Malta quiere recuperar un fósil de diente de tiburón que le fue regalado al bisnieto de reina Isabel II, el príncipe George, por el veterano locutor y naturalista Sir David Attenborough. A sus siete años de edad el futuro rey de Inglaterra ha recibido una pequeña lección de política internacional por este obsequio que, este fin de semana, le entregó el reconocido ambientalista durante su visita a los duques de Cambridge en Kensington, la residencia oficial de los royals.
Las fotografías compartidas por el Palacio de Kensington mostraban al hijo mayor del príncipe William y Kate Middleton encantado con el diente de un tiburón prehistórico encontrado por Attenborough durante unas vacaciones en Malta en los años sesenta, pero no hicieron demasiada gracia en la isla, colonia británica hasta 1964 y hogar de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo durante sus primeros años de matrimonio.
Considerado uno de los pioneros en documentales sobre la naturaleza, el británico de 94 años fue nombrado Caballero del Imperio Británico por la reina Isabel II de Inglaterra en 1985 y, entre otros galardones, tiene también en su mériros el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales concedido en 2009.
Attenborough habría encontrado el fósil durante unas vacaciones familiares en la isla mediterránea en la década de 1960, estaba incrustado en piedra caliza de color amarilla y se cree que tiene unos 23 millones de años, perteneciente al periodo Mioceno. El tiburón habría alcanzado una longitud de 15 metros. A modo de agradecimiento por la invitación real, decidió obsequiárselo a George, el nieto mayor del príncipe Carlos y tercero en la línea de sucesión al trono británico, sin embargo, al parecer tendría que ser devuelta.
El problema es que a José Herrera, ministro de Cultura de Malta, el regalo entregado por el científico al pequeño royal no le ha parecido tan buena idea. De hecho, le ha parecido pésima. En declaraciones a la prensa dijo que “hará rodar la pelota” y traerá de vuelta al diente para exhibirlo en un museo local. Ha señalado que esta pieza forma parte del patrimonio natural y debe estar en el lugar que les corresponde, en el “lugar donde fue encontrado”.
“Muchas cosas que son importantes para el patrimonio natural de Malta acabaron en el extranjero y merecen ser restituidos”, declaró el lunes el ministro al diario Times of Malta. “Haremos todo lo que podamos para tenerlo de vuelta”, añadió.
Unas palabras que, sin embargo, el propio José Herrera matizaba unas horas después para aclarar que, en este caso particular, no se tomarían mayores medidas, tal vez tras ser advertido de que cuando en los años sesenta Attenborough realizó el hallazgo del fósil, aún no estaba en vigor la ley que actualmente prohíbe sacar este tipo de piezas de la isla de Malta.
“Preguntó qué era, su tamaño, y todo eso. Parecía que le gustó bastante. Los fósiles le interesan mucho”, describía este domingo Attenborough la reacción del niño al recibir su regalo.
La región de Malta es una antigua colonia británica que obtuvo la independencia en 1964. Se estima que la antigua pieza tiene alrededor de unos 23 millones de años y pertenecía a una especie de tiburón que hace muchos años se extinguió, uno de las llamadas “Megalodon”.
Su nombre, “Megalodon”, lo debe a su significado; “Diente grande” derivado de los términos griegos μέγας (megas, “grande”, raíz megal-) y ὀδούς (odoús, “diente”, raíz odont-) una especie que según estudios habría vivido entre 19,8 y 2,6 millones de años, durante el Cenozoico.
Con información de AP
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