La noche que Lady Di bailó con John Travolta y la Casa Blanca se paralizó

Fue durante una visita protocolar con el príncipe Carlos en 1985 a Estados Unidos. El entonces presidente Ronald Reagan y a su esposa Nancy celebraron una fiesta en su honor

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Diana fue quien solicitó en su lista de invitados a John Travolta, a quien admiraba en su adolescencia por "Fiebre de sábado por la noche" y "Grase" Foto: Everett/Shutterstock
Diana fue quien solicitó en su lista de invitados a John Travolta, a quien admiraba en su adolescencia por "Fiebre de sábado por la noche" y "Grase" Foto: Everett/Shutterstock

Conocer a los famosos que se convirtieron en nuestros amores platónicos de adolescentes ha sido una suerte para muy pocos, pero para Diana Spencer y John Travolta, dos celebridades que se admiraban mutuamente, se volvió una realidad en una mágica noche con un baile de ensueño.

Se conocieron el 9 de noviembre de 1985, cuando ella ya era la princesa de Gales. Cuatro años antes se había casado con el príncipe Carlos de Inglaterra y ambos fueron invitados a Estados Unidos en una visita protocolar, por el presidente Ronald Reagan y su esposa Nancy.

Para la ocasión celebraron una recepción de gala en la Casa Blanca. Pero no fue casualidad que el actor fuera uno de los invitados, sino que fue una petición personal de Lady Di.

Según contó años después Linda Faulkner, entonces secretaria de ceremonias del presidente Ronald Reagan, Nancy preguntó a los príncipes si querían contar con alguien en particular en la fiesta: “Cada uno mandó una lista y en la de ella estaba John Travolta”.

Ella tenía 24 años, ya había sido madre de Guillermo y Enrique, mientras que Travolta tenía 31 años y su carrera estaba estancada por tres fracasos cinematográficos Foto: Shutterstock
Ella tenía 24 años, ya había sido madre de Guillermo y Enrique, mientras que Travolta tenía 31 años y su carrera estaba estancada por tres fracasos cinematográficos Foto: Shutterstock

La princesa admiraba al conocido actor ítaloamericano desde el estreno de sus películas Fiebre de Sábado en la noche y Grease, en la segunda mitad de los años 70. Por aquellos años, Lady Di sólo era una adolescente y él se había convertido en su “amor platónico”.

Pero para cuando se conocieron, Diana tenía 24 años, ya se había convertido en madre -Guillermo tenía tres años y Enrique uno y medio-, sin embargo ya era ampliamente conocida por sus viajes altruistas y la intensa actividad que la prensa rosa ejercía sobre ella por su elegante sentido de la moda. Era ya una influencer real y moderna.

Para aquella velada, Diana escogió un sofisticado vestido de escote en los hombros, silueta ceñida y corte sirena en color azul intenso de Victor Edesltein. Un modelo que combinó con una hermosa gargantilla de perlas y zafiros.

Travolta tenía entonces 31 años, había ganado amplia fama después de aquellos dos éxitos cinematográficos, sin embargo se encontraba en un bache en su carrera: sus tres películas siguientes habían sido un fracaso y su presencia se entibió.

Travolta consideró esa noche como uno de los mejores momentos de esa década. Admiró que Lady Di supiera bailar muy bien y su carisma y sencillez le impresionaron Foto: Archivo
Travolta consideró esa noche como uno de los mejores momentos de esa década. Admiró que Lady Di supiera bailar muy bien y su carisma y sencillez le impresionaron Foto: Archivo

El actor recordaría años más tarde que “no tenía idea de que aquella noche hubiera algo planeado para mí. Sólo me sentía honrado por haber sido invitado a ese evento, pues en ese momento mi carrera se encontraba en un punto muy bajo, pero, sin embargo, estaba en ese salón. Me sentí como un sapo que se había convertido en príncipe”.

Lo que Travolta no sabía es que en plena recepción, cerca de las 21:30 horas, la primera dama de Estados Unidos, Nancy Reagan, se le acercó y le dijo que tenía un pedido especial de la princesa Diana: “Ella siempre tuvo el gran sueño de bailar con usted: ¿bailaría con ella?”. Travolta, sorprendido por la atención, contestó afirmativamente.

Luego de que la orquesta arrancara con la canción Shall we dance, que Lady Di bailó con el presidente Ronald Reagan mientras la Primera Dama hacía lo propio con el Príncipe Carlos, la misma orquesta, que tenía todo preparado, comenzó con una selección de temas lentos de las películas Fiebre de sábado por la noche y Grease. Fue entonces que Travolta se acercó a Lady Di y le preguntó con algo de timidez “Disculpe, Princesa, ¿le gustaría bailar?”. La princesa, inclinando la cabeza y algo sonrojada, contestó simplemente: “Me encantaría”.

Si bien en ese momento había otras parejas en la pista de baile, pasados unos minutos los dos quedaron bailando solos. Fueron varios temas en los que todas las miradas se centraron en ellos, como la escena de una película.

La princesa de Gales tenía a Travolta como un "amor platónico" de su adolescencia.
La princesa de Gales tenía a Travolta como un "amor platónico" de su adolescencia.

Travolta recuerda que “antes de bailar juntos, Diana lo había hecho con el príncipe Carlos. Eso me sirvió para comprobar a primera vista que era una mujer fuerte y que, sobre todo, había sido ella quien había guiado a su marido. Yo era consciente de que todo el mundo estaba mirándonos en ese momento, así que traté de que se sintiera cómoda; puse mi mano en su espalda y le tomé la mano de tal forma que se sintiera segura de sí misma. Y así fue. El baile fue fantástico gracias a ella, porque no se comportó como alguien superior, sino todo lo contrario”.

El inolvidable protagonista de Grease llegó a calificar su baile con la entonces princesa como su instante favorito de la década de los ochenta. “Ese fue uno de los mejores momentos de mi vida, creo incluso que el mejor de la década”, reveló en una entrevista al programa Good Morning America en 2016.

Las imágenes de la pareja en la Casa Blanca dieron la vuelta al mundo y se han convertido en uno de los momentos más emblemáticos de la vida de Lady Di. “Me siento muy afortunado de haber podido disfrutar de ese instante, ella mejoró mi vida y creo que yo mejoré la suya en algún aspecto. Siento mucho que ya no esté aquí”, contó Travolta después de la trágica muerte de la princesa de Gales.

Cuando la selección de canciones lentas terminó, los presentes no sólo aplaudieron, sino que vitorearon a la pareja. Linda Faulkner, secretaria de protocolo del presidente Reagan, reconoció que nunca había visto algo así en la Casa Blanca.

Cuando la recepción terminó, cerca de las 2 de la madrugada, en el aeropuerto de Washington, John Travolta tomó conciencia de lo que había pasado esa noche. Cuando, todavía eufórico por el momento, le comentó a uno de los empleados del aeropuerto“¿Sabes una cosa? Esta noche he bailado con la princesa Diana”, aquel, para sorpresa del actor, le contestó “Ya lo sé. Todo el mundo en Estados Unidos lo sabe”.

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