El príncipe William, de 38 años, y su esposa Kate Middelton se ausentaron la semana pasada durante una llamada de cumpleaños en línea para Harry, dejando en evidencia que la relación entre los hermanos está lejos de ser perfecta. Al parecer, la distancia no ayudó mucho y los hijos de Lady Di están cada vez más separados.
De acuerdo al tabloide The Sun, los duques de Cambridge no estuvieron presentes en la celebración virtual por el cumpleaños número 36 de Harry, organizada por el príncipe Carlos y la reina Isabel II. Camilla Parker Bowles, esposa del futuro rey de Inglaterra, se unió a ellos en la llamada de Zoom a los Sussex y su hijo Archie, que ahora viven en una mansión de USD 14 millones en Montecito, California.
“William envió sus mejores deseos de cumpleaños. Tenía una excusa para no estar allí”, informó el citado medio. El martes pasado, en el día del cumpleaños de Harry, los duques de Cambridge tenían que cumplir tareas oficiales. El matrimonio real visitó un centro de trabajo y una famosa panadería de bagels en Londres.
Sobre el festejo virtual de los Windsor, el informante dijo que fue un momento "agradable” y que Harry le dijo a su familia cuánto los extrañaba. Los duques no han vuelto al Reino Unido desde su renuncia de la realeza en marzo y posterior mudanza a Los Ángeles, ciudad que han elegido para vivir de forma permanente.
“Meghan horneó un pastel y Harry apagó velas. Archie los hizo reír cuando también las apagó”, detalló la fuente en declaraciones al periódico. El pequeño Archie Harrison, que ahora tiene 16 meses, también emocionó al príncipe Carlos, de 74 años, cuando lo llamó “Pa”, abreviatura de abuelo en inglés (grandpa). Pero la fuente agregó: “Fue un poco incómodo que William y Kate no estuvieran allí”.
Los Cambridge optaron por desearle un feliz cumpleaños en sus redes sociales.
La relación entre los hermanos se tensó cuando el príncipe Harry renunció como miembro de alto rango de la realeza británica a principios de este año- en el llamado Megexit- junto a su esposa estadounidense. Medio británicos afirman que la brecha entre ellos se amplió aún más en julio cuando se publicó “Finding Freedom”, una biografía explosiva que se cree que contó con la aprobación de los Sussex.
En el libro, acusó a su hermano mayor de ser “snob” al referirse a Meghan como “esta chica” y afirmó que otros miembros de la realeza la apodaron “Harry’s showgirl” (la bailarina de Harry)
Meghan Markle sigue su batalla legal contra la prensa británica
El caso que enfrenta a Meghan Markle con el Mail on Sunday y su editor Associated Newspapers (ANL) volvió este lunes a los tribunales británicos, pero el abogado inicial de la duquesa de Sussex, David Sherborne, no estará presente. El periódico The Times ha confirmado que Sherbone ya no es el representante legal de Markle, y que su “rival”, Justin Rushbrooke será el encargado de llevar la causa.
La noticia de que Rushbrooke se suma al equipo legal de la duquesa de Sussex se da a conocer luego que Sherborne ocupara las portada de todos los medios del mundo por otro resonado caso: el que enfrenta a Johnny Depp contra The Sun.
Sherborne es un abogado de famosos bastante conocido, ganador habitual de casos por difamación y contra la intimidad contra editores y paparazzi por igual. Ganó notoriedad durante la Investigación Leveson, el caso de espionaje telefónico ilegal de los periódicos ingleses de Rupert Murdoch. También ha participado con éxito en la representación legal de otras celebridades, como Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, Sienna Miller, o Harry Styles. También fue letrado de Kate Moss, Tony Blair e incluso de la fallecida Diana de Gales.
En mayo, Sherborne perdió en la primera vista previa, algo que obligó a la duquesa a pagar al Mail on Sunday casi USD 80.000 de costas legales. Desde entonces, Rushbrooke ha conseguido que se apruebe la petición de Markle de que se proteja la intimidad de los cinco amigos que hablaron con la revista People sobre la relación con su padre.
La demanda de Markle es por cinco artículos publicados en febrero del año pasado, que incluían la publicación de extractos de una carta privada que la duquesa le envió a su padre, Thomas. En la denuncia, pide que se le compense por daños por el uso indebido de información privada. De ganar, Markle donará el dinero a organizaciones benéficas.
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