En octubre del año pasado, la casa real tailandesa anunció la retirada de los títulos y rangos militares a Sineenat Wongvajirapakdi, quien fue nombrada tres meses antes “consorte real” por el propio rey Vajiralongkorn. En un duro y sorprendente comunicado se describía a Sineenat, de 34 años, como una mujer “ambiciosa” capaz de todo para convertirse en reina, motivo por el cual terminó en la cárcel. Otras de las ofensas que se le atribuían eran “insubordinación y deslealtad”, al pronunciarse en contra de la reina Suthida, con quien el rey había contraído matrimonio en mayo de ese mismo año. “La consorte real es desagradecida y se comporta de un modo impropio. No está satisfecha con el título que le ha sido otorgado, haciendo todo lo posible para elevarse a la altura de la reina”.
Desde entonces, poco o nada se sabía de Sineenat. Tan solo que había sido encarcelada e, incluso, llegó a rumorearse que había muerto en prisión. Ahora ha salido a la luz que el rey de Tailandia la perdonó, ordenó su liberación de la cárcel femenina de Lat Yao, en Bangkok, y que la ha incorporado a su harén.
Sineenat viajó en uno de los Boeing 737 propiedad de la Casa Real rumbo a Múnich donde se ha vuelto a incorporar al harén del rey en el Grand Hotel Sonnenbichl de Baviera, donde se alojan en exclusiva todos los miembros reales.
Al descender del avión en su destino fue recibida con tratamiento real, incluyendo sombrillas ceremoniales y la presencia del propio Vajiralongkorn.
El día en que cumplía 67 años, el monarca tailandés -de la dinastía Chakri conocido como Rama X-se regaló una “consorte imperial”. Ese fue el título que recibió Sineenat en julio de 2019, durante una ceremonia televisada para toda la nación. A la izquierda de Vajiralongkorn estaba sentada Suthida, la flamante esposa del rey.
Apenas se sabía nada de la nueva concubina, más allá de la breve información biográfica compartida en la web oficial de la casa real. Sineenat nació en 1985 en una de las provincias septentrionales del país y comenzó su carrera profesional como enfermera.
El actual rey, de 68 años, accedió al trono en 2016 tras la muerte de su padre y está casado con su cuarta mujer, Suthida Vajiralongkorn Na Ayudhya, azafata de vuelo, que lo ha acompañado en los escasos viajes que ha hecho a Tailandia desde que estallara la pandemia, pero de quien vive separado, ya que ella está hospedada en el hotel Waldegg, que se encuentra en Engelberg, a 87 kilómetros aproximadamente de Zúrich, mientras él permanece con unas 20 mujeres en el Grand Hotel Sonnenbichl, en la ciudad bávara de Garmisch-Partenkirchen.
Maha Vajiralongkorn está siendo duramente cuestionado por su función como rey cuando vive fuera de sus fronteras, rodeado de lujos, mientras el turismo en su país, una de sus principales fuentes de ingresos, ha caído más de un 70%, lo que está acentuando más la pobreza entre amplios sectores de la población.
La prensa alemana ha publicado las primeras imágenes del monarca tailandés yendo a recibir a su consorte, que se había desplazado en uno de sus 737 aviones privados desde Bangkok hasta Múnich, después de haber recuperado la libertad. Una vez instalada allí, el rey habría volado hasta Zúrich, que es lo que suele hacer cuando va a visitar a su mujer.
Mientras tanto, la popularidad del monarca está en descenso en un país que tiene una de las legislaciones más duras del mundo respecto de lo que se puede decir sobre él o no, ya que cualquiera que “difame, insulte o amenace al rey, la reina, el heredero o el regente” puede llegar a estar penado con quince años de prisión.
Los estudiantes tailandeses siguen movilizados, exigiendo una reforma democrática que proteja a la población contra los caprichos de su rey.
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