Portugal dice que no ha visto al rey en su territorio. República Dominicana, que no tiene registro de su entrada al país. El presidente español Pedro Sánchez, cuando le consultaron en conferencia de prensa sobre el paradero del rey emérito, respondió con un lacónico: “No tengo esa información”.
Entonces, ¿dónde está Juan Carlos I? Es la pregunta que todos se están haciendo en estos momentos en España, dos días después que el rey emérito anunciara que se iba del país a un lugar no revelado en medio de un creciente escándalo financiero.
La prensa española intentaba localizar este miércoles al ex monarca, que podría estar Portugal, mientras la Casa Real rehusaba ofrecer cualquier información un día después de anunciar su exilio.
La prensa en su conjunto daba por sentado que el antiguo jefe de Estado, salpicado por un escándalo de corrupción, había abandonado ya España, extremo que ni la Casa Real ni el gobierno confirmaron.
El periódico en línea El Confidencial indicó la tarde del martes que Juan Carlos, de 82 años, se encontraría en Portugal, donde pasó una parte de su adolescencia, en la localidad de Azeitao, a una treintena de kilómetros al sur de Lisboa. El medio dijo que Juan Carlos también podría estar en Francia o Italia, donde tiene familia y amigos.
El diario ABC, cercano a la monarquía, reportó que el monarca retirado había dejado España el domingo y que voló desde Oporto, en el vecino Portugal, a República Dominicana. Pero luego matizó la novedad: se cree que viajará el próximo fin de semana. La Vanguardia dijo también que se encontraba en la nación caribeña, aunque de forma temporal.
Pero la oficina de Migración dominicana afirmó que Juan Carlos I “no ha ingresado” a su territorio y la cancillería del país caribeño dijo “no tener información” sobre el rey emérito. En la isla, el destino elegido es el exclusivo resort Casa de Campo, propiedad de los hermanos cubanos Fanjul, donde el hombre de la casa Borbón tiene hasta una avenida a su nombre. “Pepe”, uno de los dueños del lugar, ya avisó que el emérito “tiene las puertas abiertas”.
El monarca, investigado por corrupción, anunció el lunes su decisión de irse de España para ayudar a su hijo, el rey Felipe VI, en el “ejercicio de sus responsabilidades”.
La carta dirigida a Felipe VI, publicada en la página web de la Casa Real, no precisaba la nueva destinación de Juan Carlos I y este martes un portavoz se negó a dar información sobre su paradero.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez dijo desconocer su ubicación y sugirió que fue el actual rey el que presionó a su padre para salir del país.
“El gobierno y yo como presidente, manifiesta su absoluto respeto a las decisiones que ha tomado la Casa Real (...) de distanciarse de supuestas conductas cuestionables y reprobables” de un miembro de la familia real, declaró Sánchez en rueda de prensa.
La reina emérita Sofía, quien vive separada del antiguo monarca desde hace años, sigue en España, según una fuente cercana al palacio real.
Golpe para la monarquía
En el trono por 38 años desde 1975 tras la muerte del dictador Francisco Franco hasta abdicar en 2014, el rey emérito gozó de una gran popularidad durante décadas por su rol durante la transición española, pero en los últimos años su figura se debilitó por escándalos, como el caso de corrupción que llevó a su yerno Iñaki Urdangarin a la cárcel.
Asediado por los escándalos en el último año de su reinado, Juan Carlos abdicó en favor de su hijo Felipe en 2014, perdiendo la inmunidad que la Constitución española le concede al jefe del Estado.
Tras el anuncio de Juan Carlos de Borbón, algunos pidieron la abolición de la monarquía en el país. El partido de izquierdas Unidas Podemos, socio minoritario de la coalición de gobierno, quiere un debate público sobre la creación de una república.
“No existe motivo alguno para continuar cargando con una monarquía carente de los mínimos valores éticos”, dijo la formación en un comunicado el lunes en la noche.
Pero el Partido Socialista, que encabeza el ejecutivo, no ha mostrado disposición alguna a seguir ese camino y declaró su apoyo a Felipe VI. Pese a esto, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, dijo recientemente que las noticias en torno a Juan Carlos I eran “inquietantes”.
El abogado de Juan Carlos, Javier Sánchez-Junco Mans, señaló que el ex monarca le había pedido dejar claro que aunque estará fuera del país, seguirá estando disponible para cooperar en cualquier investigación.
El rey emérito no puede ser juzgado por supuestos delitos cometidos cuando estaba en el trono porque tenía inmunidad. Sin embargo, podría ser procesado por actos perpetrados desde 2014.
En un comunicado en junio, la Fiscalía anunció que estaba investigando si Juan Carlos I había recibido millones de dólares en sobornos de Arabia Saudita durante la construcción de un tren de alta velocidad allí por parte de un consorcio español.
Desde entonces, los medios españoles han estado publicando perjudiciales testimonios de una pesquisa independiente en Suiza por los millones de euros (dólares) que presuntamente el fallecido rey Abdullah le entregó al monarca español.
Al parecer, Juan Carlos habría transferido una gran suma de dinero a una antigua amante en lo que los investigadores consideran un posible intento de ocultar el dinero a las autoridades.
La ex amante, Corinna Larsen, es una empresaria germano-danesa a quien los medios españoles llevan años relacionando con el rey emérito. La fiscalía española solicitó que testifique en el caso en septiembre en Madrid.
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