El chef de Lady Di reveló un detalle desconocido de la noche final de la princesa en París

Darren McGrady fue el cocinero personal de la reina Isabel II durante 11 años, y luego trabajó para Diana de Gales por cuatro años más hasta su prematura muerte, a los 36 años, tras un accidente automovilístico en la capital francesa

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 Diana y Dodi Fayed en el Ritz hotel. La cámara de seguridad del ascensor captó los últimos minutos de vida de la princesa Diana y su novio antes del trágico accidente de tránsito en  París el 31 de agosto de 1997
Diana y Dodi Fayed en el Ritz hotel. La cámara de seguridad del ascensor captó los últimos minutos de vida de la princesa Diana y su novio antes del trágico accidente de tránsito en París el 31 de agosto de 1997

El chef Darren McGrady, quien fuera cocinero de la reina Isabel II durante 11 años, y también lo fue para la princesa Diana de Gales desde 1992, luego de su separación del príncipe Carlos hasta el día de su muerte, reveló un episodio inédito de la trágica noche que terminó con la vida de la madre de los príncipes Harry y William.

En una entrevista radial con la emisora australiana KIIS, el cocinero británico de 58 años confesó que tenía la cena lista, y los platos ya estaban puestos sobre la mesa el 31 de agosto de 1997. Pero Diana nunca se presentó. El automóvil en el que viajaba se estrelló contra un pilar en el interior del Puente del Almá de París poco después de la medianoche. Junto a ella fallecieron también su pareja, el magnate egipcio Dodi Al-Fayed, y su chófer Henri Paul. El único sobreviviente fue el guardaespaldas de Al-Fayed, Trevor Rees-Jones.

McGrady esperó toda la noche con la cena lista. “Estaba allí, tenía la comida para la cena, esperando que ella regresara. Todo ese tiempo en que la esperé fue horrible, era muy extraño que no llegara a horario, y luego supe la peor noticia”, relató. “Me marcó de por vida”.

Así quedó el auto tras el impacto en el túnel del Puente del Alma de París (Shutterstock)
Así quedó el auto tras el impacto en el túnel del Puente del Alma de París (Shutterstock)

“Me convertí en su chef personal desde su separación del príncipe Carlos en 1992. Venía de servir a la reina desde 1983 de hacerle cuatro comidas al día, acompañarla a las visitas reales, y ahora estaba frente a la princesa más famosa de todo el Reino Unido”, recordó McGrady, dejó el servicio real después de la trágica muerte de la princesa, y ahora trabaja como chef en Dallas, Texas.

El cocinero aseguró que se quedó “boquiabierto” cuando la conoció, y sintió en primera persona aquél efecto “magnético”del que hablaban todos los que intercambiaban miradas con ella. “Diana venía a comer a la barra de la cocina, preparaba un plato para ella, ordenaba lo que usaba mientras hablaba conmigo; y eso era algo muy poco común en alguien de la realeza”

Esos gestos de cercanía hicieron que McGrady sintiera mucha admiración por la princesa.

La dedicatoria de Lady Di a Darren McGrady( @darren_mcgrady)
La dedicatoria de Lady Di a Darren McGrady( @darren_mcgrady)

También contó que una vez acunó a un pequeño príncipe Harry mientras la princesa comía cereal en la cocina del Castillo de Windsor. “Estoy empezando a preguntarme si lo dejé caer sobre su cabeza o algo sucedió en ese momento con lo que está sucediendo”, dijo en tono de broma, refiriéndose a la creciente controversia en torno a la exilio autoimpuesto de Harry y Meghan Markle de la familia real británica.

Lady Di con sus hijos, Harry y William (@kensingtonroyal)
Lady Di con sus hijos, Harry y William (@kensingtonroyal)

El ex chef personal de la reina Isabel II también reveló los secretos gastronómicos del palacio que aprendió durante sus 15 años de carrera cocinando para la familia real. A la monarca, 94, le servía cuatro comidas al día y la acompañó en dos visitas reales a Australia durante sus 11 años, entre 1982 y 1993.

Si bien en el Palacio nunca se le informaba si la reina había disfrutado de algunos de sus platos, McGrady contó que la monarca le dejaba saber por escrito si había disfrutado o no de sus comidas para asegurarse de que nunca más le sirviera ese plato. “Tenía un pequeño cuaderno en su escritorio y simplemente ponía una nota allí diciendo ‘No quiero esto otra vez’”, dijo.

McGrady recordó que una de sus primeras tareas en el servicio de Su Majestad fue pelar zanahorias para sus amados caballos en su Castillo de Balmoral en Escocia, donde la monarca pasa todos sus veranos en compañía de su marido Felipe de Edimburgo. También preparaba regularmente comida para su docena de corgis.

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