncipe Harry, ya que quiere evitar que se mediatice la disputa.
El Tribunal evaluará entre hoy y mañana. Si el juez falla a su favor, el caso está terminado y sin posibilidad de apelación. Pero si pierde, la duquesa tendrá un juicio completo que podría enfrentarla a su padre, con el que mantiene una muy tensa relación y quien ya ha expresado públicamente que está dispuesto a testificar en contra de su propia hija.
En una declaración escrita al juez, divulgada este martes por el tribunal, Thomas Markle, de 76 años, aseguró que la carta de su hija “no era un intento de reconciliación” sino “una crítica a mí”.
“La carta no decía que me amaba. Ni siquiera preguntaba cómo estaba yo. No mostraba preocupación por el hecho de que yo había sufrido un ataque al corazón y no hacía preguntas sobre mi salud”, afirmó.
“En realidad señalaba el fin de nuestra relación”, aseguró, dando un anticipo de lo que podría ocurrir si ambos tuvieran que testificar ante un tribunal.
En la misiva, Meghan pedía a su padre, afincado en México donde protagonizó un escándalo con paparazzi antes de la boda de la pareja en mayo de 2018, que se mantuviera alejado de los medios.
“En realidad, en el fondo, es un caso muy sencillo sobre la publicación ilegal de una carta privada”, afirmó Rushbrooke, ante el tribunal el martes, considerando que la defensa de Associated Newspapers no tiene posibilidades de éxito. La publicación de extractos de la carta fue una “simple y grave violación de sus derechos a la privacidad”, subrayó.
Según Rushbrooke, con ello el diario no solo se saltó las directrices mediáticas a que está sujeto, sino que incurrió en una “triple invasión” de los derechos de Meghan a la correspondencia privada, a la vida privada y a la vida familiar. “Es un hecho que se aplicaría a cualquiera, aunque no fuera una duquesa”, le dijo al juez.
Eluyendo un juicio, la esposa del príncipe quiere evitar que, como autorizó la justicia en septiembre, Associated Newspapers apoye su defensa en el libro “Finding Freedom”, una biografía reciente sobre la pareja y su alejamiento de la monarquía británica.
Los abogados del grupo editoral afirman que Meghan “cooperó con los autores” de ese libro, que hace referencia a la carta, algo que ella niega.
En guerra con la prensa
El príncipe Harry, de 36 años, sexto en el orden de sucesión a la corona británica, ha denunciado repetidamente la presión de los medios sobre su pareja.
Harry y Meghan alegaron esta presión como principal motivo de su estrepitosa retirada de la familia real británica, anunciada en enero de 2020 y efectiva desde abril. Desde entonces, la pareja con su hijo Archie, de 19 meses, se establecieron en California.
Harry, cuya madre, la princesa Diana, murió en un accidente de tránsito cuando era perseguida por los paparazzi en París en 1997, ha presentado demandas separadas contra otro tabloide británico, el Daily Mirror, por supuesta piratería telefónica.
Según medios británicos, también se querelló contra Associated Newspapers por difamación en relación a un artículo publicado en octubre por el Mail on Sunday, según el cual el príncipe no tiene contacto con los Royal Marine desde su salida de la monarquía, que lo obligó a renunciar a sus títulos militares honoríficos.
(Con información de AFP)