El ministro de Cultura británico, Oliver Dowden, afirmó que pedirá a los productores de Netflix que aclaren que “The Crown”, la serie sobre la reina Isabel II y su familia, es una ficción para que el público no la confunda con la realidad. El funcionario informó que hará el pedido formal esta semana a través de una carta.
Dowden sumó su voz a la creciente preocupación de que las escenas inventadas en la serie pueden resultar muy dañinas para la familia real y por ello se debe advertir a los espectadores al comienzo de cada episodio de que se trata de una ficción.
“Es una obra de ficción bellamente producida, pero como otras producciones televisivas, Netflix debería ser muy claro desde el principio que solo es eso y nada más”, dijo Dowden en declaraciones al tabloide británico Daily Mail. “Sin esta aclaración, temo que una generación de espectadores que no vivió estos eventos pueda confundir la ficción con la realidad”, agregó el ministro.
Las declaraciones del funcionario se producen en medio de una creciente preocupación por el hecho de que las escenas inventadas por el guionista Peter Morgan están haciendo un daño duradero a la monarquía y al príncipe Carlos en particular.
La cuarta temporada de “The Crown” , que se estrenó el 15 de noviembre, centra su trama en el triángulo amoroso entre el príncipe Carlos (Josh O’Connor), Lady Di ( Emma Corrin) y Camilla Parker Bowles (Emerald Fennell), hoy esposa del heredero al trono británico. Aunque desde su estreno no hubo una respuesta oficial de Buckingham, el círculo cercano del futuro rey de Inglaterra filtró a la prensa que estaba indignado con la imagen que daban de él y de su actual esposa.
En los nuevos capítulos del aclamado drama de Neflix la imagen de la duquesa de Cornualles es de una “auténtica villana”, culpable de todos los males de una frágil Diana que intenta sacar a flote un matrimonio fallido con el hijo mayor de la reina Isabel II.
Ha sido tal la oleada de odio que se ha generado hacia Camilla Parker Bowles que Clarence House ha tenido que tomar medidas drásticas para intentar frenar los mensajes agresivos contra la duquesa de Cornualles tras el estreno de “The Crown”.
Para el matrimonio real no ha sido fácil leer este tipo de comentarios en sus redes. Así que no han dudado en optar por una solución radical para terminar con ello.
En sus publicaciones de Twitter han bloqueado todos los comentarios y respuestas de aquellos usuarios a los que la cuenta de Clarence House no sigue.
El ex secretario de prensa de la corona, Dickie Arbiter, criticó la serie por “tomarse una licencia dramática y llevarla al extremo” y dejar a “Carlos y Camilla como los villanos”.
El año pasado, cuando se estrenó la tercera temporada, Arbiter- que fue portavoz de prensa de la reina Isabel II desde 1988 hasta 2000- también cargó contra “The Crown” porque adujo que insinuaba que la reina Isabel II había tenido un romance con el entrenador de sus caballos de carreras, Lord Porchester. “Es de mal gusto y totalmente infundado”, dijo entonces al periódico Sunday Times. “La reina es la última persona en el mundo que consideraría mirar a otro hombre que no sea su marido”, aseguró.
Diana tenía solo 20 años cuando se casó con el príncipe de Gales, de 32 años, en 1981, tras solo seis citas. Desde el principio, su relación fue complicada. La joven princesa luchó por manejar tanto el escrutinio público como sus problemas personales (sufría de bulimia y depresión). En 1991, la pareja real se separó.
Tres años después, Carlos admitió que cometió adulterio durante su matrimonio con Diana durante una entrevista televisiva. El futuro rey luego reanudó la relación con su entonces amante y actual esposa, Camilla Parker-Bowles.
Su divorcio finalizó en agosto de 1996, y Diana, que ya se dedicaba a causas humanitarias durante su separación, se centró en su trabajo. Murió un año después, el 31 de agosto de 1997, cuando su automóvil se estrelló en un túnel en París. Tenía 36 años. El príncipe Carlos se casó con Camila Parker Bowles en una discreta ceremonia civil en 2005.
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