El príncipe heredero de Japón aprobó la boda de su hija Mako con un ciudadano común con problemas económicos

El hermano menor del emperador Naruhito y primero en la línea de sucesión al trono mostró su apoyo al comentado compromiso de su primogénita, la princesa Mako

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Akishino de Japón cumplió 55
Akishino de Japón cumplió 55 años. La Casa Imperial ha celebrado su aniversario con una serie de imágenes con su esposa y sus tres hijos (Reuters)

El príncipe Fumihito de Japón, hermano menor del emperador Naruhito y actual heredero al trono, mostró su apoyo al comentado compromiso de su primogénita, la princesa Mako, en una rueda de prensa con motivo de su cumpleaños número 55.

“Apruebo que se casen. (...) Si eso es lo que realmente quieren, entonces creo que es algo que debo respetar como padre”, declaró Fumihito en la comparecencia, compartida este lunes por la Agencia de la Casa Imperial. La declaración respondió a una pregunta sobre el enlace, pendiente desde hace años por una disputa financiera de la madre del novio.

La princesa Mako, de 29 años, y su prometido, Kei Komuro, al que conoció en la universidad, anunciaron su compromiso en 2017. El hecho generó un gran revuelo mediático en Japón. Iban a casarse el 4 de noviembre de 2018 en Tokio, pero la boda fue pospuesta hasta este 2020 por una supuesta falta de tiempo para los preparativos.

La pareja no pudo contraer matrimonio porque faltaba la aprobación del príncipe heredero, pero ahora el obstáculo ha sido removido.Fumihito no estaba convencido del futuro del matrimonio. Consideraba que antes debían resolver sus problemas financieros y que aún no estaban preparados para dar el paso.

El príncipe Fumihito de Japón,
El príncipe Fumihito de Japón, hermano menor del emperador Naruhito y actual heredero del trono, mostró su apoyo al controvertido compromiso de su primogónita, la princesa Mako, en una rueda de prensa con motivo este lunes de su 55 cumpleaños

El aplazamiento del enlace se produjo poco después de saberse que la madre de Komuro mantenía una disputa financiera con su ex pareja, a quien le debía una importante cantidad de dinero que le había prestado para que su hijo pudiera estudiar en la Universidad de Fordham de Nueva York. En ese entonces, la Casa Imperial se desvinculó las informaciones y la decisión.

En un comunicado publicado a principios de este mes de noviembre la princesa Mako expresó su determinación de seguir adelante con el matrimonio, que todavía hoy sigue sin tener fecha.

Aunque el palacio niega que el retraso se debía a los problemas económicos de la familia del novio, el príncipe Fumihito declaró en su día que era importante “que se resuelva el tema”, algo que considera clave para conseguir el apoyo del público.

Además, consideró que el matrimonio aún no estaba preparado: “Desde mi punto de vista, creo que no están en una situación en la que muchas personas estén convencidas y satisfechas”, agregó el príncipe japonés, quien señaló que su hija Mako también es consciente de ello, e instó a su futuro yerno a adoptar medidas “visibles” para la resolución del problema.

Otra de las razones para retrasar la boda de su hija es porque en el momento en que se case con un ciudadano común, Mako perderá su título real y todo el apoyo financiero.

Komuro, graduado en Derecho, lleva fuera de Japón desde 2018, tras el aplazamiento del enlace. En agosto de ese año empezó a estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Fordham, en Nueva York, donde está previsto que termine sus estudios en 2021 y se presente al examen que le permitiría ejercer la abogacía allí.

A principios de mes, Fumihito , junto a su esposa, la princesa Kiko, fue declarado oficialmente primero en la línea sucesoria en una ceremonia mucho más austera para respetar las nuevas normas sanitarias y que había sida pospuesta durante siete meses debido a la pandemia de COVID-19. Como segundo en la sucesión figura el primogénito de Fumihito, el príncipe Hisahito, de 14 años. Tercero está el tío del emperador Naruhito, el príncipe Hitachi, de 84 años.

La hija de 18 años de Naruhito, Aiko, y las dos hijas del príncipe heredero, Mako y Kako, no están en la fila porque son mujeres.

La Ley de la Casa Imperial de Japón no permite una emperatriz y despoja a las mujeres del estatus real si se casan con ciudadanos comunes. El gobierno en 2005 consideró la posibilidad de permitir mujeres emperadoras, pero la discusión se detuvo tan pronto como nació Hisahito al año siguiente. Las encuestas han demostrado que la mayoría de los japoneses apoyan tener una emperatriz, ya que Aiko se ha vuelto cada vez más popular.

Con información de EFE

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